Entrevista > Isma Fayos / Entrenador de fútbol (Canals, 12-julio-1988)
“El fútbol une al mundo”, dictaba aquel spot de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, entre otros; y esa, sin duda, es una de las primeras conclusiones que extraemos de nuestra charla con Isma Fayos, entrenador nacido en Canals, que lleva algo más de dos años inmerso en una apasionante aventura deportiva en Canadá.
Concretamente es uno de los preparadores de la academia College Bourget de soccer, que cuenta con excelentes instalaciones y alrededor de dos mil alumnos. La escuela está vinculada al València CF dentro de un programa global que anhela expandir una metodología de entrenamiento más europea.
Fayos, vinculado al deporte desde pequeño, nos explicará las diferencias entre la forma de preparar a estos jóvenes talentos -de diez a dieciocho años-, sus singularidades y cómo es vivir en un ambiente con inviernos extremadamente duros, que condicionan la vida en todos los sentidos.
También si hay ilusión en el país por ser uno de los organizadores del Mundial 2026 -junto a Estados Unidos y México-, si en su pensamiento está regresar pronto a la ‘terreta’ y alguna anécdota que le haya pasado en Quebec.
«Mi vida ha cambiado radicalmente, con un gran crecimiento personal»
¿Cómo te va por Canadá?
Disfrutando muchísimo la experiencia en Montreal; mi vida ha cambiado radicalmente en todos los sentidos, personal y laboralmente. Llegué a Canadá en agosto de 2021 y realmente fue un acierto; no siempre agradable, porque el invierno es muy duro y apenas tienes vida social.
¿Por qué razón te marchaste de València?
Llevaba ocho años de profesor de educación física en un colegio, pero dentro de mí tenía la necesidad de conocer un país extranjero, de vivir fuera de España. Ya en quinto de carrera no pude hacer el Erasmus en Italia y me quedé con las ganas.
Además, necesitaba mejorar el inglés, y cuando surgió la opción de entrenar en Canadá, no lo dudé.
También te está formando como persona.
Muchísimo. Ahora comparto piso con mi compañero Paco Juarros, pero estuve seis meses viviendo solo, y el crecimiento personal fue exponencial. Fueron unos meses comenzando desde cero, solo, en un país completamente diferente, nuevas experiencias, miles de anécdotas…
«La forma de ser de los canadienses es singular, al principio les cuesta abrirse»
¿Cómo es la gente canadiense?
Muy diferente a la que estoy acostumbrado en València, donde abren la puerta al nuevo y le integran en la sociedad. Aquí no; les cuesta mucho abrirse, sobre todo al principio. Luego son muy buena gente.
Sí es cierto que donde estoy, a media hora de Montreal, la vida es más pareja a la europea, muy diferente de la que te puedes encontrar en Toronto (Ontario), más ‘yankee’.
¿Y el nivel futbolístico?
Talento hay en todos lados, teniendo en cuenta que en la academia tenemos también chicos sudamericanos, africanos y europeos.
El problema de Canadá es el invierno, que además de ser muy largo -de octubre a abril, prácticamente-, los días son muy cortos y a las tres de la tarde ya se hace de noche. Eso dificulta mucho, porque las horas de entrenamiento bajan muchísimo.
¿Cuáles son las diferencias que encuentras con la forma de entrenar de España?
Pronto me di cuenta de que los menores practican muchos deportes en Canadá, siendo el hockey sobre hielo el principal. El fútbol es, copiándolo, muy directo, siempre al ataque; lo tienen muy arraigado.
También que el deporte es un espectáculo y buscan cambiar continuamente de club, con la idea de encontrar la mejor versión y jugar con otros de mayor edad. Son sobre todo atletas, olvidándose más de la técnica.
¿Es más anárquico?
No entienden de transiciones, buscando constantemente la portería contraria. No crean unas ventajas a través del juego de posición, sino que es más un ataque constante.
«Tienen arraigado el soccer como un espectáculo, con ataques constantes»
¿Qué les intentáis aportar?
Nuestro reto es enseñarles a mejorar, sabiendo su proceso de adaptación y aprendizaje, qué puedes pedirles en cada edad. En eso nos ayuda mucho el València CF, que nos marca qué debe aprender un chico en cada etapa.
Psicológicamente intentamos entenderlos también, porque no se le puede pedir lo mismo a uno de diez que a uno de dieciocho. Somos muy exigentes con ellos a nivel de actitud, de implicación.
¿Notas ilusión por la celebración del Mundial 2026?
Especialmente a nivel empresarial; tienen claro que es un negocio y la gente empieza a pensar en abrir establecimientos o tiendas de cara a ese momento.
¿Vas a quedarte mucho más tiempo en América?
Echo mucho de menos mi tierra, Canals, a mis amigos o la comida, pero profesionalmente las condiciones de aquí son inmejorables.
Te habrán pasado miles de anécdotas…
Sí, recuerdo la primera nevada fuerte. Al sacar la nieve, sin querer, se la tiraba a mi vecino, hasta que me dijo “what are you doing, man? (¿qué estás haciendo, hombre?)” (ríe).