Luis Vives representa el filósofo más importante que ha dado la ciudad de València. Aunque su presencia es reconocible en la ciudad por algunos elementos arquitectónicos fácilmente reconocibles, son muchas las huellas que el amante de la historia del pensamiento puede hallar de este representante del humanismo en la ciudad.
Para muchos Luis Vives es el nombre de ese instituto que el viajero se encuentra nada más salir de la Estación del Norte. Para algunos, la estatua que corona el patio de la antigua sede de la Universitat de València. Pero ahí se queda la cosa. En las siguientes líneas acercaremos al lector la huella del filósofo en su ciudad natal.
Rincones, plazoletas, placas con su nombre… una serie de elementos no tan visibles para el gran público recuerdan, quizá desde casi la clandestinidad, la figura del que sin duda ha sido el filósofo valenciano más importante de la historia de la ciudad.
La familia Vives pertenecía al entonces poderoso núcleo de comerciantes judíos de València
El antiguo Reino de València
Por situar al personaje, hay que recordar que Juan Luis Vives nació el 6 de marzo de 1492 (o 1493 según algunos especialistas) en València, que entonces formaba parte del Reino de València. Juan Luis fue el mayor de los hermanos: Jaume, Beatriu, Anna Leonor e Isabel.
La familia Vives pertenecía al entonces poderoso núcleo de comerciantes judíos, religiosos y económicamente acomodados de la ciudad. Conviene adentrarse en el parentesco de su familia, dado que su madre, Blanca March Almenara, estaba emparentada con el famoso poeta valenciano Ausiàs March.
La esencia judía
Los conflictos religiosos desempeñaban un papel muy relevante en la época. Así, para proteger la vida de sus familiares, al igual que sus propiedades y evitar ser expulsados, la familia Vives se vio obligada a convertirse al cristianismo.
Tras la muerte de su madre y la condena de su padre por motivos religiosos, decidió marchar al extranjero. Tras un periodo en París, marchó a Lovaina atraído por el prestigio de su universidad, donde terminó siendo profesor y entablaría relación con Erasmo de Rotterdam y más tarde en Inglaterra con Tomás Moro, dos de los grandes humanistas de la época.
La familia, sin embargo, continuó practicando el judaísmo en una sinagoga de su propio hogar de la que era rabino un primo hermano suyo. Al ser descubiertos por parte de la Inquisición en plena liturgia, marcaría el posterior exilio de la ciudad. En 1540 moriría en su casa de Brujas a causa de un cálculo biliar.
Se cree que su vivienda natalicia estaba ubicada en la esquina de las calles Cardona y Vidal
Casa natalicia
Pese a que han transcurrido varios siglos, todavía no existe una certeza absoluta sobre la casa natalicia de Luis Vives. Así, se cree que la vivienda estaba ubicada en la esquina de las calles Cardona y Vidal. Esta versión cuenta con el apoyo, entre otros, del cronista de València, Juan Luis Corbín, y de los historiadores José Rodrigo de Pertegaz, José Ignacio Casal, Vicente Boix y Manuel Sanchis Guarner.
De hecho, en la obra ‘Los Diálogos’, del propio filósofo, que se publicaron en Valencia en 1723, varios de sus personajes sitúan la casa de Luis Vives en la antigua calle Taberna del Gallo, actual calle Cardona.
Un centro de investigación
Una comisión de cultura del Ayuntamiento de València estudió la rehabilitación de la misma para construir un centro de investigación de la obra de Luis Vives y de la historia de la judería. Sin consenso final entre oposición y gobierno, este proyecto humanista se detuvo sine die.
Hay que señalar que la actual vivienda antes mencionada fue construida en 1920, por lo que el domicilio de Luis Vives habría sido derribado durante las obras de apertura de la calle de la Paz, a apenas unos pasos del hogar del filósofo y su familia.
Con quince años empezó a estudiar en la Universitat de València, fundada hacía poco tiempo
La estatua del claustro
Contaba con quince años cuando empezó a estudiar en la Universitat de València, que había sido fundada unos años antes (en 1499). Luis Vives se matriculó en lo que se conocía entonces como ‘Estudios generales’.
Aquel que visite la sede histórica de la Universitat de València (calle de la Nau), puede contemplar en el centro del claustro del Estudio General la espléndida estatua dedicada al filósofo valenciano, elaborada por Josep Aixa Íñigo (y fundida por Vicente Ríos), quien ganó en 1880 el concurso convocado por la propia Universitat.
La Universitat también ofrece un servicio de guía y recorrido cultural para visitas escolares, que permite, entre otras cosas de la antigua sede, descubrir el pasado del filósofo valenciano en los primeros años de vida de la insigne institución académica.
El busto
Nada más salir de la antigua sede de la Universitat, atravesando la plaza del Patriarca, se llega a la plaza de Margarita Valldaura, glorieta que toma el nombre de la esposa del filósofo. En este lugar, que se halla muy cerca de la probable casa natalicia de Luis Vives, se encuentra un busto del humanista valenciano.
Obra de Ramón Mateu Montesinos, el busto está elaborado en bronce. Antaño se encontraba en la plaza Ciudad de Brujas, en homenaje a la ciudad belga que le acogió tras la persecución por parte de la Inquisición en València. Antes, incluso, estuvo ubicado en la plaza de los Pinazo, donde se inauguró el 25 de octubre de 1966.
En las rutas culturales para turistas esta plazoleta supone un punto de parada obligatoria. Así, los guías turísticos detienen la marcha de sus grupos para explicar la importancia de Luis Vives en la cultura valenciana, así como la persecución que sufrió su familia por parte de la Inquisición, motivo por el cual abandonaría la ciudad.
La Universitat también ofrece un servicio de guía y recorrido cultural para visitas escolares
La calle
Luis Vives posee una calle que lleva su nombre en la ciudad. Se trata de una de las primeras calles que atraviesa la concurrida calle de la Paz. Desde la calle del Mar hasta casi la plaza del Patriarca se extiende una pequeña calle que toca de pleno el antiguo barrio judío valenciano.
Actualmente esta calle es de escaso recorrido, sobre todo el tramo en dirección a la Universitat, que apenas cuenta unos pasos y donde se ha ubicado el busto del humanista. Sin comercios y peatonal, apenas es utilizada por vecinos y turistas.
El tramo de la calle Luis Vives que busca la calle del Mar sí que presenta mayor vida social. Con presencia de hostelería incluso con terraza, este lado de la calle se sitúa muy cerca de la plaza de la Reina y de los rincones del pasado gremial de València.
Es en este tramo donde la señalética de la calle goza de un aspecto más señorial, a fin de que tanto peatones como el tráfico de la calle de la Paz no tenga dificultad en distinguir una calle que reza “Valencià universal” y al que le flanquea el escudo de la ciudad.
Becas con su nombre
Desde hace años la Universitat dispone de un número de becas que lleva el nombre del humanista valenciano. Se trata de becas completas destinadas a estudiantes de países de cooperación. Proporcionan todos los medios para lograr la formación avanzada especializada en estudios de máster, sufragando becas completas que cubren toda la estancia .
Así lo explica la propia UV: “Las Becas Luis Vives del Programa de Cooperación ofrecen la oportunidad de cursar estudios de Máster Oficial en la Universitat de València a graduados de áreas prioritarias de especial impacto en el desarrollo, que garanticen la transmisión del conocimiento adquirido”. La beca propuesta para esta convocatoria tiene una dotación de 253.500 euros.
La calle que lleva su nombre es de las primeras en atravesar la concurrida calle de la Paz
El instituto
El Instituto Lluís Vives está ubicado entre las calles de Játiva, Arzobispo Mayoral, la Avenida Marqués de Sotelo y la calle de San Pablo. Conforme el viajero abandona la Estación del Norte por su entrada principal se lo encuentra justo enfrente, a la izquierda.
Fundado en 1859, se trata del decano de los institutos de secundaria valencianos. Actuó desde sus orígenes como un verdadero centro de investigación y cultura, llegando a destacar especialmente en el campo de la Historia Natural, como atestigua su espléndida colección.
Activo socialmente
La capilla del antiguo colegio San Pablo supone parte de este edificio. El instituto se hizo célebre en cuanto a activismo social pues en él se originaron las protestas estudiantiles sucedidas en febrero de 2012, en la denominada ‘Primavera valenciana’. Por las aulas de este instituto pasaron intelectuales de la talla de Max Aub o Blasco Ibáñez.
En los años 80, además, era frecuente que los alumnos de este centro se citaran con los alumnos de colegios próximos tipo Castellanos para protagonizar imágenes de empujones antes del inicio de cada mascletá de Fallas, imagen que ha quedado para el recuerdo de muchos de quienes ahora superan los 40 años.
El IES Luis Vives fue fundado en 1859, lo que le convierte en el instituto decano de València
Sus libros
Luis Vives ha sido un formidable pedagogo. Reformador de la educación europea, propuso el estudio de Aristóteles en su lengua original, adaptando sus libros destinados al estudio del latín a los estudiantes. También sustituyó los textos medievales por otros nuevos, con un vocabulario adaptado a su época.
Su libro de ‘Diálogos’ se ha convertido en un superventas. Destinado a la enseñanza del latín, se editó en 65 ocasiones entre 1538 y 1649, y hasta la fecha ya se han realizado más de 600 ediciones.
La tumba
Si alguien tiene interés en visitar la tumba de este gran humanista valenciano en su ciudad natal deberá desistir de antemano. Tras fallecer el 6 de mayo de 1540 en su domicilio belga, fue enterrado en la iglesia de San Donaciano. La posterior destrucción de este templo belga durante unas reformas urbanísticas motivó que su tumba desapareciera.
Hay que recordar, además, que esta ciudad europea posee también distintos monumentos en honor del humanista valenciano, por lo que no es de extrañar que el turista que visita Brujas descubra en sus calles el busto belga alzado en su honor.
De hecho, dicho busto se encuentra cerca de la iglesia de Nuestra Señora, con una placa escrita en castellano y flamenco. Muy cerca fluye un canal, y el entorno medieval dota de una atmósfera humanística que redunda en beneficio de la escultura del filósofo valenciano.