Entrevista > Sandra Gómez / Concejala de Fiestas de l’Alfàs del Pi
Se declara una festera confesa y, como tantos otros vecinos y vecinas de l’Alfàs del Pi, lleva semanas contando los días para que el pregón dé el inicio oficial a las fiestas en honor al Santísimo Cristo del Buen Acierto de l’Alfàs del Pi. Sin embargo, las de 2023 serán bastante distintas para Sandra Gómez, porque serán las primeras que vivirá desde una posición de privilegio, como es la de la concejala del área.
Estas fiestas van a ser su primera vez como concejala del área. En una ocasión me dijo que usted es muy festera. ¿Cree que esta experiencia va a ser muy distinta a las vividas anteriormente?
Hombre, desde la experiencia personal, claro que va a cambiar. Al final, es vivir las fiestas de otra manera totalmente diferente. Aunque siga siendo festera y siga teniendo mi peña, siempre va a estar ahí esa parte de responsabilidad y de vivirlo de otra forma; de asistir a más actos y esperar, por supuesto, que todo salga bien, y aceptar que pueden surgir imprevistos y estar dispuesta para poder solucionarlos.
«Aunque siga siendo festera y teniendo mi peña, como concejala siempre va a estar ahí esa parte de responsabilidad»
¿Está satisfecha con el programa que han preparado los mayorales?
Sí, por supuesto. Estoy muy satisfecha. Al final, es un año duro de trabajo. Han estado trabajando muchísimo, haciendo acto tras acto para poder recaudar dinero. Al final, es un programa en el que muchas partes de las fiestas siempre son sota, caballo y rey.
Empezamos las fiestas con el pregón y acabamos con la procesión del Cristo, y entre medias siempre hay alguna orquesta, algún dj y alguna que otra sorpresa.
¿Cómo se equilibra la balanza entre lo religioso y lo lúdico?
Las peñas, en general, lo tienen muy interiorizado y saben que sí, que son las fiestas del pueblo, pero son unas fiestas religiosas.
Es usted muy joven y, por lo tanto, me puede dar una visión de primera mano. Es un hecho que la juventud es cada vez más laica. En l’Alfàs, ¿participa de esa parte religiosa de las fiestas, igual que sus mayores, o es algo que se está perdiendo?
En la ofrenda, por ejemplo, sí que participan todas las peñas y la ofrenda; al final, es un acto religioso. Es verdad, sin embargo, que a lo mejor a la procesión no va tanta gente joven, pero sí que participan de todos los actos en general.
«Creo que el primer día, que es el del pregón, es al que con más ganas llegas»
¿Cómo se puede involucrar más a los residentes de otras nacionalidades en las fiestas?
Desde hace unos años tengo entendido que sí que se realiza una especie de reunión con ellos, unos días previos a fiestas, y se les proporciona el programa, se les comenta cómo es y qué significa cada acto y, por supuesto, se les invita a participar.
¿Qué acto del programa de este año es el que más le ilusiona?
Creo que el primer día, que es el del pregón, es al que con más ganas llegas, porque es el día del inicio de las fiestas. Al menos, de manera oficial, porque es verdad que ya desde varios días antes vamos teniendo alguna que otra cosita.
Más allá de ese día, me gusta mucho la ofrenda por el tema de los trajes regionales. Yo tengo el mío y, desde entonces, me lo pongo todos los años y siempre que puedo. Es algo que me enorgullece y me encanta, la verdad.
«Me gusta mucho la ofrenda; tengo mi traje regional y me lo pongo todos los años. Es algo que me enorgullece y me encanta»
Las fiestas de las l’Alfàs llegan en noviembre y, por lo tanto, nada más terminar entramos en ‘modo Navidad’. ¿Cree que esa cercanía con las fechas navideñas pueden restar un poco de protagonismo a las fiestas?
No, para nada. La gente está esperando que llegue noviembre para tener las fiestas y no creo que tenga nada que ver con la Navidad. De hecho, en Navidad los mayorales siempre organizan su tardeo, su Nochebuena, su Nochevieja… Son cosas complementarias. No hace falta elegir.
Para la gente que nunca haya vivido estas fiestas o que tenga la tentación de marcharse a hacer una escapada turística, ¿por qué hay que quedarse y vivir las fiestas?
L’Alfàs es un municipio que, aparte de por la multiculturalidad, también destaca mucho por las tradiciones. A la vista está este año, por ejemplo, con el 50º aniversario de las reinas. Por supuesto, la gente debe quedarse para ser partícipe de las fiestas y vivirlas de una manera más cercana, porque al final son las fiestas de un pueblo.
Los que vienen de una ciudad, por ejemplo, no están tan acostumbrados a vivir este tipo de celebraciones. Son días de unión, de fiesta y de disfrutar mucho. Así que, por supuesto, les invito a todos a que sean partícipes de todos los actos.