Ayora, uno de los últimos pueblos de la provincia de València, próximo a tierras manchegas -a Almansa, concretamente-, sorprenderá al visitante por su rico patrimonio cultural, reflejado en el gran número de monumentos que son Bien de Interés Cultural, entre ellos su castillo o la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Es un municipio turístico de interior, situado en la comarca del Valle de Ayora y siendo el segundo término más extenso de toda la Comunitat Valenciana, después de Requena, con rincones como el Paraje Natural de la Hunde o Sierra Palomera, ambos de enorme valor natural y paisajístico.
Sin duda, su convulsa historia marca el estilo y variedad de su patrimonio, muestra del legado humano desde sus más remotas manifestaciones y visible en múltiples ejemplos: las pinturas rupestres del Abrigo de Tortosilla, el poblado íbero de Castellar de Meca, el mencionado castillo o los numerosos edificios religiosos.
Maravilloso entorno
Antes de adentrarnos en el propio municipio, conozcamos su variada oferta natural, con puntos como la Hunde -para muchos el pulmón de la provincia-, la Sierra de Ayora, la Hoz, el Estrecho del Sabinar o el Montemayor.
El PN de la Hunde, al nordeste de Ayora, a pie de la Sierra Palomera, es uno de los patrimonios naturales más importantes de nuestra comunidad autónoma, gracias al caudal de la Fuente de la Cadena. Se puede realizar una ruta, de algo más de nueve kilómetros.
Los más de mil metros de altitud de la Sierra de Ayora nos permitirán contemplar a vista de pájaro toda la comarca y la vecina Canal de Navarrés. Se trata, además, de un macizo que alberga en su interior multitud de enclaves naturales (cuevas, fuentes, abrigos…) de gran riqueza en flora y fauna.
En el abrigo de Tortosilla, de hecho, se hallaron en 1911 las primeras pinturas rupestres de la Comunitat Valenciana. Son escenas de caza, guerra, maternidad y muerte que con el paso del tiempo se han englobado en el Arte Rupestre Levantino.
La Hunde es uno de los patrimonios naturales más relevantes de la Comunitat Valenciana
Su castillo
Ya en Ayora, lo primero que llama la atención es su castillo, palacio del duque del Infantado, construido en la época de la Reconquista -siglo XIII- sobre una edificación árabe previa. Hoy semiderruido, contó con cuatro plantas, dos plazas fuertes y una torre del homenaje, además de murallas y torreones de defensa.
Fue destruido por las tropas borbónicas de Felipe V durante la Guerra de Sucesión Española. Se conserva la torre del homenaje, de planta cuadrada, la famosa puerta falsa -realizada en el siglo XVI por orden de la marquesa del Zenete-, lienzos, fosos y parte del recinto amurallado.
Se visita los restos de su castillo, derruido por las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión
Nuestra Señora de la Asunción
El principal templo religioso de la localidad se levantó a lo largo del siglo XVI e inicios de XVII, en estilo renacentista y manierista, con notable fachada. Alberga actualmente el archivo parroquial y un singular museo de arte sacro.
De igual relevancia es la iglesia de Santa María la Mayor, conocida también como la ermita de San Blas. Es el edificio más antiguo de la ciudad (siglo XIII) y se sitúa en la parte baja del castillo.
Otros lugares de culto a visitar son la ermita de San José, que regala unas espectaculares vistas de Ayora, y la Cruz de San Antón, cruz gótica ubicada a las afueras del municipio, en la carretera hacia Almansa.
También son visitables las iglesias de Nuestra Señora de la Asunción y la de Santa María la Mayor
Ruta del Hilo Rojo
Al recorrer Ayora, uno de los aspectos que más sorprende es una línea roja pintada en el suelo de algunas de sus calles. Es la denominada Ruta del Hilo Rojo, un novedoso proyecto turístico que busca dar a conocer un poco más su centro histórico.
Así, únicamente se debe seguir la línea roja para llegar a sus puntos más emblemáticos. Existe también la posibilidad de emplear una audioguía en el que diferentes personajes de la ciudad nos comentan los aspectos más destacados.
Otras rutas, más convencionales, son la de las ermitas, que recorre las seis y las dos iglesias de Ayora, o las mencionadas en los alrededores, en plena naturaleza.
Castellar de Meca
Es un poblado íbero, a unos veinte kilómetros de Ayora, que constituye una de las ciudades ibéricas de la Edad del Bronce más espectaculares de la península, siendo declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931.
Es una ciudad tallada en roca, construida alrededor del siglo VIII a.C., pero que no tuvo su época de máximo esplendor hasta cinco siglos más tarde. De grandes dimensiones, contaba con una compleja red de recogida de aguas -fundamentada en canalillos y más de un centenar de aljibes- y un amplio camino de carros de acceso al recinto.