Sinceramente creo que a veces a algunos políticos habría que recetarles que se entretuvieran un rato viendo Barrio Sésamo, aquel programa que seguramente a muchos no les suene, pero para los que ya tenemos una edad entraba en nuestras casas a través de Televisión Española.
Era divertido lo fácil que explicaba Coco conceptos como cerca y lejos, arriba o abajo… y seguro que la diferencia entre ser primero o segundo, etc.
Quedar primero
Por más que se empeñen algunos políticos con mezclar conceptos, no es lo mismo. Ganar es quedar primero, y creo que eso todo el mundo lo entiende. Otra cosa es que las reglas en determinadas ocasiones permitan que varios sumen fuerzas y por lo tanto se impongan, como pasa en las instituciones locales, autonómicas y nacionales.
Y es que, si nos centramos en las últimas elecciones nacionales, Yolanda Díaz no ha parado de decir que Feijóo ha perdido y ellos han ganado. Si se refiere a bloques, para ganar deberían presentarse juntos y entonces sí, si obtienen más votos, habrían ganado. Además, simplificaría las cosas al votante.
Diferentes significados
En cualquier caso, vamos a centrarnos en lo de ganar, ya que nuestro lenguaje, tan rico en las diferentes definiciones de la misma palabra, pone como significado: aventajar, exceder a alguien en algo; avanzar acercándose a un objeto o a un rumbo determinado; mejorar, medrar, prosperar.
Sumar y los 15 partidos que la componen ni han aventajado, ya que han quedado cuartos en representación; ni han mejorado, puesto que sus resultados son peores que la suma de esos partidos en las anteriores elecciones. Ni siquiera han avanzado, ya que ahora necesitan más apoyos y más complicados para formar gobierno.
En busca de un presidente
Volviendo a la suma, ahí las cosas pueden cambiar. Hay dos candidatos a formar y presidir el Gobierno. Uno es Alberto Núñez Feijóo que ha obtenido más votos, pero que puede no conseguir la mayoría para gobernar; y otro es Pedro Sánchez, que ha mejorado incluso sus resultados de las anteriores elecciones, pero que necesita una gran suma de partidos para salir elegido.
Por si alguien desconoce el proceso, primero el jefe del Estado, Felipe VI, se reunirá con los diferentes candidatos y tras escucharlos propondrá a uno, hasta ahora siempre había sido el que había ganado las elecciones, para que se presente en el Congreso de los Diputados.
Si no es elegido por una mayoría absoluta de votos de los diputados en la primera votación, o por más síes que noes en la segunda, el rey podrá proponer a otro candidato, siempre que haya más de uno interesado.
Diferentes tipos de procesos
De no salir nadie se repetirían las elecciones, que podrían ser a finales de este año 2023 o principios del 2024. En esto sí hay diferencia con otro tipo de procesos electorales en nuestro país. Por ejemplo, en los ayuntamientos en un mismo pleno de constitución se decide todo: o alguien obtiene los votos suficientes para con la suma llegar a una mayoría absoluta, o se nombra alcalde a quien encabeza la lista que haya tenido más votos de los ciudadanos.
La elección para presidir el Congreso también es más eficaz. En una primera votación se necesita mayoría absoluta para ser nombrado presidente o presidenta, y si nadie la consigue son las dos personas que más votos hayan obtenidos quienes se presentan en segunda votación, bastando ya con una mayoría simple para ser elegido o elegida.
Hay que recordar que esta presidencia, cuya votación será a mediados de mes, es imprescindible para poner en marcha la elección al candidato para ser presidente del Gobierno, y que no es un nombramiento menor ya que quién ostente el cargo será la tercera persona con mayor autoridad en España, según la Constitución, tras el rey y el presidente del Gobierno.
El límite es la Constitución
Aunque si volvemos a lo de sumar, hay cosas que a lo mejor es a mí a quien me lo tienen que explicar como si estuviera viendo Barrio Sésamo, porque no acabo de entender los conceptos.
Por un lado, todos dicen que solo van a negociar con constitucionalistas o dentro del marco de la Constitución. Cuando oigo eso a Sumar y se refiere a partidos como Bildu, Esquerra Republicana, Junts, etc. que cuando juran su cargo lo hacen por imperativo legal, o que imponen un referéndum contrario a la Constitución no aceptándola y desafiándola, no me acaba de cuadrar.
Y lo hacen para criticar el que la otra parte negocie con Vox, por las ideas que estos puedan tener y puedan no gustar a mucha gente. Tampoco es que desde el partido de Abascal no quieran modificar cosas de la Constitución, ya que por ellos acabarían con las autonomías, entre otras muchas cosas.
Pero en esta guerra de querer sumar y justificarse no vale todo, no se puede insultar a la inteligencia de la gente, hay que ser claros y más cuando en todo momento eso es lo que se ha dicho: transparencia. Pues si uno es trasparente, los partidos que se necesitan para poder gobernar no son constitucionalistas sino independentistas. Y si votan a favor es para avanzar en lo que repiten constantemente: Amnistía y autodeterminación.
Cheque en blanco
En este inicio de negociaciones lo que más me asombra es como una parte desde el inicio descubre sus cartas. Desde el mismo día de los resultados electorales se ha dado por sentado que se va a gobernar con el apoyo de todos los partidos independentistas sin problema.
Éstos encantados, se lo han puesto fácil y ya están preparando las alforjas. Y si no consiguen lo que piden les da igual ir a unas nuevas elecciones, es más, posiblemente si gobiernan otros con los que no lleguen a acuerdos volverán a hacerse las víctimas, a generar incertidumbre y en ese río revuelto pueden volver a ganar votos.