El músico alteano Noè Rodrigo Gisbert, quien combina su trabajo de profesor del Conservatorio Superior de Música de Salamanca con la labor de percusionista solista, ofrecerá un concierto el 20 de octubre a las 20:00h en Palau Altea en el que presentará su primer disco en solitario, que se llama “Paraules”. Así lo ha informado la edil de Cultura Pepa Victoria Pérez, acompañada por el propio artista.
Como ha recordado la edil, Noè Rodrigo inicia sus estudios en el Conservatorio de Grado Medio de Altea y en el seno de la Sociedad Filarmónica Alteanense; después cursa el Grado Superior en el Conservatorio de Zaragoza y completa su formación en el Conservatorio de Ámsterdam.
Como responsable de Cultura, Pérez ha invitado a los amantes de la música de toda la Comarca a disfrutar de este concierto gratuito y libre, limitado al aforo de la sala. La edil ha concluido destacando que, “Altea es tierra de músicos y Noè es otro de os músicos que sale de nuestro conservatorio y por ello quiero volver a destacar el importante trabajo que se realiza entre la comunidad educativa en nuestro pueblo y municipios colindantes”.
Por su parte, el músico alteano ha reconocido sentirse ilusionado con este concierto porque “significa presentar en Altea el álbum debut como solista, editado por IBS Classical, una discográfica española establecida en Granada, que al fin y al cabo son mis raíces”.
Noè Rodrigo detalla que su proyecto está formado por música la mayoría inédita, de la que hay grabaciones pero no son oficiales y otras de las que no hay grabaciones. “Es música escrita en los últimos 50 años, desde 1975 hasta 2015. Incluye algunas de las obras más representativas del repertorio de percusión, con percusionistas internacionalmente reconocidos como Iannis Xenakis y otros más cercanos a nosotros como Jesús Torres o el etnomusicólogo Buero Vallejo y obras de nueva creación como la escrita por la italiana Silvia Borchelini”. Explica Rodrigo, quien concluye indicando que “se trata de un disco con una profunda relación con el lenguaje y la comunicación. La música como la palabra se extingue sin ser pronunciada y es verdad que en muchas ocasiones la acústica hace que se extienda, pero la percusión a priori no puede hacerlo y es desde este punto en la que Xenakis compone “Psappha” en la que da prioridad al ritmo de los versos sobre el contenido melódico. Por otro lado, una palabra es un momento, una ventana a través de la que se expresa un sentimiento y que de manera inmediata desaparece. Son un poco estas ideas las que motivan la interpretación y también la selección de obras para el disco”.