El periodo histórico que vivimos está marcado, entre otros aspectos, por el análisis perpetuo de todas las situaciones. Los expertos consideran que cualquier circunstancia puede afectar a nuestra salud mental, y más después de haber superado -o no- recientemente una pandemia que ha dejado serios traumas en nuestra sociedad.
Es, por todo ello, el momento adecuado para dialogar con Vero Ferri Fayos, una joven pero ya experimentada psicóloga -especializada en psicooncología- que nos permitirá descubrir mejor qué nos pasa, por qué y, sobre todo, cómo.
Desarrolla su profesión en una clínica del centro de València, sin olvidar sus próximos proyectos, centrados principalmente en la creación de un grupo de apoyo que permita entendernos desde nuestras emociones.
«No todos deberíamos ir al psicólogo, únicamente al detectar que varios problemas bloquean nuestra vida»
¿Qué es la psicología sanitaria?
Es una especialidad, probablemente la más conocida dentro de la psicología, que tiene como objetivo la evaluación e intervención de las demandas que nos llegan desde una visión biopsicosocial.
¿Por qué todos deberíamos acudir habitualmente al psicólogo?
No todos deberíamos acudir habitualmente a un profesional de la psicología. Yo no voy, por ejemplo, al traumatólogo si no lo necesito.
El asistir a una consulta de psicología depende de la historia de la persona y de los recursos que tenga, así como de su demanda. Debemos acudir cuando detectamos que uno o varios problemas bloquean nuestra vida, inundándola de sensaciones desagradables e impidiéndonos gozar de sus aspectos positivos o placenteros.
¿Qué tipo de situaciones son más comunes?
Existen muchas que nos podrían llevar a un profesional de la salud mental: desde situaciones en las que perdemos el control, respondiendo a ella con agresividad e ira o con llantos incontrolables, pasando por miedos que nos impiden salir a la calle.
Esto no nos deja relacionarnos con otras personas en momentos cotidianos o nos hace encontrar dificultades para desarrollar nuestras habilidades y disfrutar de los que nos rodean, así como procesos de duelo complicado por el fallecimiento de un ser querido o el diagnóstico de una enfermedad.
«La incertidumbre provocada por la pandemia provocó que se nos rompiera totalmente nuestra rutina»
¿Cuáles son los síntomas para considerar que una persona tiene problemas de salud mental?
Síntomas como los relatados anteriormente puede que no sean visibles para los demás, pero sí para uno mismo, mediante presión en el pecho, dolor de estómago, dificultades para dormir o incluso molestias en la espalda.
Se trata de síntomas físicos y conductuales, pero también pueden aparecer en nuestros pensamientos. Un millón de cogniciones vienen a nuestra cabeza y parecen buscar un lugar para quedarse, enviándonos mensajes de amenaza o temor.
¿Es habitual que se manifiesten de un modo externo?
Estos síntomas necesitan expresarse en nuestro cuerpo, pensamientos o conductas, para darnos pistas que alguna cosa no va bien, para indicarnos que requieren más atención o cuidado.
Indícanos las principales causas de esos problemas mentales a día de hoy.
Aquello que nos afecta a nivel individual puede tener una repercusión directa en otros ámbitos de nosotros mismos. La consecuencia es la salud mental, mientras que las causas pueden ser, entre otras, el consumo de sustancias tóxicas, las redes sociales, el machismo, las situaciones precarias o la gordofobia.
«Empleo con mis pacientes la técnica del sentido de la historia vital, tratando que un recuerdo deje de infundir miedo»
¿Qué tipos de evaluaciones, específicas para el trauma, empleas para ayudar a tus pacientes?
Una herramienta muy útil y efectiva es la técnica del sentido de la historia vital, cuyo objetivo es trabajar la comprensión de un recuerdo de modo que éste deje de infundir miedo y se convierta en algo útil en el presente.
Es muy eficaz y, a la vez, compasiva, ya que permite dar sentido a situaciones traumáticas o de nuestro pasado no resuelto mediante su integración y cicatrización. Además, ayuda a crear nuevas pautas y habilidades.
La pandemia, ¿hasta qué punto afectó a las personas con una salud mental débil?
La pandemia fue un gran desafío para muchas personas. Las situaciones generadas por la incertidumbre de qué podía ocurrir en nuestra vida y en nuestros hábitos provocaron que la pandemia, de la noche a la mañana, rompiera nuestra rutina, lo que veníamos llamando el día a día normal.
Sencillamente, nos sobrepasó.
Como sociedad, pensamos que debemos tenerlo todo bajo control. Este aprendizaje ha sido construido a partir de unos antecedentes marcados por numerosos aspectos de nuestra historia vital, como la voz interior, modo de creer y vincularnos.
Por eso, ante una situación en la que predominan factores de estrés, de sobreestimulación y exceso de información que no controlamos, las personas nos rompemos. Sin duda, la percepción de amenaza cronifica -la que hace crónico un proceso negativo-, y ese estado permanente de alerta es lo que provoca la aparición de problemas de salud mental.