El Museo al Aire Libre Villa Romana de l’Albir y el Molí de Mànec no son sólo dos de las principales atracciones turísticas de l’Alfàs del Pi, sino que ambos centros han sido objeto reciente de estudio en un curso del Museo de Bellas Artes Gravina (Mubag) de Alicante, en el que han sido señalados como ejemplo a seguir en la aplicación de herramientas digitales en la interpretación del patrimonio cultural.
De hecho, el Museo al Aire Libre Villa Romana de l’Albir ha incorporado recientemente un nuevo recurso tecnológico, que se basa en unas gafas de realidad virtual que permiten vivir una experiencia inmersiva, un viaje en el tiempo para ponerse en la piel de las personas que habitaron la Villa Romana de l’Albir en el siglo V d. C., su época de mayor esplendor.
«El principal reto de la interpretación del patrimonio es conseguir que el público disfrute en un museo» C. Frías
Una mejor experiencia
Ese proyecto, realizado junto al grupo de Patrimonio Virtual de la Universidad de Alicante (UA), supone una nueva apuesta del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi por el uso de las tecnologías en la interpretación museística y patrimonial, “convirtiéndose así en referente” en el campo, tal y como ha subrayado Carolina Frías, directora del Museo Villa Romana de l’Albir.
Frías añadía que “el principal reto de la interpretación del patrimonio es conseguir que el público disfrute en un museo y, para ello, tenemos a nuestra disposición infinidad de herramientas y estrategias que nos permitirán conectar a las personas usuarias con un pasado histórico que poco tiene que ver con su realidad cotidiana”.
Un gran campo de posibilidades
Dentro de ese camino, la virtualización del patrimonio se ha convertido en un recurso fundamental para la documentación, gestión y divulgación de bienes culturales. “Son técnicas que se pueden aplicar a un amplio espectro del flujo de trabajo como la conservación, la documentación o la restauración; pero resultan especialmente útiles para motivar e implicar al público en la valorización patrimonial y turística de museos, yacimientos y demás espacios de proyección cultural del patrimonio”.
De hecho, en el curso celebrado por el Mubag, la propia Carolina Frías presentó el trabajo conjunto realizado entre el Grupo Patrimonio Virtual de la Universidad de Alicante y el Museo al Aire Libre Villa Romana de l’Albir para la implementación de herramientas digitales en el estudio y divulgación de los bienes culturales del municipio de l’Alfàs del Pi.
Los personajes se han recreado a partir de captura de movimientos con personas reales, una técnica que se usa en el cine de animación
Metodología ‘made in l’Alfàs’
Se analizaron, de manera teórica y práctica, dos casos de estudio: la Villa Romana de l’Albir y el Molí de Mànec, “una experiencia que ha generado una metodología específica en la gestión museística de proyectos de virtualización”, ha subrayado Frías.
Las nuevas gafas de realidad virtual del museo se han convertido en un recurso “apto para todos los públicos, que fomenta la accesibilidad al patrimonio y que están disponible en tres idiomas: castellano, valenciano e inglés”.
Técnicas de cine
Con su uso, se accede a la visualización “de un documental dramatizado virtual en 360º en un entorno totalmente inmersivo”. Frías explica que “se recrean, con una técnica fotorrealista, tres escenas de la vida diaria en la villa romana de l’Albir: una recepción en el peristilo, un baño en las termas y un banquete en el gran comedor”.
La acción está ambientada “a principios del siglo V d.C., el momento de mayor esplendor de esta la villa romana. Los personajes se han recreado a partir de captura de movimientos con personas reales, una técnica que se usa en el cine de animación”.
La Villa Romana tiene junto con el Museo Arqueológico Nacional, uno de los pocos productos de este tipo que se dan en los museos de nuestro país
Un recurso único
Para la confección del guión “se ha llevado a cabo una documentación histórica exhaustiva, cuidándose todos los detalles para la recreación de los personajes con su vestimenta, joyas y peinados; la reconstrucción de los espacios de la villa, los jardines e incluso los alimentos del banquete”.
De hecho, este es “uno de los pocos productos de este tipo que se dan en los museos de nuestro país, junto con el Museo Arqueológico Nacional”, ha manifestado Carolina Frías.
La historia del agua en el Molí de Mànec
Por su parte, la historia del Molí de Mànec se remonta a finales del siglo XVIII y principios del XIX y la Universidad de Alicante se ha encargado de las reconstrucciones virtuales, tanto del entorno como de la maquinaria y volúmenes, “un trabajo que permite al visitante adentrarse en las instalaciones y conocer todo el proceso de transformación del grano en harina, siguiendo el recorrido del agua”.
Durante las visitas guiadas que organiza el Ayuntamiento mensualmente se explica cómo estaba organizado el molino, con una planta superior destinada a la vivienda del molinero y de su familia, y una planta inferior, donde se ubicaba la maquinaria y demás elementos necesarios para la molturación del grano.