Cuando resta apenas un mes para que el Castell de l’Olla de Altea vuelva a iluminar la noche mediterránea el próximo día 12 de agosto con el disparo de su 35ª edición. Será este un disparo muy especial ya que, como anunció el propio Ricardo Caballer nada más terminar el espectáculo de 2022, el histórico pirotécnico valenciano había decidido, de acuerdo con los miembros de la Cofradía del Castell de l’Olla, poner punto y final a su etapa al frente del mismo.
Desde entonces, uno de los grandes interrogantes que se mantenían sobre el Castell de 2023 era el nombre de la nueva pirotecnia que asumiría el reto de disparar uno de los castillos de fuegos artificiales más importantes del Mediterráneo y del mundo. Finalmente, ha sido en la mañana de este martes cuando se ha desvelado el gran secreto: la elegida ha sido la Pirotecnia Vulcano.
Un largo y exigente ‘casting’
La decisión se ha tomado después de que la Cofradía del Castell de l’Olla haya valorado una larguísima lista de candidatos que habían mostrado su interés por disparar un castillo que, por su envergadura, duración y, por supuesto, su condición de marítimo; puede disparar la reputación de quien lo hace posible al estrellato de su sector.
A ese ‘casting’ se presentaron los mejores pirotécnicos del panorama nacional e internacional y con todos ellos se mantuvieron reuniones en las que los responsables del espectáculo alteano interrogaron a los pirotécnicos sobre los preparativos, los procesos de producción y fabricación, el diseño, la programación del castillo y, en especial, sobre las mejores medidas de respeto medioambiental que son tan características de un Castell que se lanza en un entorno de gran belleza y especial valor medioambiental.
Con toda esa información, los responsables del Castell de l’Olla han terminado eligiendo a la Pirotecnia Vulcano adelantando, sin especificar por el momento los detalles de las mismas, que el espectáculo del día 12 de agosto tendrá «importantes novedades».
Adiós a un histórico
La llegada de Vulcano supone, a su vez, el cierre de la histórica relación que han mantenido el Castell de l’Olla y Ricasa, con el maestro Ricardo Caballer al frente. Él ha sido el encargado de llevar el espectáculo de San Lorenzo a alcanzar sus mayores éxitos y a la elite de los disparos mundiales.
Para José Pérez Gorgoll, presidente de la Cofradía del Castell de l’Olla la elección de Vulcano «ha sido una decisión muy meditada dado el magistral nivel de referencia que ha dejado Ricasa». En ese mismo sentido, el máximo responsable del grupo de personas que hacen posible este espectáculo aseguraba que «las tres empresas finalistas estaban a un gran nivel de excelencia y hemos trabajado mucho la elección con mucha exigencia».
Pérez Gorgoll ha desvelado que «lo que nos ha convencido de Vulcano es que nos va a deleitar con un espectáculo de fuego, sonido y luz fantástico y, sobre todo, muy respetuoso con el medioambiente, que era la principal exigencia. Se trataba de rizar el rizo porque llevamos muchos años esforzándonos y mejorando en este campo».
Un Castell reconocido
Por su parte, el propietario de Vulcano, José Luis Giménez, ha manifestado que «es un honor participar en esta 35ª edición de la fiesta de la pólvora de Altea que es el castillo de fuegos de artificio ejecutado íntegramente desde el mar único en España y referencia internacional de los castillos piro-acuáticos de larga tradición en los países ribereños del Mar Mediterráneo».
Cabe recordar que el Castell de l’Olla, que este año se disparará el 12 de agosto, está reconocido como ‘Mérito Turístico en la categoría de Oro’ de la edición de 1999 por la Diputación de Alicante y en el año 2007 fue declarada ‘Fiesta de Interés Turístico Comunitat Valenciana’. Igualmente, fue calificado por el Consell Valencià de Cultura como ‘Bien Etnográfico de Interés Cultural’.
En 2016, con motivo del 30º aniversario, tuvo el reconocimiento de Centro Unesco Mediterráneo, a través de la Comisión Española de este organismo internacional, que reconoció los valores de la protección universal de las manifestaciones humanas en materia de la preservación de patrimonio etnológico e inmaterial de nuestra Comunidad, ejemplificado en el Castell de l’Olla.