¿Qué significa ser valenciano? Esta pregunta daría para un examen final en la carrera de Antropología. Ese reto pretende abordarlo l’ETNO, Museo de Etnología de València, que mantiene la sede en la ciudad, en el Centro Cultural la Beneficencia (calle Corona, 36). “Como sucede en todas las culturas, los valencianos se enfrentan a un futuro identitario indefinido y en debate permanente”, apuntan desde la propia institución.
El museo fue puesto en marcha por Joan Francesc Mira en la Diputación de València a principios de los años ochenta. Su espíritu fundacional, como indican fuentes de la propia institución, es “recoger, estudiar y difundir todo aquello relacionado con la cultura popular y tradicional valenciana”.
Objetivos y entrada
Como museo de la cultura popular valenciana, l’ETNO propone reflexiones universales a partir de los rasgos culturales propios de la sociedad valenciana. El museo investiga, documenta y expone el patrimonio que custodia desde una vocación de museo social.
Desde la propia institución señalan, “el equipo del museo trabaja las colecciones para aportar conocimientos y bienestar en la sociedad con las distintas acciones”. Dichas acciones son “hacer memoria, recuperándola y confrontándola con historias olvidadas”, apuntan fuentes del museo.
La entrada al museo (en horario de 10 a 20 horas), que solo cierra los lunes, es gratuita, lo que supone un excelente aliciente para su visita. Con esa misma entrada, el visitante, una vez concluye su recorrido perfectamente estructurado, puede acceder acto seguido al Museo de Prehistoria. No hay que olvidar, además, que dentro de la red de museos de la Diputación, el MuVIM se presenta como otro de los museos de acceso gratuito. Basta con caminar unos minutos calle arriba por Guillem de Castro para llegar a este.
El museo fue puesto en marcha por Joan Francesc Mira a principios de los años ochenta
Espíritu de tolerancia
Pero son más los objetivos que persigue este museo. Así, pretende promover la reflexión y el conocimiento de habilidades, prácticas y maneras de hacer de la sociedad tradicional que pueden ser valiosas para nuestra contemporaneidad.
La tolerancia y la voluntad de tender puentes aparece como la tercera gran meta que persigue: “coger y ofrecer diálogo, entretenimiento y saberes a toda persona, independientemente de su origen, formación y condición física”, apuntan desde l’ETNO .
Promueve el conocimiento de habilidades, prácticas y maneras de hacer de la sociedad tradicional
No es fácil ser valenciano
L’ETNO posee una exposición permanente con un nombre muy llamativo: ‘No es fácil ser valenciano/na’. En la misma se reflexiona alrededor de estas cuestiones tomando como referente la sociedad valenciana, desde el fin del mundo preindustrial hasta nuestros días.
La exposición se ha organizado en tres ámbitos y en cada uno se aborda un tema: la ciudad, donde se plantean cuestiones que tienen que ver con la tensión entre global y local; las huertas y los marjales, donde se habla de algunos estereotipos alrededor de la cultura valenciana; y el secano y la montaña, donde se hace referencia a temas poco conocidos de las tierras del interior valenciano.
El 26 de agosto tendrá lugar el concierto gratuito de Naiet Cirerer, un romancero ciego
Actividades
El museo pone en paralelo una serie de actividades en vistas a completar tanto su exposición permanente identitaria como sus muestras itinerantes. Tanto talleres, visitas como espectáculos musicales conforman una agenda de la que merece estar muy al tanto.
Así, todos los domingos del pasado mes de julio, l’ETNO realizó distintas visitas guiadas gratuitas comentadas para todos los públicos a la exposición temporal ‘2238 Paterna. Lugar de perpetración y memoria’, como parte de las actividades del programa ‘Las Fosas del Franquismo. Arqueología, Antropología y Memoria’. Tras el paréntesis veraniego del mes de agosto, las visitas se retomarán a partir del 15 de septiembre.
El 26 de agosto a las 19:30 horas tendrá lugar el concierto gratuito de Naiet Cirerer, ciego romancero que hace homenaje a esos invidentes que antaño recorrían pueblos contando y cantando acerca de lo que sucedía, de manera festiva, a veces en clave sainetera, a la forma de Bernat i Baldoví.
Quinto galardón para España
Hay que señalar que el pasado mes de mayo fue reconocido como Museo Europeo de 2023 (EMYA 2023). El premio otorgado por un jurado de expertos esponsorizado por el European Museum Forum y el Consejo de Europa reconoce la tarea de un museo de etnología dedicado a la cultura tradicional y popular de los valencianos.
Se trata del certamen más reputado del sector en el continente, y para la candidatura de este año concurrían casi 300 inscritos de dieciocho países europeos. Es la quinta ocasión que España consigue este galardón, que se entregó por primera vez en 1977. Anteriormente lo habían conseguido el Medina Azahara de Córdoba (2012), el Cosmocaixa (2006), el Arqueológico Provincial de Alicante (2004) y el Guggenheim de Bilbao (2000).