Victoria Arnáu García-Quijada / Periodista
Victoria Arnáu García-Quijada (Elda, 11-abril-1991) es copresentadora, junto a Susana Griso, del programa matinal de Antena 3 ‘Espejo Público’, pero tiene muy presente la educación que recibió en su Elda natal, “que me ha permitido llegar dónde estoy”, define con su eterna simpatía.
Pese a su juventud, cuenta ya con un amplio currículo profesional, primero en la radio, el medio que le apasionaba de pequeña, y posteriormente en televisión: Movistar, La Sexta, TVE…
Tuvo también la valentía de realizar -durante los sanfermines de 2017- un reportaje sobre cómo actúan los jóvenes ante una chica sola, el año después de la violación de ‘La Manada’. Considera que la sociedad ha mejorado, “pero todavía queda mucho por aprender”.
¿Tu pasión por la comunicación se inicia ya en el colegio?
Desde bien pequeña comencé a darme cuenta que todas las actividades que tenían que ver con la comunicación me llamaban mucho la atención. En tercero de Primaria, mi profesora Encarnita, del colegio Padre Majón, siempre que había alguna noticia importante de actualidad nos pedía que investigáramos en casa para hacerle un posterior resumen.
Me encantaba buscar información en el antiguo Macintosh de mi padre y después exponerlo en clase.
Ya durante la carrera, Erasmus en París e interesantes becas.
Al finalizar el instituto me fui a estudiar Periodismo a Madrid, porque pensé, con acierto, que tendría más posibilidades si estudiaba en la capital. Ya en los primeros cursos de la carrera intenté hacer prácticas y las primeras fueron en Elda, en la Cadena Ser, durante un verano. Me dieron la primera oportunidad y aprendí muchísimo.
Los siguientes años hice las prácticas en Madrid, donde cogí muchísimo rodaje, tanto en ‘Equipo de Investigación’ de La Sexta como en los informativos del Canal 24 horas de Televisión Española.
«Me apasiona la radio ya desde bien pequeña, pero la televisión tiene algo que engancha»
¿Seguidamente entras en Antena 3?
Mi formación a lo largo de las becas me permitió conocer a profesionales que luego me recomendaron en otros medios. Realmente mi primer trabajo ya licenciada fue en un programa de Movistar Plus llamado ‘Non Stop People’, donde tuve que presentar un informativo. Tenía muy poca experiencia y me fue muy bien.
A continuación, ‘Espejo Público’ de Antena 3, ‘Madridistas por el mundo’ para Real Madrid TV -una experiencia maravillosa que me permitió visitar Argentina, Marruecos, Alemania…- y ‘Madrid Directo’ de Telemadrid, que me dio mucha soltura y capacidad de improvisación.
En los sanfermines de 2017 realizaste unos atrevidos reportajes.
El verano anterior había sucedido la violación de ‘La Manada’ en Pamplona, y de cara a 2017 el director de ‘Espejo Público’ me propuso hacer un reportaje para saber qué le puede pasar a una chica que va sola a los sanfermines.
Iba grabando con el móvil, pero el resto de la gente no sabía que se emitiría en un programa de televisión. Estaba sola, pero con un cámara de Antena 3 a una distancia prudencial, para protegerme en el caso de pasar algo.
¿Cómo viviste la experiencia?
Pasó de todo, desde gente que se acerca y te habla hasta los que te molestan incluso después que les digas que te dejen en paz. Sí hubo un par de chicos que me incomodaron más, porque me tocaron y molestaron.
¿Llegaste a pasar miedo?
No, porque sabía que tenía un compañero al lado, y los que se acercaban iban tan ebrios que no podían casi ni sostenerse.
Recordemos que lo de ‘La Manada’ pasó en los sanfermines, pero puede suceder en cualquier circunstancia. Es muy habitual que las mujeres suframos este tipo de acosos, sobre todo cuando se mezcla alcohol y drogas.
¿La labor de los medios de comunicación es clave?
Sin duda, para darle voz a este tipo de situaciones, porque es increíble la cantidad de violaciones a menores que se producen.
El reportaje de los sanfermines tuvo mucha repercusión, aunque debemos reflexionar en todo lo que aún está por mejorar. No obstante, algo sí está cambiando a mejor. El debate está en si ahora se producen más violaciones o se denuncian más.
«Trabajar en diferentes medios me dio soltura y bagaje para regresar a Antena 3 en 2017»
Posiblemente las redes sociales las hacen más visibles…
Exacto, porque este tipo de individuos son capaces de grabarlo y después colgarlo en sus redes sociales.
Radio y TV, ¿dónde te sientes más cómoda?
Cuando estudié Periodismo lo que más me atraía era la radio y mi objetivo era trabajar en ella. Recuerdo que, en mi casa, mi madre siempre escuchaba la radio y crecí teniéndola de fondo. Más tarde, en la carrera, fui obteniendo prácticas en televisión y una cosa me fue llevando a la otra, porque mi sueño de pequeña no era ser presentadora de televisión.
Para muchos la radio es el medio más periodístico.
A nivel informativo, además, las buenas noticias, las exclusivas, siempre llegan antes a la radio. Sin embargo, trabajar en la televisión engancha mucho: la forma de trabajar con la imagen es muy bonita y ofrece infinidad de posibilidades. Actualmente estoy encantada en la televisión, pero quién sabe, quizás regrese a la radio algún día.
¿Cuáles eran tus referentes?
Cuando estaba en la universidad nunca me perdía ‘Salvados’, de Jordi Évole; y admiraba mucho a la periodista Concha García Campoy, que hacía las mañanas de Cuatro. Matías Prats era mi ídolo y luego, cuando le conoces, es incluso mejor.
En radio siempre me gustó Iñaki Gabilondo y ahora intento escuchar a Carlos Alsina. Tengo numerosos referentes en el periodismo: consumí desde pequeña mucha televisión y radio.
Regresas a Antena 3 en 2017, a Informativos.
Primero tres años en la sección de Sociedad y Cultura, donde se tocan diferentes temas. La covid estalló entonces y eran infinidad las noticias que se producían al día.
También hice mucha cobertura de sucesos y con el tiempo llegó la posibilidad de incorporarme al área de Política, que era todo un reto para mí porque la información política tiene mucho peso en la sociedad.
Me vino muy bien porque crecí muchísimo haciendo informativos sobre política, principalmente sobre tribunales. Pasé muchas horas en la Audiencia Nacional y cogí nuevamente mucho bagaje gracias a esa experiencia.
«Los medios de comunicación son claves para dar voz a situaciones de violencia machista, tan habitual entre las mujeres»
¿Coincides entonces con Sandra Golpe?
Sí, grandísima profesional que siempre me ha brindado muchísimas oportunidades. En sus informativos también hacía los datos que aparecían en pantalla y recuerdo esa etapa con mucha estima y de mucho crecimiento.
¿Existe competitividad en la televisión, al estar más expuestos?
Realmente somos como una familia y entre los compañeros se intenta que cada uno tenga su espacio, que todos tengan sus vídeos, directos, entrevistas… Hay un ambiente relativamente sano en la televisión, aunque existe ese mito falso que los profesionales nos picamos entre nosotros.
Si es cierto que hay que trabajar muchísimo para estar en los medios nacionales porque hay pocos puestos y están reservados para los mejores.
Ahora estás copresentando ‘Espejo público’: muchas horas en directo, formato matinal…
Los magazines matinales han ido cambiando con el paso de los tiempos, adaptándose a la actualidad. ‘Espejo Público’ es programa matinal, diario, muy frenético en el que a primera hora de la mañana se trata la actualidad política y económica, con entrevistas a los personajes relevantes de ese segmento.
Después, a media mañana, pasamos a la crónica social y tocamos el tema más de corazón a última hora de la mañana.
¿Cuáles son tus funciones específicas en el programa?
Estoy en la primera parte del programa: venía de hacer política en el Informativo y me he quedado en ese ‘role’. Esto hace que me tenga que levantar todas las mañanas a las cuatro y media, porque el programa empieza a las nueve, pero hay que prepararlo y los guiones me los escribo yo misma. Hay mucho trabajo previo.
Llego temprano a la tele para asistir a la reunión -a las seis de la mañana- en la que decidimos la escaleta del programa. La presentadora principal es Susana Griso, que es maravillosa, mientras yo me dedico a las pantallas políticas y económicas, dando paso a los temas de actualidad.
¿Cómo es trabajar con una profesional como Susana?
Una pasada. Ella vino joven a Antena 3 para presentar los Informativos junto a Matías, pero llevaba ya unos años en TV3, en la televisión de Catalunya. Ahora son muchos años, como quince, al frente de un magazine matinal como ‘Espejo Público’.
Trabajar con Susana es todo un privilegio, porque se trata de una periodista preparadísima, súper comprometida… Cuando entramos a la primera reunión ya se ha leído la prensa, se sabe todos los temas, tiene bien claro qué quiere y qué no quiere en su programa y es muy generosa en el trabajo.
«Me gusta regresar a Elda, donde encuentro paz y tranquilidad frente a mi estrés diario»
¿Os permite brillar por uno mismo?
Le encanta que se luzcan los que están a su lado trabajando, que tengan su espacio, y es una maravilla tenerla como jefa. Es, además, muy cercana.
¿Tienes otros proyectos, aparte de la televisión?
Me da mucho respeto escribir un libro, por ejemplo, pese a que soy una gran lectora. Estoy empezando a dar cursos de formación en Atresmedia y me está gustando mucho la docencia.
¿Cuál es tu vinculación con Elda?
Mi familia cayó en Elda por casualidad ya que mis padres, que procedían de Albacete, se desplazaron a esta localidad por cuestiones laborales. Ahora sigue allí mi madre, trabajando en un colegio, y todas mis amigas de la infancia, que las conservo y con las que me voy de viaje todos los años.
Recibiste un premio de tu antiguo colegio…
Sí, hace unos años, el premio Padre Majón, como reconocimiento. Me hizo mucha ilusión porque estaban allí los profesores de mi infancia, a los que les debo mucho porque el que yo esté ahora dónde estoy es gracias a la educación, los compañeros y orígenes que he tenido en Elda.
¿Vienes mucho a Elda?
Siempre que puedo, unas cinco o seis veces al año. Ineludible son las fiestas de Moros y Cristianos, la primera semana de junio.
Me encanta ir a Elda, tomarme algo con mis amigas en la Plaza Mayor. Frente a tanto estrés, regresar a mi pueblo me da paz y tranquilidad, darme cuenta que todo sigue en el mismo sitio.