Entrevista > Sergio Ortuño / Futbolista del CD Eldense (Elda, 2-marzo-1999)
Uno de nuestros héroes en el ascenso a Segunda División, Sergio Ortuño, se siente, en su cuarta temporada en el CD Eldense, un jugador importante y sumamente querido por una afición que califica “única”. Orgulloso del inicio de temporada del equipo, opina que “hemos perdido varios puntos por pequeños detalles” y admite que el objetivo es la permanencia.
Asentado en el once titular, trabaja plenamente por el bien del conjunto, haciendo en todo momento las nociones básicas que le pide el entrenador, Fernando Estévez. “Los técnicos son los que ven los encuentros desde un prisma diferente: estudian los partidos y saben cómo hacerle daño al rival”, reflexiona.
Otras claves en la lucha por mantener la categoría será regresar a la senda victoriosa en el Pepico Amat y mantener la fuerte piña que conforma el vestuario, herencia del bloque creado la pasada campaña.
«Tener el sentimiento eldense y poder mostrarlo en el campo es sumamente especial»
Nacido en Elda, te formaste, no obstante, en La Coruña.
Jugué de pequeño tres temporadas en el València y me surgió la posibilidad de ir a La Coruña, donde el Deportivo, entonces en Primera División, tenía un fútbol formativo bastante potente.
Estuve un total de cinco años y casi toda mi adolescencia y formación -tanto personal como futbolística- fue en tierras gallegas. Fue una experiencia lejos de casa que te hace también madurar.
Regresas después a casa, ¿te sientes un referente del equipo?
Sí, es un plus para mí ser el único jugador de la plantilla que es de Elda, ahora en el fútbol profesional, con todo lo que ello significa.
Es muy especial y siento la responsabilidad de transmitir a mis compañeros los valores y el sentir de este club. Tener el sentimiento eldense y poder mostrarlo en el campo es un privilegio.
¿Cómo te defines como jugador?
Soy sobre todo un jugador de equipo, porque me gusta hacer lo que el entrenador me pide y exige en cada momento, siempre buscando lo mejor para el equipo. Sí me gusta tener mucho la pelota, ser participativo, tanto en la salida del balón -fase de creación- como en la definición.
En los últimos años me he ido haciendo un jugador más potente físicamente, mejorando en la faceta defensiva; ahora mismo soy un ‘box to box’ (de campo a campo). Eso me hace ser más completo e importante para el equipo.
«Me gusta tener el balón, participar tanto en la fase de creación como en la definición»
El equipo está compitiendo, ¿con mala suerte en algunos partidos?
Posiblemente el equipo ha recibido menos de lo que se ha merecido, pero esta categoría no regala nada y si te despistas un segundo -aunque sea en el último minuto del tiempo añadido-, te pueden empatar como nos pasó en dos partidos.
Eso nos pesó un poco en los siguientes, con una mala racha de tres derrotas consecutivas; pero nos hemos recuperado y cada vez estamos más adaptados al campeonato, dándonos cuenta de que somos competitivos.
¿Urge recuperar las victorias en casa?
Sí, la clave del año pasado fueron los partidos en casa, donde no perdimos ninguno. Este nos está costando un poco más y debemos recuperar la fuerza de jugar en casa, con nuestra gente, de sumar de tres. Estamos, no obstante, en el camino correcto.
Objetivo del equipo y personal.
Sin duda, conseguir la permanencia lo antes posible y, a partir de ahí, la competición nos dirá si estamos capacitados para algo más.
Personalmente, junto a jugar el máximo de partidos posibles y ayudar al conjunto, quiero jugar en Primera División y llegar lo más alto posible. En las últimas temporadas he ido compitiendo cada año en una categoría superior y me veo preparado, mejorando año a año. Soy muy exigente conmigo mismo.
«Esta categoría no te regala nada, y si te despistas un solo segundo, pierdes puntos»
El entrenador, ¿cómo es?
Con las ideas muy claras, muy exigente; su mayor virtud es hacer que el equipo esté muy enchufado, tanto los que juegan como los que no. El pasado año, por ejemplo, fuimos el conjunto que más puntos logró a raíz de la entrada de jugadores del banquillo.
Hace que el equipo sea muy competitivo, que no se relaje nadie y nos hace creer en él y en sus ideas. Siempre ha confiado mucho en mí, ya desde el primer momento, algo que agradezco y trato de devolverlo con trabajo en el campo.
Finalmente, ¿qué decir de esta increíble afición?
Es una locura la afición que tenemos. No habrá muchas que desplacen tanta gente a cualquier campo. Es gente muy fiel, que no deja a su equipo nunca, obtengamos el resultado que obtengamos y en las condiciones que sean.
El ambiente que se respira en el Pepico es espectacular, una pasada.