Después de más de dos décadas al pie del cañón, el grupo cantor de la asociación Ball i Art se ha convertido ya en todo un referente musical de San Vicente del Raspeig. Una historia que empezó en unas Hogueras y a día de hoy sigue reuniendo a personas de toda edad y condición unidas por la música.
Aquellos amigos foguerers y cantores
El génesis de esta aventura ocurrió en 1997, cuando la hoguera de Lillo Juan cumplió su cincuenta aniversario. En dicha comisión ya existía un coro infantil que participaba en concursos navideños, pero un grupo de adultos, que rondaban los cuarenta y cincuenta años, quisieron juntarse también para interpretar un himno que compusieron en honor a estas cinco décadas de trayectoria fogueril.
“El caso es que le cogimos gustillo y decidimos tomárnoslo en serio. Quedábamos entre nosotros para ensayar y actuábamos en todos los actos culturales que la hoguera organizaba. Cada vez teníamos más ilusión y ganas por hacer cosas” nos cuenta Puri Brotons, quien fuera una de las integrantes pioneras.
Cuatro años más tarde convinieron en constituirse como asociación. “Nos reunimos todos en la concejalía de Comercio. Allí se creó una junta provisional, y por sorteo me tocó ser la presidenta” nos recuerda Puri entre risas. Lo que quiso el azar, todavía perdura veintidós años después.
La asociación nació a raíz de un grupo de amigos miembros de la hoguera Lillo Juan
El coro infantil-juvenil
La nueva Asociación Cultural Ball i Art siguió creciendo durante los siguientes años. El antiguo coro de niños se convirtió en un coro infantil-juvenil con cantores que van desde los cinco a los veinticinco años, y que incluso cuenta con su propio cuerpo de baile.
“Es asombroso lo bien que encajan chavales con edades tan diferentes. Normalmente los mayores actúan de tutores con los más pequeños, y al mismo se implican en que los adolescentes estén a gusto para que de verdad les apetezca pasar un sábado ensayando con el coro. Todos tiran de todos. Entre ellos surgen lazos personales muy especiales” nos señala la presidenta del colectivo.
Así, este coro infantil-juvenil ha acabado convirtiéndose en una suerte de cantera para el coro adulto. “Después de tantos años todos salen con una preparación y formación muy grandes” nos aseguran.
«Ahora estamos en una época de cantar canciones en muchos idiomas del mundo» P. Brotons (presidenta)
Una coral muy polifacética
Con el paso del tiempo los coros de Ball i Art fueron saliendo cada vez más de su zona de confort. Ya no solo actuaban en eventos festeros, sino que se atrevían con toda clase de formatos.
“Va por temporadas. En estos últimos años hemos cantado zarzuelas, temas de Disney e incluso producido musicales que eran versiones libres de cuentos clásicos. Ahora estamos en una época en la que nos ha dado por canciones en distintos idiomas como puede ser en francés, italiano, euskera, alemán, hebreo, etc.” nos indica su presidenta.
Además viajan habitualmente a otros municipios de la provincia o incluso de otras comunidades autónomas. A lo largo de su intensa trayectoria se les ha escuchado ya en Castilla la Mancha, Asturias, Galicia, etc.
“No tenemos una especialidad como tal. Quizás nuestra principal característica es la capacidad de adaptarnos a lo que toque. Vamos todos a una y no nos importa asumir retos cada vez más grandes. Si por ejemplo hay que cantar en alemán, pues hasta nuestros miembros más mayores se animan a hacerlo” nos indican.
El 9 de septiembre actuarán en el Auditorio del Centro Social junto a una orquesta callosina
Miembros de todas las edades
Actualmente el coro adulto cuenta con 35 integrantes, mientras que en el infantil-juvenil son una veintena. El más pequeño de ellos tiene seis años de edad, y el más mayor suma ya 87 primaveras. Antes de la pandemia eran incluso más miembros, pero algunos cesaron por diferentes motivos.
“Durante la covid no podíamos juntarnos, así que ensayábamos por internet. Cantar todos juntos así era imposible, por lo que las directoras nos proponían hacer solos. Luego nos dejaron el patio al aire libre de un local y cantábamos con mascarilla” nos recuerda Puri.
Recuperada la normalidad, actualmente los jóvenes ensayan los sábados por la mañana, mientras que los adultos lo hacen los lunes y viernes a última hora de la tarde. Ambos coros están dirigidos por las profesoras de conservatorio Patricia Peinado y Klara Sarkadi. Quien quiera apuntarse, puede acudir a dichos ensayos que tienen lugar en la calle Cervantes.
Descansando en verano
Durante este mes de agosto los integrantes de Ball i Art se están tomando un merecido descanso, después de un julio bastante intenso en el que ambos coros han participado en varios eventos como el concierto de Fogueres y Barraques en el parque Juan XXIII, en la misa de la Virgen del Carmen en la Iglesia de San Vicente Ferrer o incluso en otras localidades como Villena o Villajoyosa.
Su próxima cita musical serán los conciertos de intercambios que realizarán con la Orquesta de Pulso y Púa de Callosa de Ensarriá, por lo cuales actuarán el 9 de septiembre en el Auditorio del Centro Social y al día siguiente en la localidad callosina.
La presidenta, Puri Brotons, quiere aprovechar esta oportunidad para solicitar al nuevo equipo de gobierno municipal que habilite más espacios para las diferentes asociaciones musicales sanvicenteras. “Los horarios están demasiado apretados, y si necesitas realizar un ensayo extraordinario te cuesta el oro y el moro encontrar un hueco. Es algo en lo que el nuevo concejal de Cultura debe trabajar” nos aduce.