Alcoy es una de las diez ciudades de España que está utilizando la herramienta Kanjo, un programa de inteligencia artificial impulsado por UNICEF que tiene como objetivo detectar casos de sufrimiento emocional en menores de edad para evitar que evolucionen a episodios violentos.
“Por desgracia es imposible erradicar el 100% de los casos de violencia contra menores, pero sí podemos disminuir el riesgo de que se produzcan. Por eso esta iniciativa es muy importante, dado que nos permite identificarlos de forma preventiva” nos señala Aranza de Gracia; concejala de Políticas Inclusivas, Igualdad, Infancia y Adolescencia.
Formación y puesta en marcha
En concreto se han seleccionado dos centros educativos de la ciudad, los colegios Romeral y el Esclavas SCJ, para llevar a cabo esta prueba piloto del Kanjo. Actualmente el programa está en una primera fase de formación al profesorado para que aprendan a utilizar esta nueva herramienta.
En las próximas fechas se espera comenzar con la detección sobre el terreno. Para ello se repartirán unas tablets a los niños y se les pedirá que comuniquen qué emoción están sintiendo en ese momento (alegría, tristeza, ira, asco, calma…) a través de unos emoticonos.
La idea es que los alumnos realicen esta actividad tres veces al día durante algunas semanas en momentos que no interrumpan el ritmo de las clases. Tales como la llegada al colegio, tras el almuerzo y justo antes de salir del centro.
El programa se probará en los colegios El Romeral y el Esclavas SCJ
Actuación preventiva
“Con esta aplicación podremos registrar un patrón de emociones en cada niño. Esto nos permite detectar una posible alteración en su conducta de una manera muy precoz. A partir de ahí podemos valorar si pudiera estar sufriendo una situación de maltrato, acoso escolar, duelo, crisis doméstica, ausencia de normas, etc.” nos señala Charo Sánchez, educadora social de los servicios sociales de Alcoy en el equipo de atención primaria de la zona norte.
Para tratar este tipo de casos donde se detecta un problema emocional en el niño, se ha constituido un equipo motor formado por miembros de los departamentos de Servicios Sociales, Educación y Sanidad así como de la Policía Local.
“Es importante no enfocarlo todo únicamente en los Servicios Sociales, sino involucrar también a otros actores. Así podemos ofrecer una respuesta más completa cuando los psicólogos detecten algún posible caso problemático” nos manifiesta De Gracia.
Se detectan alteraciones en las emociones de los niños a través de unas tablets
Beneficios esperados
Dado que el objetivo es identificar estas situaciones negativas cuando todavía se manifiestan de forma leve, la labor a efectuar por parte de los especialistas suele ser más sencilla. “En ocasiones la solución se puede realizar incluso desde el propio colegio. Al ser una detección tan temprana aún podemos estar a tiempo de que no se agrave o se cronifique. Y, por supuesto, para los casos más graves seguimos estando los Servicios Sociales” nos señala Sánchez.
La educadora social nos cuenta que esta iniciativa Kanjo ya está dando buenos resultados en otras ciudades que llevan el proceso un poco más avanzado. “En Andoáin (Guipúzcoa) se está aplicando desde hace meses y ya han conseguido mejorar un 70% los tiempos de detección” nos cuenta.
De hecho esta inteligencia artificial puede incluso beneficiar a los padres o tutores de los alumnos. “A través de Kanjo podemos detectar que un niño está viviendo en un hogar que sufre una situación inestable. En estos casos los Servicios Sociales ayudarán a la familia para que la situación no vaya a peor. Este tipo de programas nos permiten crear alianzas entre los Servicios Sociales, colegios y familias” nos indica Sánchez.
En otros municipios han conseguido mejorar un 70% la prevención de casos graves utilizando el Kanjo
Diagnóstico de resultados
Una vez concluido todo este periodo de recogida de datos y actuación, el programa Kanjo llegará a su etapa final de diagnóstico en la que tanto el Ayuntamiento como el equipo motor deberán analizar los resultados obtenidos.
“Si esta experiencia funciona como esperamos, entiendo que lo lógico es replicarla en todos los demás centros educativos de la ciudad. Por eso nos sentaremos a valorar si realmente nos ha sido útil para lograr que los alumnos tengan todos sus derechos reconocidos. Porque el objetivo final es justo ese, que los niños sean sujetos de derechos… y no objetos de protección” nos comenta Charo Sánchez.
“Quiero agradecer a las muchas personas implicadas en la ciudad por esta iniciativa. Y también a UNICEF por trabajar con nosotros en este proyecto piloto que considero fundamental. Los niños pueden experimentar todo tipo de emociones al igual que los adultos, y es importante acompañarles para que se sientan en un espacio seguro” nos añade la concejala Aranza de Gracia.
Un proyecto a tres años
El presupuesto total del proyecto Kanjo supera el millón de euros y está financiado mediante los Fondos Europeos Next Generation. En Alcoy, como en otras nueve ciudades de España, se está realizando una prueba piloto que tiene una duración estimada de tres años. Las primeras acciones comenzaron en 2022 y se espera culminar para 2024 la última fase de diagnóstico de los resultados obtenidos.