Mikel Erentxun / Cantautor
El veterano cantautor Mikel Erentxun (Caracas, Venezuela, 23-febrero-1965) está de regreso en Valéncia en plena gira mundial para presentar su nuevo disco, ‘Septiembre’. Se trata ya del decimoséptimo álbum que edita en su larga carrera como solista, el vigesimoctavo si contamos también los de Duncan Dhu. Él mismo lo define como “un trabajo de contrastes”.
El próximo jueves 23 de noviembre aparecerá con su guitarra (e incluso con un piano) en la Sala Jerusalem. Antes de ello, nos atiende para conversar sobre pasado, presente y futuro.
Háblanos de tus inicios. ¿Cómo te dio por ser músico y cantante?
Desde que tengo uso de razón la música ha formado parte de mi vida. Tengo la suerte de haber crecido con unas hermanas mayores que tenían un buen tocadiscos y una buena colección de vinilos. Además en mi casa había un piano y una guitarra. Así que… lo demás es fácil de imaginar.
Crecí escuchando a los Beatles, Lou Reed, Cat Stevens y enseguida cogí una guitarra en plan autodidacta. Mi primer grupo fue a los doce años, y desde entonces siempre estuve ligado a grupos sin ninguna otra ambición ni pretensión que hacer música. En realidad Duncan Dhu fue uno más, lo que pasa es que empezamos tocando en institutos y acabamos llenando plazas de toros. De repente la música se convirtió en mi profesión, siendo algo que no buscaba. Yo más bien quería ser arquitecto, y de hecho lo soy.
«‘Septiembre’ es un disco que tiene un pie en el pasado y otro en el presente»
¿Recuerdas cual fue tu primera actuación pagada?
Esto es algo muy mítico en la historia de Duncan Dhu, el primer concierto que nos pagaron… fue en croquetas (risas). Fue un garito llamado Txirrista de San Sebastián, y por primera vez allí me dieron algo a cambio de música.
Luego ya el primer sitio donde nos pagaron de verdad curiosamente fue en Ibiza. Recién empezando nos llamaron desde un discoteca de la isla para tocar en invierno. Fue una experiencia maravillosa, ten en cuenta que nosotros éramos chicos de pueblo que no habíamos salido casi de San Sebastián (risas).
Cuando ya Duncan Dhu despegó llegasteis a meter 120.000 personas en un concierto por la Expo 92. ¿Por qué crees que pegó tan fuerte vuestro grupo durante aquellos años?
Durante muchos años tuvimos el récord del concierto más multitudinario de la historia de España. Respondiendo a tu pregunta… pues no lo sé. En aquella época había muchos grupos buenos, y también mucha inquietud musical por escuchar grupos que cantaran en español.
Nosotros podríamos decir que somos de la ‘postmovida’, una especie de segunda ola de la Movida. Es cierto que nos fue muy bien, tuvimos una carrera corta pero muy intensa.
Durante algunos años grabaste música tanto en solitario como en grupo. ¿Esta bicefalia fue algo premeditado, o por dónde la vida te fue llevando?
Efectivamente fueron ochos años compartiendo la carrera en solitario con la de Duncan. Te diría que fueron más bien las circunstancias. Cuando grabé el primer disco fuera del grupo fue como una especie de pequeña aventura, entre otras cosas porque Diego Vasallo lo había hecho también antes que yo. De todas formas en seguida volvimos, nunca pensamos que las carreras en solitario acabarían siendo principales. Nos lo tomamos como algo secundario.
«En el concierto tocaremos algunos clásicos de Duncan Dhu adaptados al sonido del nuevo disco»
¿Hay algún disco de los 28 que ya llevas a cuestas al que le guardes especial cariño?
El primero siempre es especial. De hecho creo que ‘Por tierras escocesas’ ha envejecido muy bien, y todavía hoy figura entre mis favoritos de Duncan Dhu. El primer álbum es algo que solo ocurre una vez en la vida.
Volvamos al presente. ¿En qué consiste tu nuevo trabajo, ‘Septiembre’?
Se trata de un disco escrito a piano, lo cual supone una novedad importante ya que hasta ahora los anteriores 27 siempre los había escrito con guitarra. Cambiar de instrumento me ha hecho recorrer otros caminos, melodías y texturas. Esto fue el embrión del disco, aunque no es que haya utilizado el piano solo para componer, sino que también es el instrumento dominante en el sonido como hilo conductor que nos lleva de una canción a otra.
Además, como este trabajo nació en pandemia he tenido más tiempo del habitual. Por eso es un álbum doble con muchas canciones. Es un disco bastante otoñal como su propio título indica, con cierto poso melancólico pero con muchos contrastes. Hay temas más potentes o áridos y otros mucho más suaves o dulces. Lo mismo pasa con las letras, algunas son muy duras mientras que otras son más azules.
Ya de por sí resulta un contraste hacer un disco bastante nostálgico con referencias a los inicios, pero al mismo tiempo con toda una gran novedad como es el piano.
Sí. De los discos que he escrito, éste es sin duda el que más contrastes tiene. De ahí que se llame ‘Septiembre’, un mes con muchos climas y para los que vivimos en costa también es cuando las mareas están más vivas.
Efectivamente este disco tiene un pie en el presente y otro en el pasado, tanto musicalmente como a nivel de textos. El paso del tiempo es algo que me obsesiona y está cada vez más presente en mis letras. No lo puedo evitar. Al final esto es un poco terapéutico, solo que en lugar de ir al psicólogo pues escribo canciones (risas).
En una época en la que ya casi no se sacan discos, tú vas y lanzas uno de dieciocho canciones… Esto también es todo un contraste.
Hace ya mucho tiempo que voy a contracorriente en este sentido. Soy consciente de que ya no puedo competir con las nuevas generaciones en absoluto. Así que yo llevo mi camino y canto lo que me gusta, puesto que afortunadamente lo puedo hacer.
Grabar un disco doble ahora mismo es algo muy poco comercial, pero es que ya no juego en esa división. Yo estoy en otro lugar, en el que por cierto me siento muy a gusto y además creo que está mucho más acorde con mi edad y con alguien que lleva casi cuarenta años en la música.
«El primer concierto masivo de Duncan Dhu fue en las Fallas de València»
Otro contraste importante es que en tu anterior disco, ‘Amigos de guardia’, todo fueron colaboraciones, y sin embargo ahora los temas son en solitario.
La aventura de ‘Amigos de guardia’ fue maravillosa, un proyecto de dos años largos con una gira muy potente que incluyó también América. Este disco ha tenido mucha repercusión, lo cual es normal ya que se compuso de éxitos rodeados de grandes nombres. Comercialmente hablando, era un disco mucho más fácil que ‘Septiembre’.
Aún con todo yo prefiero mirar hacia adelante y no vivir de rentas. ‘Amigos de guardia’ ha estado muy bien, pero no dejaba de ser una gira de grandes éxitos.
¿Cómo será el concierto de Valéncia del 23 de noviembre?
El eje será las canciones nuevas de ‘Septiembre’ más otras diez o doce antiguas, con lo cual es un poco mitad y mitad. Incluimos incluso algún viejo clásico de Duncan Dhu que llevábamos unos veinte años sin tocar y que ahora hemos llevado al terreno del sonido de este nuevo disco. Estoy muy satisfecho de cómo han quedado estas ‘revisitaciones’.
¿Qué vinculación tienes con València?
Por supuesto he venido un montón de veces a tocar. De hecho recuerdo que el primer concierto masivo de Duncan Dhu fue en las Fallas de València del 86, un festival de los 40 Principales que se organizaba por la mañana a pies del ayuntamiento.
Tengo muchas ganas de descubrir la Sala Jerusalem porque debe ser de los pocos sitios de la ciudad donde nunca he actuado todavía.
Después de cuatro décadas escribiendo y componiendo… ¿te queda algún tema todavía por tratar?
Siempre pasan cosas nuevas. Por ejemplo para este disco, aparte de lo del piano, ha sido una gran novedad el producirlo con jóvenes tan talentosos como Rufus, T Firefly o Reme. Son gente que pertenece a otra generación y viene de otra esfera musical.
Además hemos tocado en sitios donde nunca lo había hecho, haciendo incluso cuarenta conciertos en Estados Unidos. Lo bonito de esta profesión es que es infinita.
«La música que escuchan mis hijos es horrorosa, solo salvo a Taylor Swift»
¿Qué te parece el panorama musical actual? ¿Qué sueles escuchar habitualmente?
Trato de estar un poco al día por aquello de no descolgarme demasiado de la actualidad, dado que yo soy dado a escuchar sobre todo música de los años 60 y 70. Y por desgracia, inevitablemente me toca escuchar también los horrores que les gusta a mis hijos.
(Risas). Me puedo imaginar por dónde vas, pero… ¿a qué música te refieres?
Dejémoslo en “música horrorosa” (risas). Te diría que lo único que me gusta de lo que escuchan mis hijos es Taylor Swift. Ella es Bob Dylan al lado de otras cosas que a veces tengo que soportar. No te digo más (risas).