Somos unos auténticos privilegiados y en ocasiones no lo valoramos. Vivimos en una de las zonas más afortunadas no únicamente de España, sino de todo el planeta, con un clima espectacular, una gastronomía tan riquísima como saludable y un entorno excelente junto al mar Mediterráneo.
Residir en la Comunitat Valenciana, qué duda cabe, es una maravilla, con infinidad de posibilidades y beneficios a lo largo de todo el año. Y cuando llega el buen tiempo y la época de pasar el día al sol, contamos con el mayor número de playas y puertos con Banderas Azules de todo el país (153). ¡Qué más podemos pedir!
Es cierto que disponemos de cinco menos que el pasado verano, pero aun así superamos a comunidades que poseen muchos más kilómetros de costa. Así, Galicia, Canarias, Baleares, Andalucía y Cataluña nos superan en distancia, pero no en mejores playas. El total de banderas azules en España es de 729 para este 2023.
De entre nuestras provincias, Alicante ostenta ochenta y cinco banderas azules (sesenta y nueve de ellas en playas y dieciséis en puertos). Le sigue la de València, con treinta y cinco (una en puertos), y Castellón, con treinta y tres (también solo una en puertos).
Un reclamo turístico
La Fundación de Educación Ambiental concede todos los años, desde 1987, Banderas Azules a las playas y puertos que cumplen con una serie de requisitos. Sin duda, que una playa tenga una bandera azul ondeando es un signo de buena gestión ambiental, aguas limpias, una amplia variedad de servicios y seguridad.
Todas estas exigencias -además de identificar la calidad de las costas- permiten que los usuarios que van a acudir a estas playas puedan confiar en su pleno disfrute con total garantías.
Asimismo, las playas con bandera azul se convierten en un reclamo turístico para los veraneantes y los respectivos municipios trabajan a lo largo de todo el año para lograr este preciado reconocimiento.
El reto es promover la sostenibilidad en el sector turístico a través de la educación ambiental, la protección del medio ambiente y otras prácticas que fomentan el desarrollo sostenible. Indicar que cada año se van realizando modificaciones para lograr mejorar la calidad de los lugares de baño.
Es un signo de buena gestión ambiental, aguas limpias, seguridad y amplia variedad de servicios
Calidad del agua
Es, sin duda, uno de los puntos más importantes para los visitantes que acuden a una playa, debido a que siempre buscamos las aguas más claras y limpias para disfrutar, junto al baño y el sol, de las especies animales y vegetales que viven en el litoral.
Para saber con exactitud los niveles de calidad del agua se llevan a cabo diferentes muestreos por parte de la Directiva de Calidad de Aguas de Baño. También se analizan otras métricas, como el cumplimiento de la Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas.
Permite que los usuarios de estas playas puedan confiar en su pleno disfrute con total garantía
Información y educación ambiental
El respeto por la preservación y conservación de nuestros espacios naturales se logra gracias a la educación que impartimos a todos, desde los más pequeños a los más mayores. Uno de los requisitos es que las administraciones municipales que tengan competencia sobre las playas implanten tótems informativos.
Los datos que deben aparecer hacen referencia a los servicios que tiene la zona y la información relacionada con las áreas naturales cercanas, además de una serie de códigos de conducta para enseñar y transmitir el sentimiento de respeto por el medio que nos rodea.
Del mismo modo, los municipios están obligados a ejecutar unas estrategias basadas en actividades para promulgar la educación ambiental: se exige un mínimo de cinco al año.
También es un enorme reclamo turístico y los municipios trabajan todo el año para obtenerlas
Gestión ambiental
Se deben remarcar las acciones realizadas por las entidades públicas, porque la playa debe contar con baños públicos para los usuarios. Ya en el caso de las zonas urbanas tiene que haber un mínimo de un aseo para las personas con discapacidades físicas.
Es una obligación que se cumpla con las leyes que rige la legislación ambiental actual, especialmente la Ley de Costas. Se evalúa igualmente la gestión de los residuos de la zona y los puntos de reciclaje.
Seguridad y servicios
Por último, pero no menos importante, la seguridad de los bañistas es otro de los puntos relevantes en la evaluación de las banderas azules.
Entre los aspectos que se tienen en cuenta, que los accesos a las playas sean seguros y fáciles, principalmente en las zonas urbanas (donde deben estar adaptadas a personas con discapacidades físicas).
Además, como en cualquier zona de baño, tiene que estar presente un equipo de socorrismo cualificado con acceso a materiales de calidad y de primeros auxilios.