Este viernes se ha celebrado la fiesta de clausura del servicio de respiro familiar de verano dirigido a personas con discapacidad intelectual y que se lleva a cabo cada año durante los meses de julio y agosto en la playa de Arenales del Sol. Una fiesta a la que también ha asistido la edil de Educación y Discapacidad, María Bonmatí, quien ha destacado la importancia de este programa como una alternativa de ocio y disfrute para estas personas en verano, pero también una posibilidad real de conciliación para sus familiares.
A lo largo de los meses de julio y agosto han participado en este servicio un total de 74 personas con discapacidad intelectual, de las que tres de ellas presentaban movilidad reducida, y para atenderlas el programa ha contado con seis monitores. Los participantes se han distribuido en cuatro quincenas según la preferencia de los solicitantes.
Este servicio contiene además un programa de recogida de los participantes en distintos puntos de la ciudad, para lo que se dispone de tres furgonetas de 9 plazas, que son ocupadas por un total de 7 usuarios y 2 monitores, y una de ellas adaptada para personas con movilidad reducida.
La jornada comenzaba a las 9 con la recogida de los usuarios y la llegada a la playa. Allí disfrutaban del almuerzo de actividades de manualidades, dinámica y paseos. No faltaba el baño en la playa, la ducha y la recogida de todo el material antes de la vuelta a casa a partir de las 13.00 horas. Al final de cada quincena se ha hecho un almuerzo especial donde los participantes han llevado algo de aperitivo y refrescos para compartir con todos los compañeros.