Como ‘El gatopardo’ de Lampedusa. El declive de un aristócrata venido a menos. En este caso hasta el abandono absoluto. El Sidi Saler, construido en 1970 sobre terrenos privados, es uno de los hoteles de cinco estrellas más antiguos de toda España. El faraónico complejo languidece con el mismo abandono que padece el Nou Mestalla.
La actividad del Sidi Saler se detuvo en 2011. Desde esa fecha el hotel se ha ido deteriorando a marchas forzadas. El salitre acelera su merma, habida cuenta que las instalaciones hoteleras se hallan en el corazón de la Devesa, con diversas urbanizaciones flanqueándolo. Los procesos administrativos y judiciales no hacen más que prolongar la agonía de este ‘rey caído’.
Tina Turner y Sting
Situado a unos diez minutos a pie de la ‘Platja dels ferros’, el hotel ofrece 276 habitaciones de lujo repartidas en un total de seis plantas. De seguir en activo, hubiera rebasado el medio siglo de historia. Muchos son los ilustres visitantes que ha albergado el entonces deslumbrante complejo.
Artistas como Tina Turner o Sting se alojaron en sus lujosas habitaciones. Años más tarde serían los acaudalados amantes de la vela quienes gozaron de las instalaciones con motivo de la Copa de América que se celebró en València. Algunas fuentes afirman que el ciclista Lance Armstrong se sometió a una transfusión irregular de sangre en una de sus habitaciones.
El hotel fue construido en primera línea de playa en 1970 sobre terrenos privados
La corrosión y los desconches
Basta pasearse por el perímetro del hotel para contemplar de primera mano buena parte de su deteriorado aspecto. Desde la carretera que le separa de las distintas urbanizaciones se puede percibir varios desperfectos en lo alto de la fachada lateral y frontal. La garita de la entrada y las palmeras que la flanquean yacen derribadas.
El vallado superior, las celosías y varias pérgolas se han quebrado y apenas se sostienen en pie. Las paredes han perdido su color original. Parte del vallado que da a la zona litoral se ha derribado, lo que permite descubrir el abandono de sus pistas de tenis.
El complejo ofrece 276 habitaciones de lujo repartidas en un total de seis plantas
Ayuntamiento
La nueva alcaldesa de València, María José Catalá, no dudó en pronunciarse pocos días después de su investidura respecto a la posible intervención administrativa para revertir el estado de abandono de este hotel de cinco estrellas. Así, la nueva alcaldesa asegura que buscará con la propiedad del inmueble y con los vecinos de la zona un proyecto para que este edificio «se ajuste al entorno».
La alcaldesa de la ciudad estima que el hotel Sidi Saler puede albergar un buen proyecto y recalca que demoler esa infraestructura, como se hizo en su día con el polideportivo El Saler, “no es la solución”. El anterior ejecutivo local tenía previsto iniciar un expediente de derribo que no se llegó a materializar. «Nunca se hizo. Por tanto, no hay iniciado ningún expediente en este ayuntamiento de derribo del hotel», ha precisado Catalá.
La nueva alcaldesa de València, María José Catalá, no se muestra partidaria de su derribo
El ministerio y los vecinos
Hay que recordar que el Sidi Saler se sitúa en primera línea de playa. Lo que en su día era uno de los grandes atractivos para alojar clientes, terminaría volviéndose en su contra, dado que incumplía la Ley de Costas al estar demasiado cerca del mar. Este hecho determinó su cierre.
Hace unos meses el Ayuntamiento de València rechazó la petición de los propietarios para reabrir el hotel y apostó por derribarlo a fin de reconstruir el controvertido cordón dunar. El edificio está ahora en un limbo y los vecinos creen que el derribo no es la solución.
Tanto es así que la asociación de vecinos de El Saler se ha manifestado a este respecto en varias ocasiones, destacando como buena idea la propuesta que se planteó de construir allí una residencia de la tercera edad o un centro de día.
Fondos de inversión
El hotel pertenece a varios fondos de inversión. Estos no dan por perdido el Sidi Saler, que lleva 12 años cerrado y cinco paralizado desde que obtuvo la renovación de la concesión para uso hotelero por un plazo de 30 años, prorrogable a otros tantos más, otorgada por el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco).
En 2007 se aprobó el deslinde que incorporó los terrenos a dominio público marítimo-terrestre. Este pasado mes de enero, el ayuntamiento denegó la licencia de obras y la licencia ambiental solicitada por la propiedad al estar fuera de ordenación sustantiva.
Llegados a este punto, es la Demarcación de Costas el organismo que debe pronunciarse sobre la prórroga de la concesión solicitada tiempo atrás. Los dueños del hotel alegan que el edificio se encuentra fuera de ordenación en diferido, una calificación que sí le permitiría llevar a cabo intervenciones de reforma en el edificio. Los próximos meses serán decisivos para asistir (o no) a este ‘retorno del rey’.