Vicente Arques aspira el próximo 28 de mayo a conseguir una nueva victoria electoral y, con ella, completar un ciclo de veinte años al frente de una alcaldía a la que llegó por vez primera en 2007, y que no ha dejado de refrendar elección tras elección con resultados cada vez más espectaculares.
Arques ha sido el promotor de un cambio tan profundo como tranquilo en el municipio alfasino. Enemigo de las grandes alaracas, su apuesta por ir cambiando l’Alfàs y l’Albir de manera lenta, pero continua, sólo se ha visto modificada esta última legislatura, cuando la pandemia trajo como consecuencia la decisión de la Unión Europea de inyectar el mayor paquete de estímulos financieros a la economía del continente desde la Segunda Guerra Mundial.
Lluvia de millones europeos
Los Next Generation llegaron para sumarse a los Feder, aprobados en el tramo final de la pasada legislatura, que han permitido realizar una Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Intergrada (Edusi) que, si bien sigue siendo la mayor intervención jamás realizada en el municipio, promete quedarse pequeña comparada con la lluvia de millones europeos que ha dejado caer Bruselas en l’Alfàs en estos últimos cuatro años.
Arques, por lo tanto, se presentará a las elecciones del 28 de mayo poniendo a examen no sólo sus últimos cuatro años, sino que volverá a preguntarle a sus vecinos si consideran que ese modelo de ir sin prisa, pero sin pausa, les sigue convenciendo.
La gran incógnita que despejará el 28M en l’Alfàs es saber si Arques puede mejorar el 54% de votos obtenido en 2019
Más de la mitad de los votos
De hecho, la gran pregunta en l’Alfàs del Pi no se centra en saber si Vicente Arques repetirá victoria. Ni siquiera es saber si ganará por mayoría absoluta. Todo el mundo, incluidos sus rivales políticos, dan por descontada la respuesta afirmativa a ambas cuestiones.
La gran incógnita a despejar cuando el día 28 de mayo se abran los colegios electorales será la que determine si Arques y, con él, los socialistas alfasinos, han tocado techo o todavía tienen algún margen de mejora. En 2019, Vicente Arques obtuvo más de la mitad de los votos escrutados en el municipio (el 54% del total), lo que le valió para contar con 14 concejales por sólo cuatro del Partido Popular, dos de Ciudadanos y uno de Podemos.
Las elecciones locales alfasinas están marcadas por el triste espectáculo ofrecido por el PP
El PP, destruido
Claro está que algo habrá hecho bien Vicente Arques en estas cuatro legislaturas para ganarse esos enormes niveles de confianza; pero también es cierto que a su éxito ha contribuido de forma muy entusiasta la deriva autodestructiva, y en ocasiones desquiciada, del Partido Popular alfasino que, bajo la dirección de Maite Huerta, pasó de ostentar la alcaldía entre 2002 y 2007 a la más absoluta irrelevancia.
El, por ahora, último capítulo de ese serial se vivió apenas seis horas antes de que se cerrara el plazo para la presentación de candidaturas ante la Junta Electoral, cuando la dirección regional del partido fulminó al que iba a ser su candidato, Carlos Pastor, para imponer otra lista (en la que sólo aparecían tres miembros de la original) encabezada por César Martínez, número dos y concejal electo de Ciudadanos hasta sólo un mes antes.
Ciudadanos y Vox tratarán de pescar en el revuelto y destruido caladero de la derecha local
Maribel Torres no se va
Aunque había anunciado su marcha de la vida política, la implosión del PP local propició que Maribel Torres se replanteara su decisión y acabara formando, literalmente contrarreloj, una lista con la que concurrir a estos comicios bajo las siglas, una vez más, de Ciudadanos.
Con el PP absolutamente desnortado, la de Torres parece haberse convertido, de la noche a la mañana, en la única opción seria para los votantes de la derecha alfasina. Frente a ella, su excompañero César Martínez y la ultraderecha de Vox representan claramente la división y el populismo de ese lado de la bancada.
Vox y Podemos lo intentarán
Vox y Podemos son, en muchos sentidos, las dos caras de un mismo espejo. Absolutamente opuestos en lo ideológico, sus propuestas, cercanas siempre al populismo y a la respuesta fácil a los problemas más complejos, tratan de contentar los oídos menos exigentes a derecha e izquierda.
Ambos tratarán de obtener, al menos, un concejal que les permita hacer ruido institucional sin que, al menos de lo que han venido publicando hasta ahora en sus redes sociales y notas de prensa, se pueda obtener una conclusión más o menos clara de lo que proponen o aspiran a conseguir para la ciudadanía alfasina.