Benidorm, como tantas otras ciudades de más de 50.000 habitantes de España, va con retraso, con mucho retraso, en lo que a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) se refiere, pero sabe que la paciencia de la Unión Europea, que es quien obliga a ponerla en marcha, es finita y está a punto de terminarse.
Por ello, y tras el retraso sufrido en la licitación de las mismas, la ciudad está ya ultimando las obras que restaban por hacerse para poder poner fecha definitiva a la implementación de la ZBE de la capital turística de la Costa Blanca y, con ella, al inicio de las restricciones que de la norma se derivan.
Como muchas otras ciudades de España, Benidorm acumula un importante retraso en la creación de la ZBE
Después del verano
Tras preguntar al concejal del área en funciones, José Ramón González de Zárate, cuándo será ese nuevo ‘día D’ para la movilidad de la ciudad, explica que “calculo que será en el último trimestre de 2023”, aunque todavía no quiere señalar en rojo un día concreto del calendario.
En palabras del edil, “el cálculo que estamos haciendo pasa por poner en marcha la ZBE entre septiembre y octubre porque siempre se trata de buscar una época más calmada” en lo que al turismo, y, por lo tanto, la presión de tráfico se refiere.
“No hay más excusas”
González de Zárate no esconde que “en el tema de las bajas emisiones, tanto el Ministerio como Europa han puesto esas fechas ya sin más excusas porque nos hemos ido retrasando todos” y, añade, que “nosotros lo tenemos todo preparado para esas fechas”.
En cualquier caso, José Ramón González de Zárate vuelve a sacar su lado más activista, el mismo que muestra cuando defiende su plan de parkings disuasorios, al asegurar que “el ciudadano de Benidorm, si conoce la ciudad, ya lo sabe: esto no es nuevo”.
El ayuntamiento ha preferido dejar pasar la temporada alta y, con ella, el momento de mayor presión de tráfico
Décadas de recorrido
Se refiere el concejal de Movilidad en funciones a que, al menos a su juicio, Benidorm lleva décadas dando pasos hacia un modelo de bajas emisiones, aunque ahora vaya a bautizarse de esa manera formalmente.
De hecho, recuerda que “hace más de 30 años que por la playa de Levante ya no pasan coches. En el casco antiguo entraba todo el mundo y ahora tienes en la plaza Triangular y el Paseo de la Carretera cámaras de control de acceso desde hace veinte años y pasa lo justo y necesario: los vecinos, hablando claro. En Poniente, en Armada Española, en el año 2009 se hizo el paseo, aunque ahora lo estamos implementando con la plataforma única”.
No habrá grandes cambios
Por ello, cree que la llegada este otoño de la norma europea no cambiará casi nada porque “prácticamente toda la ZBE a la que nos ha dado el visto bueno Europa, en Benidorm ya lo estábamos haciendo”.
Pero hay una cosa que sí cambiará para el día a día de no pocos conductores: la amenaza real de la multa en el buzón.
Varias de las zonas incluidas en el proyecto de ZBE ya están afectas por distintas restricciones desde hace tiempo
Sin detalles por tarjetas
Para evitarlas, los conductores deberán conocer, antes de la puesta en marcha de esa gran Zona de Bajas Emisiones de Benidorm, cómo afectan las restricciones a sus vehículos dependiendo de la tarjeta medioambiental que tenga cada cual.
Y eso, conocer la normativa que aplicará Benidorm, es la gran incógnita que González de Zárate sigue sin desvelar. El edil explica que los técnicos municipales todavía están ultimando esa parte del documento para buscar las medidas más lógicas y adecuadas para la ciudad, en el marco de los mínimos y máximos que para cada etiqueta fija la Unión Europea.
Cerca del mínimo
Aunque no lo expresa claramente, de las palabras de González de Zárate se destila que esas restricciones estarán en Benidorm más cerca del mínimo que del máximo. Todo, porque el propio edil es de los que insiste cada vez que tiene la ocasión en que esta norma europea no tiene mucho sentido en Benidorm, ya que “estamos entre las cinco ciudades de más de 50.000 habitantes con mejor calidad de aire de Europa”.
En cualquier caso, el responsable en funciones del área local de Movilidad sabe que son muchos los vecinos y trabajadores de la ciudad que quieren saber cómo afectará la implantación de la Zona de Bajas Emisiones de Benidorm a su caso concreto y, por ello, asegura que “en julio empezaremos a publicitar cómo afectarán las restricciones a cada tipo de etiqueta”.
El consistorio está finalizando en estos meses las últimas obras relacionadas con la ZBE
“Prioriza el vecino sobre el coche”
Lo que sí ha adelantado ya González de Zárate es que las restricciones derivadas de la implementación de la Zona de Bajas Emisiones no tendrán efecto para aquellos cuyos domicilios queden dentro de la zona afectada. “Al vecino del casco antiguo le tengo que dar la disponibilidad de entrar a su casa. Prioriza el vecino sobre el coche”.
Sin embargo, preguntado directamente por una casuística concreta, el concejal benidormense no tiene más remedio que reconocer que no todos los vecinos se podrán saltar la norma. ¿Qué ocurre si no se dispone de aparcamiento propio? Entonces, salvo que se disponga de un coche cuya etiqueta lo permita, se tendrá un problema gordo. “Si no tiene parking, por supuesto que no puede entrar”, alerta González de Zárate que, eso sí, insiste en que “no puedes hacerlo desde hace veinte años”.
Sin multas hasta enero
José Ramón González de Zárate hace un llamamiento a la calma ya que, avisa, una vez se ponga en marcha entre septiembre y octubre la nueva normativa que está llamada a revolucionar la movilidad de la ciudad, su “implantación se va a hacer progresivamente”.
En ese sentido, asegura que “aquí no va a haber denuncias durante septiembre, octubre o noviembre. Empezará a haber alguna clase de denuncias ya en el mes de enero. Daremos septiembre, octubre, noviembre y diciembre para que la gente se vaya acostumbrando. Enviaremos cartas diciéndole al infractor que ‘por ahora, te aviso y a partir de enero, ya veremos’”.
Uno de los puntos más urgentes a mejorar ahora es el del deficiente transporte urbano de la ciudad
Mejorar el transporte público
Tanto el propio José Ramón González de Zárate, en su calidad de concejal de Movilidad, como el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, han lamentado en multitud de ocasiones la urgente necesidad de mejora del sistema de transporte público de Benidorm, y han reclamado una y otra vez a la Generalitat -que ahora gobernará el Partido Popular- que haga algo al respecto.
Con la llegada de la Zona de Bajas Emisiones es de esperar que muchas personas pasen a depender en mayor medida de ese transporte público, absolutamente deficiente en la capital turística de la Costa Blanca.
Dos clases de transporte público
El concejal de Movilidad sigue mostrándose reivindicativo y, aunque insiste en que “Benidorm es una ciudad muy cómoda para ir caminando”, asegura que “yo lo tengo muy claro: hay que hacer dos clases de transporte. Por un lado, uno turístico, que es el que tenemos ahora. Es el que va a darle rentabilidad a la concesión. Por otro lado, un transporte para el vecino y el trabajador. No sólo el de Benidorm, sino el de toda la comarca”.
González de Zárate es conocido en Benidorm por ser un madrugador empedernido. Edil también de Escena Urbana, uno de los pasatiempos de los benidormenses, al más puro estilo ‘buscando a Wally’, es localizar a ‘Joserra’ supervisando antes del amanecer alguna de las decenas de obras que suele tener en marcha a la vez.
Todas las ciudades europeas de más de 50.000 habitantes deberán tener su propia ZBE antes del 31 de diciembre
Sin bus para los trabajadores
Valga la anécdota -nada exagerada- para evidenciar que el concejal sabe bien lo que sucede en su ciudad a primera hora de la mañana y, por ello, asegura que “no entiendo que a las seis de la mañana no haya autobuses, porque hay gente que entra a trabajar a los hoteles y los apartamentos a esa hora”.
Así mismo, “no entiendo que haya autobuses que para desplazarse de La Cala al Rincón (de Loix) tarden una hora. ¿Qué empleado o vecino va a coger ese autobús? ¿Quién lo coge entonces? El turista, que se recorre todo Benidorm parando en todas las paradas y se puede bajar donde quiera. Eso es perfecto… pero tenemos que jugar con esas dos clases de transporte”, concluye.
Podría haber ayudas municipales
De la misma manera que el ayuntamiento de Benidorm, especialmente después de la pandemia, ha puesto en marcha líneas de ayudas que, en principio, no le competían en primera persona, González de Zárate no descarta que en el futuro, y como consecuencia de la puesta en marcha de la ZBE de la ciudad, el Consistorio pueda plantear dar ayudas a la compra de coches.
En ese sentido, no se quiere mojar las manos en exceso, aunque desliza que “no le digo que no; pero existen otras administraciones como la Generalitat Valenciana que, a través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) está dando bastantes ayudas”.
En cualquier caso, el concejal de Movilidad en funciones se pone a sí mismo como ejemplo y recomienda “no tener prisa. El mercado de la automoción está cambiando mucho. Yo pongo mi ejemplo: el año pasado me compré un coche y lo he comprado en modalidad de ‘renting’ de cuatro años. Prefiero ir pagando un renting de un coche híbrido durante cuatro años, porque no sé si dentro de ese tiempo van a cambiar las cosas”.