Muy pocos conocen el origen de la osteopatía: parece ser que en el caluroso verano de 1838 un joven de diez años ayudaba a su padre en el campo, al noroeste de Missouri (Estados Unidos). Durante muchas horas un fuerte dolor de cabeza le había estado molestando y, al mediodía, pensó que descansar a la sombra de un árbol le aliviaría.
Buscando un sitio para ponerse cómodo, se fijó en una cuerda de labranza y, superando la ingenuidad de la época, le dio la forma de un lazo entre dos árboles, a modo de almohada en la que mecerse. Al tumbarse percibió una mejoría casi instantánea del dolor de cabeza, y al despertarse había desaparecido por completo.
Unos años más tarde, Andrew Taylor Still llamaría a ese momento “su primer descubrimiento en la ciencia de la osteopatía”, donde está considerado su padre. Hoy, casi dos siglos después, queremos conocer cuál es la realidad de este tipo de tratamiento natural y tradicional, y nada mejor que hacerlo con un profesional de la materia, Luis Hernández Martí.
¿Desde cuándo eres osteópata?
Hace unos diez años comencé a formarme, ejerciendo desde hace ocho. Antes era pintor industrial, pero como siempre me gustó el deporte -correr principalmente-, me trataba mucho. Conocí a una profesora de osteopatía muy buena.
Decidí entonces dejar mi trabajo, también por cuestión de salud, y me introduje en este segmento, haciendo primero quiromasaje. Poco después me di cuenta que lo más seguro y eficiente es la osteopatía, porque trata también temas articulares.
«Es un tratamiento manual, muy metódico y seguro en el que nunca se hace daño al paciente»
Más que medicina alternativa, ¿realizáis una más clásica?
Realmente no es una medicina, sino una ciencia o tratamientos manuales, muy metódica, sin aparatos complementarios. Es de origen americano, aunque las nuevas tendencias se dejan influenciar por la medicina alternativa china.
Es plenamente segura y en ningún momento se hace daño al paciente. Todos los tratamientos tienen la regla del no dolor. En el caso que lo haya, se baja la intensidad para poder tratar la zona.
¿Por qué muchos no creen en vosotros?
Debido principalmente a que la fisioterapia es la única que está regulada, mientras la osteopatía -que es legal-, no lo está. Todo ello crea confusión y desconfianza.
En muchos países de Europa sí está regularizada, pero en España no interesa que lo esté. Piensan que como no está normatizada no somos aptos, cuando la osteopatía es anterior a la fisioterapia.
«En muchos países de Europa la osteopatía está regularizada, pero en España no interesa que lo esté»
Otros, en cambio, sí piensan que hacéis ‘magia’.
Lo que sucede es que los tratamientos manuales son efectivos. El masaje de por sí ya es beneficioso por la relajación que se produce en la musculatura. Las técnicas estructurales dan muy buenos resultados, porque ayudan a restablecer la movilidad de forma rápida y a reequilibrar el cuerpo, que se autocure. No hacemos nada que el cuerpo no sepa hacer.
La magia de la osteopatía reside en que funciona.
¿Qué diferencias existen entre una sesión de fisioterapia y una de osteopatía?
La principal está en que el osteópata empieza con el paciente y no le deja hasta que finaliza. El tratamiento, además, es manual, mientras en los fisios se emplean aparatos externos: corriente, calor, agujas…
¿Cuál de las dos es más efectiva?
Depende de la persona y la lesión. Por ejemplo, si se debe rehabilitar un traumatismo, lo mejor es acudir a un fisio, al tiempo que el osteópata es la mejor opción si te duele el cuello o tienes cierta dificultad en la movilidad de un hombro.
¿Cómo son tus sesiones?
Primero le hago una pequeña entrevista para saber cómo se originó el dolor y cómo se siente. Necesito también saber si tiene o no movilidad, y si el problema está relacionado con otras partes del cuerpo, porque el dolor en un hombro muchas veces procede de las cervicales.
A continuación, hacemos una valoración visual y palpatoria de pie, antes de propiamente el tratamiento. En total suele durar unos cuarenta minutos.
«Tiene un origen americano, pero ahora hay muchas influencias de la medicina alternativa china»
¿El dolor puede venir porque somatizamos?
Sí, aunque siempre hay una causa. La mayoría de los dolores de cabeza o cervicales, o incluso problemas musculares, proceden de la tensión acumulada, estrés o ansiedad.
El propio cuerpo lo que hace es protegerse, tensionando la musculatura.
¿Qué beneficios genera vuestro tratamiento?
Aparte de lo obvio, es decir, recuperar la movilidad y minimizar el dolor, ayuda a cuidarse. Ya lo hacemos con la alimentación y haciendo deporte, pero además ahora logramos que el cuerpo no tenga tensiones musculares y una movilidad aceptable.
¿Debería haber una pedagogía sobre la movilidad del cuerpo?
Principalmente deberíamos aprender que todo está vinculado: una buena alimentación, ejercicios y tratamientos, tanto musculares como articulares.