Si por alguna cosa es conocida Elda es por ser uno de los mayores productores de calzado de España. Con unos inicios puramente artesanales, a día de hoy existen modernas empresas que apuestan por la innovación, el diseño y la sostenibilidad.
Nuestro municipio logró hitos que han marcado el crecimiento de este segmento a nivel nacional, como la organización de la primera Feria Internacional del Calzado de España (FICIA) o la creación de INESCOP, el centro de innovación y tecnología del calzado, con sede en la propia Elda.
Sin duda, pasear por nuestras calles permite disfrutar de una notable variedad de comercios donde encontrar zapatos para todos los públicos, con especial relevancia al famoso calzado de señora de Elda, emblema de la localidad, además de otros productos de gran calidad, como bolsos y complementos.
Visita teatralizada
¿Cuál es el origen de esta industria?, ¿qué hechos transformaron a la población para que pasase de pequeña villa a pujante ciudad industrial?, y ¿cómo se forjó la identidad eldense en torno al calzado?
Éste es el hilo conductor de la visita teatralizada denominada ‘Elda, el origen de la industria’, cuyas dos primeras funciones -limitadas a treinta personas por pase- ya tuvieron lugar en marzo y mayo, mientras las otras dos se celebrarán en los próximos meses, el 8 de octubre y el 3 de diciembre.
Pasear por nuestras calles permite disfrutar de numerosos comercios donde encontrar zapatos de todo tipo
El origen
Existen muchos supuestos sobre la aparición de los primeros zapateros en Elda, los auténticos pioneros de esta industria. A mitad del siglo XIX diversos municipios inician su actividad con el paso de la alpargata -hecha con esparto- al calzado.
Pero en Elda la tradición alpargatera no fue la que nos encauzó hacia la fabricación del calzado, sino que esta profesión surgió como una necesidad acuciante y la búsqueda urgente de dinero para alimentar a una parte de la población que acababa de perder su principal fuente de ingresos, la agricultura.
La huerta de Elda, en ese sentido, era rica pero escasa. Determinante en todo ello fue la desecación de una gran salina en Villena, realizada además de un modo incontrolado: secó los cultivos de los pueblos del Medio Vinalopó y arruinó a numerosas familias eldenses que vivían del campo.
En la ruta conocemos el origen de esta industria y cómo se forjó la identidad eldense en torno a ella
Los primeros zapatos
Después de la marcha de los agricultores, en algunos lugares del centro histórico de Elda aparecieron innovadores que comenzaban a producir zapatos para venderlos en los mercadillos de los pueblos cercanos.
A aquellas personas muchos los llamaron incluso lunáticos, pues no se concebía que con el producto de esos zapatos se pudiese crear una mínima riqueza.
Los propios zapatos se elaboraban en las puertas de las casas y en su confección intervenían los familiares de los aprendices de zapateros, que con gran imaginación iban perfeccionando el estilo. Las ventas en localidades como Salinas, Sax o Monóvar animaban a seguir realizando más zapatos, tanto para niños como para adultos.
Durante muchos años nuestro municipio ha sido admirado, respetado e incluso envidiado por pueblos vecinos
Máquina de coser y tren
La posterior llegada de la máquina de coser, en 1840, y la puesta en marcha de la línea férrea Alicante-Almansa, en 1858, darían un nuevo impulso a la fabricación y comercialización de zapatos, debido a que nuestros vecinos podían ya viajar con mejores medios a lugares más remotos.
Los núcleos de zapateros iban creciendo y a finales del siglo XIX la industria de fabricación de calzados en Elda era una realidad. De hecho, en la última década de ese siglo había fábricas con hasta 500 empleados que producían miles de zapatos de todas las clases (para niño, caballero o señora).
Sin duda, si aquellos pioneros de la industria del calzado hubiesen buscado su fortuna en otras fuentes diferentes, Elda probablemente sería hoy otro tipo de ciudad.
Ciudad industrial
El calzado no únicamente consolidó nuestra economía como ciudad industrial, sino que este oficio -tan unido a la creatividad y al diseño- ha dotado a Elda de unas cualidades únicas y excepcionales a nivel artístico.
Sin embargo, nuestro municipio fue más allá, de la mano de unos vecinos que fueron capaces de nutrirse de las muchas personas que llegaban en busca de trabajo, para proyectar un dinamismo que difícilmente es comparable con otras ciudades de alrededor.
Así, a lo largo de muchos años hemos sido admirados, respetados e incluso envidiados. Elda ha podido crecer de forma extraordinaria gracias al tesón de sus habitantes, llegando a posicionarse en el orden internacional. Las ferias del calzado y las instituciones que envuelven a este sector son una buena prueba de ello.
Para conocer un poco más sobre la historia de Elda y su industria, muy recomendable es visitar también el Museo del Calzado.