Entrevista > Sonia Burguet / Veterinaria (Catarroja, 23-diciembre-1972)
Únicamente los que poseen mascotas en sus casas podrán disfrutar de estos párrafos como se merecen. Sumamente intuitivos, especialmente perros y gatos, convierten su llegada en una alegría, que con el tiempo pasa a ser auténtico amor y a formar parte de la familia; su pérdida, un momento dolorosísimo, provoca un daño irreparable.
De todo ello queremos dialogar con Sonia Burguet, gerente de Innova Veterinaria y amante de los animales, cuya pasión infantil llegó a ser en su profesión, “sin duda la mejor”. Son tan listos, nos explica, que ellos mismos saben escoger el momento de morir, porque comprenden que no hay vida sin muerte y viceversa.
Quizás muchos de nosotros deberíamos aprender de ellos, de su forma de entender el recorrido vital y de cómo se comunican. Nos explicará, asimismo, qué es la ley de bienestar animal y los errores más comunes que cometen sus tutores, “principalmente darles comida que no les corresponde”.
«Los gatos y los perros tienen una sensibilidad extraordinaria y perciben nuestras emociones»
¿Tienes la profesión más bonita del mundo?
Absolutamente: es pasión, vocación, hobby y, sin duda, trabajar con ‘pacientes peludos’ es todo un placer. Pagaría por hacer el trabajo que tengo.
¿De dónde procede esa pasión?
Con cinco años iba en el coche con mis padres y me preguntaron qué quería ser de mayor. Les contesté que no existía y me preguntaron que a qué me refería: “deseo ser médico de animales”. Ahí descubrí que se llama veterinario.
Apenas había veterinarios y se desplazaban a los pueblos, una vez en verano, a vacunar de rabia a todos los animales.
Seguidamente te vas formando.
Sí, primero estudié en València Biología, en la especialidad de Zoología. Mi idea era, al acabar, irme a Zaragoza y completar la licenciatura de veterinaria.
Trabajé después en algunos centros y en un hospital, hasta que finalmente me establecí en mi pueblo, Catarroja, en una clínica pequeña. Ahora estamos en un local mucho más amplio.
¿Es verdad que tienes una especie de magia con los animales?
Sobre todo comprendo sus tiempos. Los animales, especialmente los gatos, precisan de tiempos lentos. Junto a los perros tienen una sensibilidad extraordinaria y perciben nuestras emociones.
Hay que tener en cuenta que, cuando llegan a la clínica, lo hacen con dolor y el propio camino desde casa ha sido hostil. Nuestro manejo debe ser amable, que se encuentren confortables.
«La ley de bienestar animal le da el lugar que se merece, una protección que no tenía hasta ahora»
¿Cuáles son las emergencias más comunes que os llegan?
Sorprendentemente tenemos muchas urgencias por enfermedad gastrointestinal y problemas dermatológicos. Nos focalizamos en la medicina preventiva y nuestros pacientes acuden con mucha frecuencia al centro veterinario. De este modo nos adelantamos mucho a la enfermedad, minimizando las urgencias.
¿Y los errores más habituales de sus tutores?
Muchas veces humanizamos a nuestras mascotas y damos de comer alimentos que no son apropiados o generan un cambio brusco, provocando indiscreciones alimentarias o reacciones adversas.
¿En qué consiste la ley del bienestar animal?
Son muchos puntos los que abarca esta ley, aunque el objetivo es dar al animal el lugar que se merece, una protección que hasta ahora no ha tenido.
Existen algunos que son complicados de implementar rápidamente, pero sobre todo debemos velar por sus derechos. Minimizar los abandonos y ahondar por una tenencia responsable.
Uno de los grandes temores es la leishmaniosis.
Es una enfermedad que transmite un mosquito y que padecen principalmente los perros, pudiendo llegar a ser mortal. Los síntomas son muy inespecíficos, muy comunes a otras patologías, pero va evolucionando.
Muchas veces, por desgracia, cuando acude al veterinario, ya tiene alteraciones que comprometen la vida del animal.
Su tratamiento, como es tan caro, ¿provoca su sacrificio?
Así es. Hay dos motivos por el cual el tutor no lleva a cabo el tratamiento, y el coste es uno de ellos. Son medicamentos que, según el peso del animal, son muy caros.
Por ello, la prevención resulta fundamental. Nuestro lema es “no queremos que nuestras mascotas lleguen a enfermar”.
«Son tan listos los animales que saben comunicarnos cuándo es el momento de finalizar el ciclo vital»
¿Qué opinas sobre la eutanasia en los animales?
Afortunadamente tenemos la posibilidad de ofrecerla a los animales, en esa etapa tan importante de su vida, su marcha, su fallecimiento. Obviamente no hay muerte sin vida, ni vida sin muerte.
Como veterinarios nos preocupamos de que la calidad de vida de nuestra mascota sea satisfactoria, y cuando llega el momento que no lo es, ni hay tratamiento, optamos por la eutanasia desde el punto de vista humanitario.
¿Saben incluso el momento de irse?
Todos los animales saben cuándo es el momento de su retirada, el final de su ciclo vital. Para nosotros representa mucho sufrimiento por el apego que les tenemos. Son tan listos que saben comunicárnoslo y nos ayudan a tomar estas decisiones. Son maestros de vida.