Si hay un programa polémico en la parrilla televisiva de nuestro país es ‘El Chiringuito de jugones’, principalmente por el singular carácter de su conductor, Josep Pedrerol, y la forma cómo analizan la actualidad de los equipos de Primera División, con especial énfasis en el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona.
Son habituales las discusiones entre los tertulianos, en ocasiones subidas de tono, haciendo pensar a los espectadores que siguen un guion establecido. Para saber los entresijos del programa de Mega hablamos con uno de sus componentes, el periodista valenciano Álex Silvestre.
Amante de la comunicación, en un principio quiso especializarse en prensa escrita, pero probó la radio y le encantó. Seguidamente conoció la televisión y le fascinó todavía más. Lleva en ‘El Chiringuito’ desde 2014, primero como becario y ahora como miembro imprescindible.
«Las discusiones que suceden en ‘El Chiringuito’ son reales, no tenemos ningún guion establecido»
¿Por qué estudiaste periodismo?
Siempre lo tuve claro: cuando me preguntaban qué quería hacer mi respuesta era periodista y, además, deportivo. He tenido la suerte de dedicarme a lo que me gusta, pues de pequeño recuerdo que ya narraba partidos.
Comenzaste en una radio local.
Sí, en Radio Godella. Junto a dos compañeros de clase montamos el programa deportivo ‘Contracancha’, para ir cogiendo práctica y soltarnos. Hablábamos de todo, del València y del fútbol regional, aprendiendo cómo funciona una radio por dentro.
Luego hice dos veranos de prácticas en la Cope de Mallorca, antes de trabajar primero como becario en el programa de ‘Los Gipsy Kings’ de Cuatro y después en ‘El Chiringuito’.
¿Cuáles son tus funciones en el programa?
Cubro todo lo relacionado con el València y el Atlético de Madrid. Coordino también la redacción y hago una serie de reportajes, que si gustan siempre los aceptan.
¿Cómo es trabajar para Pedrerol?
Es duro y exigente, pero porque también lo es consigo mismo. Para mí es como un padre profesional: me dio la oportunidad muy joven de hacer lo que me gusta.
Se aprende muchísimo de él todos los días, es un animal televisivo. Te exige al máximo, pero luego te recompensa.
«Josep Pedrerol es como mi padre profesional: me dio la oportunidad de hacer lo que más me gusta»
¿Las discusiones que se producen son de verdad?
Por supuesto, no hay ningún tipo de guion, sino una escaleta de temas a tratar. La tertulia es muy pasional, como estar en el bar con tus amigos debatiendo sobre fútbol, que no deja de ser pasión.
Después fuera nos llevamos todos genial. Personalmente tengo mucha afinidad con Edu Aguirre, Darío Montero, Nico Rodríguez y Juanfe Sanz.
También colaboras con DAZN.
Realizo los pies de campo de los partidos del València, ya sea en Mestalla o fuera de casa. Hago la previa, comentarios durante el choque y entrevistas posteriores.
¿Te hizo sufrir mucho el València la pasada temporada?
Más que nunca, el año más duro que recuerdo sin duda. Esta temporada no va a ser fácil, pero espero que se sufra un poco menos.
¿Lo llegaste a sentir en Segunda?
Es más, en la última jornada, que para que el València bajara debía darse una carambola, comenzaron a pasar cosas. Empezamos perdiendo en el campo del Betis en el primer minuto y me temía lo peor.
Hasta que no se pitó el final del partido no respiré tranquilo. Fue un alivio, pero no una celebración, porque me fastidió tener que alegrarme por una salvación, cuando el València es un histórico.
«La solución del València es la marcha de Peter Lim, pero ¿quién lo compra con tantas deudas?»
¿Cómo intuyes esta campaña, sin apenas incorporaciones?
Puede llegar alguna más, pero tiene que ser a coste cero, es decir, cesiones o con la carta de libertad. De este modo es muy complicado hacer una plantilla competitiva al nivel que se le exige históricamente al València.
En el aspecto positivo, lo bien que lo están haciendo los chavales: Javi Guerra, Diego López o Alberto Marí, que son los que salvaron al equipo.
¿Confías en Baraja?
Quiero confiar y lo hago, porque además desde que ha renovado me gusta el mensaje que está lanzando en el vestuario, poniendo pautas donde antes no las había.
Siente mucho el València y lo importante es transmitirlo, que los jugadores sepan la camiseta que llevan puesta.
¿Por qué el València ha llegado a esta situación?
Por la mala gestión de un club que debe estar en Europa, que se le exige eso, pero que no tiene una estructura para lograrlo.
En ocho años de Peter Lim han pasado once entrenadores, entonces ¿cómo va a ir bien? No hay una estabilidad ni un proyecto, porque cuando fue bien con Mateu Alemany y Marcelino se dinamitó todo.
¿La solución es la marcha de Lim?
Sí, pero ¿a quién le va a interesar comprarlo con tantas deudas?