Altea fue el único destino de toda la Comunitat Valenciana en conseguir el denominado lleno técnico (más de un 95% de ocupación hotelera) durante la pasada Semana Santa, que no sólo fue la primera gran cita turística del año, sino también el primer gran examen para el sector una vez que se han superado ya la totalidad de las restricciones sanitarias que han imperado desde marzo de 2020.
Ese buen comportamiento de la principal industria de la región y del municipio no fue nada nuevo ni algo exclusivo del periodo vacacional de la Semana Santa. Altea ha venido siendo uno de los destinos más visitados desde el mismo verano de 2020 (el más afectado por la pandemia) y, aunque ha sufrido las consecuencias del coronavirus como todos los demás, ha sabido capear muy bien la tormenta que dejó a tantos turistas encerrados en casa.
Los trabajos tendrán un plazo de ejecución aproximado de seis meses
Preparados para el relanzamiento
Con picos muy altos en las temporadas de mayor afluencia y valles muy profundos en los meses menos concurridos, lo cierto es que Altea se ha dedicado estos tres años de incertidumbre a tratar de mejorar sus infraestructuras para que, cuando regresara la normalidad, algo que ha ocurrido ahora, todo estuviera en perfecto estado de revista antes del relanzamiento de la carrera por ganar visitantes.
El ayuntamiento de la Villa Blanca ha venido realizando actuaciones de toda índole en distintos puntos del municipio, no sólo para contentar la cada vez mayor exigencia de sus visitantes, sino también las necesidades de sus vecinos, que son los que viven en sus calles los doce meses del año.
Mejorar la salubridad
Una de las últimas actuaciones que se ha puesto en marcha en ese sentido es la renovación de infraestructuras hídricas y saneamiento en el Casco Antiguo, concretamente en la zona del Portal Vell y la calle Sol, que se encuentra ya en fase de licitación.
El concejal de Infraestructuras y Ciclo Hídrico, Diego Zaragozí, eso sí, explica que “por varios motivos, las obras darán inicio pasado el periodo estival”, pero insiste en que su “objetivo principal es eliminar los problemas de salubridad y humedades que padecen los vecinos del Portal Vell y calle Sol, debido a la antigüedad y deterioro de las infraestructuras subterráneas”.
Las obras se retomarán después del verano para minimizar las molestias a los vecinos
Problemas con Categor
Zaragozí ha recordado que esos trabajos dieron inicio del pasado año, pero que Categor, la empresa concesionaria de las obras, terminó abandonándolas obligando al ayuntamiento de la Villa Blanca a “afrontar múltiples vicisitudes hasta poder llevar a cabo una nueva concesión de la obra”.
El responsable local de las áreas de Infraestructuras y Ciclo Hídrico asegura, una vez se ha conseguido desbloquear la situación, que “la negociación ha sido ardua para conseguir que Categor se desvincule del derecho que tenía sobre la obra y, una vez que se ha conseguido liberarla, se ha tenido que rehacer el proyecto y revalorizarlo para poder licitarlo de nuevo”.
Aumento del presupuesto
Una reevaluación, continúa explicando Diego Zaragozí, que “se ha debido a las nuevas circunstancias económicas actuales de subida de precios, lo que nos ha obligado a aumentar el presupuesto” destinado a las mismas.
En ese mismo sentido, Diego Zaragozí ha adelantado que “dado que la segunda fase de esta actuación, prevista para la calle Alicante y para la que también existía consignación, estaba también en macha, se ha decidido unir las dos obras”.
Tras la modificación, se ha incluido en la misma obra los trabajos de mejora de la calle Alacant
Más de un millón de inversión
Ahora, una vez acabado el periodo de presentación de propuestas y valoradas las mismas, será la mercantil Levantina Ingeniería y Construcción S.L. la que ejecute las obras de los dos proyectos, ya unidos en uno, “cuyo coste total asciende a 1.055.719,28 euros, de los que la Diputación de Alicante asume 639.725,90 y el resto será aportado por el Ayuntamiento”.
El concejal de Infraestructuras y Ciclo Hídrico explica que, pese a todos estos contratiempos, “estamos contentos, porque la empresa concesionaria es una empresa con solidez reconocida y entendemos que no tendremos problemas para realizar la obra”.
Seis meses de actuación
Llegados a este punto, continúa explicando el concejal alteano, “estamos en contacto con la mercantil para establecer el inicio de la actuación. Es una obra de unos seis meses de duración y creemos que lo mejor es hacerla en septiembre u octubre; además de que hay un informe de la concesionaria municipal del agua que aconseja llevar a cabo la obra finalizado el verano, porque se van a producir cortes puntuales del suministro de agua”.
Zaragozí también ha querido “lamentar profundamente todas las molestias ocasionadas al vecindario durante estos meses de parón de las obras. El propósito principal del Ayuntamiento ha sido solucionar, con la máxima celeridad posible, los problemas que se han dado; el tiempo en las obras públicas a veces es más lento de lo que quisiéramos”.