Entrevista> Benito Marín / Delegado de equipo del CD Eldense (Alicante, 11-marzo-1969)
Después de una longeva trayectoria como delegado de equipo -Alicante CF, Hércules o Intercity- Benito Marín se unió a inicios de la presente temporada a la bonita aventura del CD Eldense en Segunda División, tras casi sesenta años.
Siempre, o la mayor parte de las ocasiones, pasan desapercibidos para el gran público. Por eso queremos ponernos en contacto con él para saber cuáles son las funciones exactas de un delegado y qué no debe hacer nunca, pese a la tensión de los partidos.
Su trabajo se centra fundamentalmente en facilitar la vida tanto a los jugadores como al cuerpo técnico, para que ellos se centren en ofrecer el mejor rendimiento en los partidos. “Te ven como una persona que les ayuda, simpática”, indica.
Desvélanos las funciones de un delegado de equipo.
Nuestra función tiene dos partes: una con el equipo (futbolistas y cuerpo técnico), en la que intentamos hacerles la vida más fácil, desde tramitar las invitaciones cuando vamos fuera de casa hasta organizar los viajes, por poner un ejemplo.
Nos encargamos de toda la logística de los desplazamientos y de detalles de todo tipo, facilitándoles también el día a día.
Asimismo, saber los jugadores que están disponibles (no sancionados) y cuáles no, controlar los cambios que debe haber, porque ahora tenemos tres ventanas en las que podemos intercambiar a cinco jugadores, o indicar los que tienen amarilla, para evitar que le saquen una segunda.
«Entre mis funciones: facilitar a los jugadores y al cuerpo técnico todo lo que necesiten»
¿Y respecto al entrenador?
Es fundamental el trato con el técnico, ayudarle lo máximo posible: control de las tarjetas amarillas, como indicaba, sanciones -tanto nuestras como del rival- y redactar un informe del árbitro que nos pita, para que conozcan quién es, si nos ha pitado antes o no, si es dialogante…
¿Qué no debe hacer nunca un delegado y, en cambio, sí hace?
En mi opinión, no debemos estar de un modo excesivamente beligerante en el banquillo. Aunque en un momento dado podemos hacer una protesta o comentarios -siempre con la máxima educación-, nuestra labor es la de apaciguar el banquillo.
Muchas veces es muy difícil, por la tensión que se genera. Si el delegado protesta de una forma excesiva lo único que puede hacer es perjudicar al equipo, con una tarjeta o expulsión. Es mucho más efectivo un comentario del entrenador.
Son momentos de mucha tensión.
Al final del partido, los jugadores en ocasiones van a protestar al árbitro, algo que no sirve de nada. Ahí debo calmarlos, impedir que le digan algo al colegiado, bloquearles…
Yo opto por una postura más sosegada, pausada, y eso a veces me ha causado problemas con el resto del cuerpo técnico, porque ellos entienden que se debe protestar y yo quizás pienso que no.
«Por su parte, el delegado de campo se centra en que al otro equipo no le falte de nada»
Sin duda, eres muy importante dentro del vestuario.
Para el jugador, el delegado es una figura ‘simpática’, porque realmente lo que hacemos es ayudarles en todo momento. Es decir, siempre te ven con buenos ojos.
De cara al cuerpo técnico, somos uno más, aunque el delegado no toma ninguna decisión a nivel deportivo (alineaciones, fundamentalmente). También te ven como una persona cercana porque les ayudas.
¿Cuál es la labor del delegado de campo?
Nuestro delegado es Iván Obrador y su función principal se centra en el otro equipo. Habla con ellos y les facilita todo lo que puedan necesitar -por ejemplo, un campo para entrenar o la distancia desde el hotel-, siempre con una comunicación fluida.
El trato entre los clubes tiene que ser siempre exquisito, pase lo que pase en el campo.
Anécdotas te habrán pasado miles.
Estando en el Hércules tuvimos un desplazamiento a Melilla de dos noches. Pedimos un campo de entrenamiento, el autobús se equivocó y los jugadores se mofaron del error. Fuimos a otro campo, en pésimas condiciones, junto a las vallas que separan la ciudad de Marruecos.
Los chicos estuvieron semanas de cachondeo por este asunto.
«El trato entre los clubes siempre tiene que ser exquisito, pase lo que pase en el césped»
Hablemos un poco del equipo, con un inicio más que aceptable.
Sí, viendo la complejidad de la categoría, con ningún partido fácil. El objetivo claro es la salvación, conseguir los famosos cincuenta puntos, aunque sin renunciar a nada.
Estamos compitiendo con calidad y muchísimas ganas, con buenos resultados en campos complicados. Debemos seguir con esa actitud, siempre con el apoyo de una afición extremadamente fiel.
¿Los rivales os respetan un poco más?
Lo importante es que el equipo está compitiendo cada partido.
Es una competición muy dura.
Y muy larga, en la que no te puedes confiar en ningún partido. Por eso debemos estar muy concentrados hasta la última jornada.