Entrevista> Carlos Verdú Chico de Guzmán / Pregonero de las fiestas de Moros y Cristianos 2023 (Petrer, 26-septiembre-1992)
Con el acto del pregón del día 15, se puede afirmar casi con total rotundidad que comienza la verdadera cuenta atrás para las fiestas de Moros y Cristianos, que se celebrarán el próximo mes de mayo desde el día 11 al 15. Esta vez, desde la organización se ha optado por romper con el típico perfil del pregonero apostando por la juventud.
Carlos Verdú, de 30 años, será la persona encargada de pregonar los festejos en honor a San Bonifacio desde el Teatro Cervantes. Su elección se puede entender como un guiño y una llamada a la implicación de toda la población joven en la fiesta. Verdú pertenece a la comparsa de Estudiantes y ha estado siempre muy vinculado a la Unión de Festejos desempeñando diferentes cometidos en el seno de la entidad.
Kaskaruja y Genion
También es presidente desde su fundación en 2017 de la asociación cultural Kaskaruja, actualmente formada por una veintena de personas, desde cuya tribuna reivindica el impulso de las tradiciones e identidad locales mediante la organización de actividades como talleres de fallas y carasses, los autos locos o el desaparecido ‘Oktoberfest’.
Actualmente forma parte del organigrama de la cooperativa Genion, fomentando el emprendimiento e innovación joven en la comarca con Petreremprende, el ‘coworking’ más veterano de la Comunidad Valenciana.
Con un amplio recorrido festero, Carlos Verdú nos cuenta que siente algo de vértigo ante la cita del día 15, a la vez que agradece la oportunidad que la vida le brinda para hablar de tradiciones, identidad, reivindicación y, sobre todo, fiesta. También conversamos con él de talento joven empresarial y sobre cómo está el ocio para la juventud en Petrer.
Carlos Verdú es presidente de Kaskaruja y trabaja en la cooperativa Genion
¿Qué sentiste cuando supiste que ibas a ser el pregonero de este año de las fiestas de Moros y Cristianos?
Mucho agradecimiento. Fue una gran sorpresa que no me esperaba y que ya he digerido. Me engañaron un poco cuando me citaron antes de Navidad para decírmelo (risas). Me sorprendió porque el perfil de pregonero en Petrer suele ser el de alguien de más edad, con un currículum muy festero, y yo, aunque alguna cosa he hecho, no creo que sea la persona joven que más ha trabajado por la fiesta.
¿Por qué crees que han pensado en ti?
Quizá este año la Unión de Festejos quería darle un cambio a este acto y reivindicar el trabajo de la gente joven.
El perfil de pregonero, como dices, suele ser el de una persona más mayor. ¿Consideras que tu elección ha podido ser un guiño hacia la población joven?
Yo creo que sí, porque esta directiva ha impulsado varios cambios estos últimos años. Entre la gente joven hay bastante desmovilización y el hecho de pensar en mí era como para llamar un poco su atención y de paso darle un nuevo énfasis a este acto y a la fiesta en general.
«Percibo que hay mucha expectación y muchas ganas de escucharme»
¿Tienes ya ultimado tu pregón, puedes decir de qué vas a hablar?
Está todavía en proceso. Tengo aún muchas dudas porque quiero contar mucho, pero tampoco quiero ser muy pesado. Me considero una persona reivindicativa y este pregón va a tener una parte de reivindicación de Petrer, de nuestra tradición, de nuestra identidad y de nuestra lengua.
También quiero hacer un llamamiento a jóvenes y mayores para intentar que todo el mundo en general se sienta identificado con el acto y que conecte con lo que yo vaya a decir. Quiero que sea un empujón de energía para todo lo que va a venir después.
¿Piensas dedicárselo a alguien en especial?
A nadie en concreto, pero sí en general a Petrer, a la fiesta y sobre todo a la gente joven. La fiesta no es una persona, somos muchas.
«Mi pregón estará muy orientado a la gente joven»
¿Qué te dicen cuando te paran por la calle?
He recibido muchas muestras de cariño de la gente. Al principio había sorpresa, pero también alegría. Sobre todo, me transmiten ilusión, lo cual me pone un poco nervioso porque eso quiere decir que hay muchas expectativas.
Me dicen que tienen ganas de escucharme y se alegran porque haya cambiado el perfil de pregonero apostando por una persona joven que transmita cosas que quizá otro no pueda.
¿Cuáles crees que son las expectativas de la gente que vaya a tu pregón?
Que sea un pregón ilusionante. Sentir esa renovación y que después de estos años de pandemia hemos vuelto con un nuevo ímpetu.
De cero a diez, ¿cuánta responsabilidad sientes?
A tope, un diez. Es un honor, un orgullo y una oportunidad irrepetible. Soy festero de toda la vida, desde que nací, y ser pregonero es una figura muy importante en todos los pueblos y en todas las fiestas. Me da un poco de vértigo en algunos momentos, pero la responsabilidad que tengo lo supera todo.
«Hasta prácticamente el último día estaré haciendo cambios en el texto»
¿Te ha costado mucho darle forma al pregón?
La verdad es que sí. Le estoy dando muchas vueltas. Hay mucho que quiero decir y he escrito cosas que después han ido a la basura. Hasta casi el último día habrá cambios. Estoy buscando un pregón que diga todo lo que quiero decir y de la forma que lo quiero decir.
Imagina estar en el Teatro Cervantes el día 15 de abril por la noche, saliendo al escenario delante de un auditorio abarrotado. ¿Cómo piensas que va a ser ese momento?
Ilusionante e intenso, y rodeado de mucha gente. Un día muy emotivo y con nervios. Espero que en el momento de hablar tenga la capacidad de relajarme y de poder estar seguro de lo que voy a decir, de que he construido un buen discurso y de saber transmitirlo lo mejor posible para que el público que lo pueda ver se emocione conmigo y sienta lo mismo que yo.
Desde siempre has estado muy vinculado a estas fiestas, ¿supone una ventaja conocerlas tan de cerca?
Igual es más complicado (risas). Al ser consciente de la responsabilidad, lo mismo pesa más que otra cosa.
Echando la vista atrás, ¿cuál es tu mejor recuerdo de las fiestas?
Elegir un solo momento es difícil puesto que cada año tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Me quedo con los momentos más íntimos de estar en nuestras pequeñas familias festeras, en nuestra fila, en nuestro cuartelillo. Ese momento de hermandad.
Me gusta mucho el viernes de moros por la mañana, cuando me pongo el traje por primera vez, salgo a la calle, la veo sin coches y con el pueblo conquistado por la fiesta. Es como si durante cuatro días el mundo se parara.
«Es fundamental que los jóvenes se involucren en la vida social y cultural del municipio»
Dejando de lado el tema del pregón, quería preguntarte también por tu cargo como presidente de la asociación Kaskaruja. Desde ella organizáis varias actividades a lo largo del año, ¿cómo es de importante la implicación de los jóvenes en el tejido social y cultural del municipio?
Es crucial. Al final, somos los jóvenes los que tenemos que construir el futuro y para eso es muy importante que haya lazos de conexión en el pueblo para seguir construyendo lo que es y lo que será Petrer en el futuro. Al final, estar involucrado en cualquier asunto, ya sea social, cultural o festivo, abre puertas a muchas otras cosas.
Con los actos que organizamos, intentamos unir a gente de diferentes edades y animamos a hacer cosas que antes no se hacían. En Petrer nos hace falta que la gente joven se siga involucrando.
En Kaskaruja os preocupáis mucho en recuperar las tradiciones locales para que las nuevas generaciones las conozcan y las valoren.
Sí, la idea original de la asociación era esa. Luego nos dimos cuenta que casi más que recuperar tradiciones, lo que hacíamos era hacerlas un poco más divertidas, que llamaran más la atención para que la gente joven tuviera lugares de ocio y diversión vinculados sobre todo a las fiestas patronales, que en los últimos años estaban un poco de capa caída.
En Kaskaruja nuestro lema es ‘fem poble’, con el objetivo de que la gente joven se involucre y se anime a trabajar por Petrer.
¿Crees que habéis conseguido esa involucración de los jóvenes?
Hubo una temporada muy fuerte de mucha vinculación en los años antes de la covid. Actualmente no hay tanta. La vida nos ha cambiado mucho a todos. Ahora mismo la asociación no tiene una actividad tan boyante como tenía hace tres años. Pero no solo Kaskaruja, sino cualquier otra entidad ciudadana debería seguir con esa dinámica y seguir impulsando esa involucración.
«Creo que hay cierto miedo a emprender por parte de la gente joven»
Hay una queja recurrente desde hace tiempo que dice que en Petrer no hay espacios específicos de ocio y esparcimiento para la juventud. ¿Cómo lo ves? ¿Qué te parece?
El ocio está en un momento muy malo en Petrer. No es algo nuevo, ya que llevamos así muchos años. El hecho de tener Elda cerca hace que al final vayamos allí casi involuntariamente porque hay más oportunidades.
¿Y que se podría hacer para mejorar eso?
No lo tengo muy claro. No creo que la responsabilidad sea solo del ayuntamiento, sino también creo que hay cierto miedo a emprender por parte de la gente joven. A veces entiendo que sea más sencillo marcharte a disfrutar a otro sitio antes que ponerte a trabajar para llevar un proyecto adelante en tu ciudad.
Hablemos ahora de tu trabajo en la cooperativa Genion, muy vinculada a Petreremprende, desde donde se impulsa el ‘coworking’ a través del emprendimiento y el talento joven en la comarca. ¿Crees que el mercado laboral brinda a los jóvenes hoy en día las suficientes oportunidades?
Vivimos en un mundo mucho más competitivo y más precario que el que vivieron nuestros padres, así que casi que los jóvenes nos hemos acostumbrado a sufrir esa precariedad. La zona en la que estamos no se caracteriza por ofrecer un alto nivel de oportunidades laborales y desgraciadamente mucha gente joven formada se tiene que ir fuera a buscar trabajo.
Sin embargo, a nivel de emprendimiento sí que se están haciendo bastantes cosas. Petreremprende está bastante asentado, pero se tendría que trabajar más este aspecto desde edades muy tempranas.
Creo que se debería impulsar también la creación de algún programa en el cual la gente joven pueda emprender en el ámbito del ocio. Indudablemente es más fácil hacerlo desde Petrer que desde otro sitio, pero también hay mucho miedo, porque al final emprender es algo muy inseguro.