El Congreso de los Diputados está sin actividad parlamentaria. ¿Y qué están haciendo entonces los 350 diputados? Pues de momento lo que es seguro es cobrar la nómina a final de mes, ahora, en los que respecta al Estado…
No es normal que hayan pasado más de tres meses desde las elecciones y que hayan sido tres las ocasiones contadas en las que se ha convocado a los diputados. Un gobierno en funciones sigue siendo un gobierno, y sigue teniendo que dar explicaciones porque continúa tomando decisiones en nombre de todos.
Ciencia ficción
Pero la realidad es que estamos asistiendo a una ‘película’ que no se podría asignar al género de intriga, porque hay poca; ni de terror, que a veces lo da. Ni siquiera de suspense, ya que para eso debería mantener la tensión de la trama. Yo diría que estamos en lo que sería ciencia ficción. Nos movemos mirando a un futuro, pero obviando la realidad del presente.
Es difícil entender como desde las elecciones a día de hoy no hay ya o un presidente o convocatoria de elecciones, y que, en ese caso, con todas las cartas ya descubiertas de uno y otro lado, seamos los ciudadanos quienes decidamos.
Prisas si, prisas no
Por un lado se presentó Feijóo, que evidentemente estaba en su derecho como partido más votado, pero que sabía de antemano que difícilmente iba a poder ser elegido presidente. En esos momentos Pedro Sánchez tachaba todo ello de pantomima y de hacer perder el tiempo a los españoles en unos momentos decisivos, y en plena presidencia de la Unión Europea.
Todo parecía indicar que tras el fallido intento de Núñez Feijóo la investidura de Sánchez sería inminente. Pero no, llevamos desde entonces más de un mes y ni siquiera hay fecha de convocatoria para dicha sesión. Quizás esas cartas descubiertas, asegurando el apoyo de todos y que iba a renovarse su presidencia, no haya sido la mejor manera de negociar.
Hasta han tenido que hacer el show del desencuentro entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, con unas ‘duras’ negociaciones, para ir dando material durante esta espera que ya se alarga mucho más de lo previsible.
Pregunta ‘trampa’
Ahora, más de un mes después, de repente surge una nueva forma de seguir dando largas. Se va a plantear a los afiliados la pregunta sobre si quieren que se negocie para que Sánchez sea presidente. ¿Y por qué no se ha planteado antes? Si fuera que en la pregunta van detallados los acuerdos para ese apoyo a la investidura hasta podría ser comprensible, pero tan solo se pregunta si quieres que tu partido gobierne…
No obstante, y aunque sé que en esto me encuentro bastante solo, puesto que la mayor parte de la gente da por hecho la investidura de Pedro Sánchez, insisto en que realmente a los independentistas de Junts no les interesa acordar. De hecho a ERC ya le pasó factura entre sus votantes llegar a acuerdos con el gobierno de España. Ellos viven y venden mejor el desencuentro, el victimismo, y seguir recibiendo por unas negociaciones imposibles y eternas.
¿La forma ante un candidato dispuesto a dar todo por llegar a un acuerdo? Pedir y pedir hasta que a alguna cosa se le tenga que decir que no. Y puede incluso que algo de eso ya esté ocurriendo. ¿Sería entonces este un intento de que los afiliados voten no, sabedores de que detrás de la pregunta está la Amnistía, etc., y así justificar como que se deja de negociar a petición de éstos?
Eso blanquearía una ruptura de negociaciones y no dejaría mal aquella rotunda afirmación el mismo día de las elecciones de “vamos a seguir gobernando”.
Tiempo de descuento
En cualquier caso, poco más podemos hacer que dejar pasar el tiempo hasta como máximo ese 22 de noviembre, fecha en la que se debería celebrar la primera sesión de investidura para que tengamos presidente antes del día 27 o se disuelvan las Cortes.
Mientras, y dada la nula actividad, esperemos que si hay que hacer alguna reforma (de obra) en el Congreso de los Diputados, se haya realizado, así al menos alguien habrá aprovechado este tiempo.
Crímenes de guerra
Donde sí hay actividad, miserable y repugnante, es en las distintas guerras. En este caso me voy a referir a la que Israel ha declarado a Palestina. Es cierto que un grupo terrorista como es Hamás hizo una matanza por la que tiene que ser juzgado y a quien hay que exterminar.
¿Pero alguien entendería que cuando la banda terrorista ETA mataba indiscriminadamente se hubiera bombardeado Euskadi matando a civiles inocentes, incluido niños?
Hasta la guerra tiene límites. Lo que está haciendo Israel no es defender a los suyos y luchar contra una banda criminal, es realizar crímenes de guerra matando y mutilando indiscriminadamente a la población civil; niños, mujeres y hombres cuyo único delito es haber nacido en Palestina.
Y crímenes de guerra también es obligar a desplazarse, bajo amenazas de muerte, a cientos de miles de personas abandonándolo todo. Y no dejar ni siquiera que pase ayuda humanitaria para poder ofrecer algo tan básico como agua. Y dejar a los hospitales sin poder atender a los heridos…
Tanto, ¿para qué?
Al final hay muchas organizaciones, cientos de miles de personas trabajando con dinero público para velar por un mundo más justo, pero ni cuando matan a los suyos, como ha pasado con los delegados de la ONU, pueden frenar esta salvajada.
Si solo es para los tiempos de paz, no necesitamos a nadie, en esos momentos ya nos protegemos solos.
Desde AQUÍ grupo de comunicación condenamos los ataques terroristas y los que se hacen en nombre de un estado, porque al final lo único que separan a unos de los otros es la legalidad.