La historia que les vamos a contar es curiosa, cada vez más conocida entre los seguidores de las redes sociales. Es la de David Lafuente (1984) y Silvia Jiménez (1982), dos policías nacionales de Picanya que se han hecho virales gracias a sus contenidos gastronómicos, descubriendo productos de numerosos sitios, especialmente de Estados Unidos.
Es tal su éxito en las diferentes plataformas que David, más conocido como Boufit, ha tenido que pedir una excedencia en su trabajo “para dedicarme en exclusiva a las redes y a la nueva pizzería que hemos abierto”. Queremos saber cómo a unos policías relativamente anónimos les ha cambiado radicalmente la vida en apenas unos años.
Son muchos los lugares que recomiendan de València, principalmente las pastelerías del centro. Consideran, en este sentido, que la capital del Túria, sin ser tan grande como Barcelona o Madrid, ofrece una gastronomía de primerísimo nivel.
Boufit_fatfood
Lo primero que nos llama la atención es el apodo de David, ‘Boufit’. “A los catorce años empecé a jugar a rugby y mi entrenador el primer día, al ver cómo embestía, me puso el sobrenombre de bou (toro)”, dice con una sonrisa. “Incluso en la policía me llaman así, el Bou”.
Con el tiempo se dedicó más a entrenar en gimnasio, haciendo fitness, y un amigo le agregó lo de fit, quedando Boufit. Se fueron entonces dando cuenta del éxito de los contenidos que subían los fines de semana, de hamburguesas o pizzas principalmente, “y agregamos la coletilla de fatfood”. Hacen, remarca, una mezcla de vida fitness con goce gastronómico.
Se consideran unos auténticos ‘frikis’ de la comida, especialmente la calórica procedente de Estados Unidos
El inicio de todo
Siempre muy activos en las redes, su viaje de novios fue por la Costa Oeste de Estados Unidos. “Somos muy frikis de la comida, nos fascinan los dulces y ese país es el paraíso de la cocina basura”, confiesa Bou.
Comenzaron a probar cosas que no estaban en España, a descubrir nuevos alimentos, transmitiéndolo en publicaciones o ‘stories’ de Instagram. “Generó muchísimo interés y, al comprobar que nuestra pasión gustaba, nos motivó a seguir. Fuimos escalando y hasta ahora”.
En USA han degustado, sobre todo, las carnes ahumadas, cocinadas a baja temperatura con humo, y muchos dulces que no llegan o tardan en hacerlo a nuestro país. Uno de ellos son los ‘reeses’, una especie de bombones con chocolate por fuera.
David, conocido como Boufit, ha pedido una excedencia para ocuparse de las redes sociales y su pizzería
El boom
David no se considera cocinero, “ni mucho menos”, pero le agrada hacer sus pinitos en la plancha, principalmente en su barbacoa. “Estábamos en el confinamiento y colgué un ‘reel’ (vídeo corto) haciendo una ‘smashburger’, que en ese momento no había ninguna en España, y tuvo casi tres millones de visitas” rememora. Mi cuenta subió en 10.000 seguidores en poco más de una semana.
Asumen su nueva fama con naturalidad, porque es cierto que el crecimiento ha sido progresivo. La gente le reconoce por la calle, le saludan, “pero siempre de una forma muy respetuosa y lo llevo de maravilla: estoy súper agradecido”.
Las anécdotas más graciosas le han sucedido en el trabajo, porque en ocasiones -yendo de paisano por los locales de València- se daban cuenta de quién es. “El tío de las hamburguesas”, me decían. Los compañeros se reían, pero siempre se ha sentido muy arropado por ellos.
Son unos apasionados de la crema de pistacho, que ya probaron hace años en un viaje por Roma
Viajes
Son muchos los viajes que han realizado, siempre probando lo mejor de cada lugar. Han estado en varias ocasiones en Nueva York y Los Ángeles, además de Philadelphia, Boston, Las Vegas, San Francisco, Chicago, Detroit…
Precisamente de esta última urbe americana tomaron la idea para su nuevo proyecto, una pizzería llamada Michigan Detroit Pizza, en la que preparan la pizza tipo Detroit, que se caracteriza por ser rectangular y cocinada en unos moldes -importados de allí- con una masa foccacia en el que, al poner el queso por encima, cae sobre los moldes y se carameliza.
Otras ciudades que han ‘devorado’, en este caso europeas, son Londres, París y las italianas Roma, Venecia y Nápoles. “Pese a su caos, estoy enamorado de Nápoles y su cocina”, señala David. Recordemos, de hecho, que la auténtica pizza procede de la urbe napolitana.
Pasión por el pistacho
La pasión de ambos por el pistacho merece un capítulo aparte: “ya lo probamos hace muchos años en Roma, donde es muy típico”. Se han convertido, insiste, en grandes incitadores de probar la crema de pistacho, y de promocionarla, “diciéndoles a los pasteleros que elaboren más productos con esta delicia”.
Sí admiten que todos estos manjares tienen muchísimas calorías. “En algunos viajes hemos ganados varios kilos, medio por día aproximadamente”. Después, ya en València, toca volver a la rutina, al gimnasio, y perder esa grasa acumulada.