Una nueva rotonda en la confluencia de las avenidas Armada Española y Villajoyosa con la calle Brasil, ha sido el punto seleccionado por el Ayuntamiento para instalar una vela latina blanca, como las que impulsaban las tradicionales naves que surcaban el Mediterráneo, en recuerdo y homenaje a los más de 200 vecinos de Benidorm que perdieron la vida por culpa de la COVID-19 y a las miles de personas que lucharon en la ciudad contra ella.
Coincidiendo con el tercer aniversario de la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo de 2020, centenares de vecinos se han reunido allí, justo cuando el sol empezaba a despedir el día por Poniente, para recordar los aciagos en días en los que “todo cambió” y en los que “cerrábamos nuestra actividad, cerrábamos nuestras playas y empezábamos a sufrir brutalmente algo absolutamente inesperado”, ha señalado el alcalde, Toni Pérez.
En una ceremonia sencilla, breve, pero intensa, ‘El cant dels ocells’, interpretado al violonchelo por el benidormense Ximo García Sivera, de la Unió Musical, precedió a la intervención del alcalde quien recordó que ya el pasado 6 de diciembre, coincidiendo con el pleno extraordinario del Ayuntamiento del Día de la Constitución, se realizó un primer homenaje, pero también, ha incidido, se citó a la población a honrar a los desaparecidos, a familiares y a todos los servidores públicos implicados en la lucha en un posterior acto público. “Hacía falta un homenaje que ya estaba comprometido”, ha reiterado.
Toni Pérez, ha recordado que la OMS (Organización Mundial de la Salud) “todavía mantiene la pandemia” y que durante todos estos meses hemos “tenido momentos de levantarnos y de reponernos” y que tenemos “en nuestro corazón a aquellas personas que nos dejaron”.
El alcalde ha hecho hincapié en “la muerte en soledad” obligada por las directrices sanitarias que impidió en muchas ocasiones el “dar cariño” o “mostrar la mano amiga tendida” a quienes nos dijeron adiós y que ahora, con este nuevo enclave urbano disponemos de un lugar de “memoria y recuerdo”.
Toni Pérez ha explicado que a la zona se la conoce como barranco ‘Vela Blanca” porque allí había “una gran piedra blanca, caliza, que servía de orientación a nuestros marinos y pescadores”. Aunque el progreso y el desarrollo urbanístico han hecho desaparecer la roca, el “topónimo nos sirve para rendir homenaje izando esta vela” que simboliza “libertad, altura y vida”.
Asimismo, en la zona se han plantado tres almendros jóvenes con flores en sus ramas que “con el final de cada invierno, con el anuncio de cada primavera” mantendrán igual que la vela blanca “vivo el recuerdo de los que nos dejaron, especialmente de aquellos a los que no pudimos despedir. Asimismo, se ha situado en el mismo lugar una placa conmemorativa que reza “En recuerdo de las víctimas de la COVID-19 y al pueblo de Benidorm por su comportamiento ejemplar” junto a la Elegía de Miguel Hernández ‘A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas…”
El alcalde finalizó su intervención invitando a las personas congregadas a depositar rosas blancas que previamente se habían distribuido entre los asistentes ante la vela en señal de duelo, memoria y respeto.