Entrevista > Eleuterio Gandía ‘Lute’ / Investigador y poeta (Villena, 1952)
El investigador local Eleuterio Gandía nos descubre la apasionante biografía de Francisco Cerdán, un médico villenense de los más importantes del siglo XVIII en España. Su libro, ‘Francisco Cerdán. Médico. La biografía del villenense más relevante del siglo XVIII’, se presenta este mes de abril después de más de diez años de investigación.
Un trabajo especial que su autor quiere dar a conocer a la ciudad, cuyos beneficios por la venta irán destinados a la asociación AMIF. Un colectivo que en los últimos tiempos está siendo fundamental en la lucha de Gandía contra el Parkinson.
‘Lute’ tiene también una vida de novela en la que la sanidad ha sido un pilar fundamental, ya que ejerció en el sector durante décadas. Doctor en Sociología, divulgador científico y el poeta villenense en activo más prestigioso de nuestra ciudad, nos abre las puertas de su casa y de la historia de Villena.
«Sobre la tuberculosis escribió que era contagiosa y los médicos más importantes lo vapulearon al considerarla congénita»
¿Por qué fue tan importante Francisco Cerdán?
En el siglo XVIII las universidades en España eran todas un desastre, excepto la de Valencia, que se había sumado al movimiento de los Novatores para renovar las artes y las ciencias. Para ello crearon sociedades de profesionales en las que debatían sobre avances donde lo que más prestigio daba era publicar, ya que era tremendamente difícil en aquella época.
Francisco Cerdán había publicado cuatro libros desde 1707 a 1808, solo dieciocho médicos en toda España publicaron más de tres libros, entre ellos estaba Cerdán.
¿Cuál destacarías?
Lo más importante es que publicó un libro sobre la calentura héctica, que es la tuberculosis, donde dijo que era contagiosa. Se tiraron contra él todos sus profesores en Valencia y los médicos más importantes del reino lo vapulearon, ya que consideraban que era una enfermedad congénita.
Su libro capital es uno de ‘Consejos para los médicos en prácticas’, ya que cuando terminaban la carrera seguían sin tener ni idea. La mayoría de sus consejos siguen teniendo vigencia tres siglos después.
¿Qué le hacía especial?
Adoptó la filosofía de la Ilustración española, fue un médico ilustrado seguidor del naturalismo hipocrático. No tenía únicamente en cuenta al paciente, sino también a su familia y al medio en el que vivía. Fue un adelantado a su tiempo, totalmente.
Fue el primero que abordó las enfermedades mentales y según expertos del siglo XIX, si hubiese profundizado un poco más en el tema, en lugar de Alibert, como todos consideran, sería Francisco Cerdán el padre de la psiquiatría.
Sin duda alguien muy distinguido en la época…
Realmente fue muy reconocido y alabado en La Corte, acabó siendo amigo del médico del Rey, quien era presidente del Protomedicato. Éste era el órgano encargado de determinar qué médicos, tras la carrera, estaban ya preparados para ejercer.
En el siglo XVIII tuvo la valentía de prescribir a los médicos que recomendasen ya la musicoterapia para sanar a los enfermos.
«Fue el primero que abordó las enfermedades mentales, podría haber sido el padre de la psiquiatría»
Tu tesis doctoral habla sobre medicina popular, ¿qué significa?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como cualquier uso o práctica de la medicina que no es la oficial. Ahí entra todo: la acupuntura, el curanderismo…
Es todo aquello que no es oficial. La llamada medicina científica básicamente consiste en dar medicamentos.
¿Ha existido siempre entre la humanidad?
En 1701, por ejemplo, no había ningún médico en la ciudad de Villena y sin embargo ya tenía un hospital.
Cuando llegó aquí Francisco Cerdán había dos médicos y cuando él se fue había tres médicos en la ciudad. La gente se curaba por otros métodos.
¿Cómo llegó Francisco Cerdán a ejercer en nuestra ciudad?
En Villena hubo un problema con uno de los mejores médicos de entonces, como era Francisco Tomás. Por este motivo comisionaron a dos concejales de la época para que buscasen un médico en condiciones.
Sabían que Cerdán tenía una fama tremenda, fueron a por él y al final consiguieron que viniera. Le pagaron muy bien y se vino a nuestra ciudad en donde ejerció diez años.
¿Qué tal le fue en Villena?
Vivía en la calle Corredera, al lado de Luis Antonio de Mergelina, abad de la Insigne Colegiata de Gerona, propietario del segundo mayor hacendado de tierras y propiedades de Villena. Él fue quien le patrocinó el libro de la calentura héctica y era obligatorio entonces hacer una dedicatoria extensa al mecenas en el libro.
Sin embargo, Mergelina le pidió que, en lugar de hacerle a él la dedicatoria, se la hiciera a la Reina María de los Ángeles de las Virtudes. Era una época donde la devoción en Villena no era por la Virgen de las Virtudes, sino por la Virgen de las Nieves.
«La bomba es que Cerdán fue el primero en escribir la historia de la Virgen de las Virtudes, Francisco Zapater la copió»
Entonces la autoría de la historia de nuestra patrona, ¿no es como nos la han contado?
La bomba es que el primero que se creía que había escrito la historia sobre la Virgen de las Virtudes en Villena había sido Francisco Zapater, y no es así, Francisco Cerdán fue el primero en escribir la historia de la patrona. Está escrita en un lenguaje barroco precioso, si lo comparas con el libro que en el siglo XIX escribió Francisco Zapater, son idénticos.
Tan solo adaptó el lenguaje barroco a la época actual. Zapater no dijo nada y ha pasado a la historia como el creador de la historia. Es idéntica, copiada totalmente de la de Cerdán.
Retomando la medicina popular, ¿por qué crees que el curanderismo está tan ligado a la fe católica?
La fe católica y el catolicismo están en contra del curanderismo.
Sin embargo, los curanderos de la ciudad están rodeados de imágenes y figuras católicas…
Pero eso es cosa de ellos, ahí la Iglesia no se puede meter, si se pudiera meter… En esa época, la falta de médicos hacía que la medicina querencial y supersticiosa fuera la que se utilizaba para curar a la gente.
¿Se amparan los curanderos en esas figuras para protegerse?
No. Ellos se limitan a tener dos santos en los que creen, o veinte… porque casi todos los procedimientos llevan una oración, que es secreta. No sabemos qué tipo de oración es porque no la pueden desvelar, si la desvelan pierden los poderes.
«Ya soy muy mayor, pero mientras tenga ganas y pueda, seguiré adelante con la poesía»
¿Por qué en Villena hay más curanderos que en ningún otro sitio?
Tiene una explicación histórica también. Los curanderos de Villena son de dos tipos, la mitad, más o menos, son espiritistas y aquí el espiritismo entró de lleno.
Después de que Allan Kardek imprimiera su doctrina en Francia, el espiritismo pasó a Barcelona y directamente después a Villena. Aquí se editaba una revista preciosa que se llamaba ‘La luz del porvenir’.
Fue algo muy extendido, ¿no?
En Villena se creó hasta una escuela de espiritistas y la creencia fue tan grande que todos los periódicos de izquierda metían artículos espiritistas, porque estaban a favor.
Tuvo mucho arraigo en nuestra ciudad. Dentro de los roles que se desarrollan en el espiritismo, uno es el de curar.
En las Fiestas del Medievo realizaste un recital de poesía titulado ‘A corazón abierto’, que fue toda una sensación, con un lleno absoluto en sus dos pases, ¿vendrá este éxito acompañado de un nuevo libro de poemas tuyos?
Podría. Escrito está, pero de momento estoy centrado en el otro libro y no quiero mezclar, aunque lo cierto es que llevo como cinco meses con una actividad creativa importante.
Ese recital sonaba a despedida, ¿seguirá esa creación artística adelante?
Ahora ya soy muy mayor, pero mientras tenga ganas y pueda, seguiré adelante. Ahora tengo el hándicap del Parkinson, por eso los beneficios íntegros de la venta del libro sobre la vida de Francisco Cerdán se le van a entregar a AMIF.
No sé lo que me durará, de momento sigo y estoy también escribiendo una especie de diario. En él cuento cosas de mi día, pero sobre todo de cómo van apareciendo los síntomas de la enfermedad y cómo vamos desarrollando estrategias para controlarlos.
«Sé lo mal que lo pasó mucha gente en la posguerra y algunos quieren volver al 36, es una locura que me preocupa mucho»
Hace ahora 43 años que escribiste ‘Balbuceos’, tu primer poemario. ¿Ha cambiado mucho la poesía en este tiempo?
Mucho. He cogido a mi hijo un buen número de libros de poesía de autores de gran éxito que se han llevado premios gordísimos en los últimos tiempos y la gente hace cosas rarísimas, a la mayoría no entiendes nada.
¿En qué te inspiras tú?
Ahora hablo de cosas que me están pasando y cosas que me preocupan porque las tengo ahí delante, tengo muchos números… Es un atrevimiento ponerme a hablar de la muerte, con sencillez y claridad.
¿Qué meta le queda al ‘Lute’ por cumplir?
Terminar el libro del hospital que estoy escribiendo. La historia de siete siglos de hospital en Villena, son muchos siglos, para que al final nos quedásemos sin hospital.
¿Cuál es la receta de la felicidad?
Ser honesto y sencillo, como dice José Luis Sampedro, que es uno de mis autores preferidos, “no te encumbres”.
«La sociedad se ha polarizado mucho, el pensamiento único de si no estás conmigo, estás contra mí, es muy peligroso»
¿Te asusta el auge que la extrema derecha está experimentando?
Mucho… Yo nací en la posguerra y sé lo mal que lo pasó mucha gente en esos tiempos y algunos quieren volver al 36, es una locura que me preocupa mucho.
¿Qué ha cambiado?
Creo que hemos perdido. Desde que entró la democracia, la sociedad se ha polarizado mucho y eso solo da lugar a enfrentamientos.
Antes nos podíamos sentar gente con distintas opiniones, tener una tertulia y ser amigos, de eso ahora queda muy poco. El pensamiento único, de si no estás conmigo, estás contra mí, es muy peligroso.
¿Crees que la sobredimensión de la libertad de expresión está coartando nuestra propia libertad de expresión?
Desde luego… y hay una cosa que me sorprende y es que el equipo de gobierno actual en España, cuando accedió al gobierno, lo primero que dijo es que iba a quitar la Ley Mordaza y ni la ha tocado, ni la va a tocar.
La va a dejar preparada a huevo para ellos, o para el que gane, y según quien lo haga no la va a tocar. Vamos a vivir de la peor manera posible, que es con miedo.