Entrevista > José Antonio Pérez / Presidente de Libertad VCF (València, 13-agosto-1979)
Que la gestión directiva de nuestro estimado València CF es nefasta desde hace décadas no se le escapa a nadie, especialmente a una afición fiel -para muchos la mejor de España- que no merece esta situación. ¿Pero cuándo comenzaron todos estos despropósitos? ¿A quién ha beneficiado?, y, sobre todo, ¿por qué?
Para responder a esas y muchas más cuestiones vamos a dialogar con José Antonio Pérez, ingeniero de profesión y presidente de la asociación Libertad VCF, para quien el germen de todo fue la transformación del club como Sociedad Anónima Deportiva en 1992. “Empezó mucho antes de la llegada de Peter Lim”, asegura.
Escaso apoyo
Precisamente la compra del club por parte de Meriton Holding, compañía de Lim, provocó muchos más desbarajustes en la entidad valencianista, “simplemente porque no le importa en absoluto el equipo, ni siquiera si baja a Segunda o desapareciera”.
Han sido muchas las acciones que Libertad VCF ha llevado a cabo en los últimos años, con el objetivo de expulsar de la entidad al empresario de Singapur y poner en evidencia la “manipulación que se hace en diversos medios de comunicación”.
Pérez, también abonado del fondo norte del estadio, lamenta el escaso apoyo con el que cuentan. “Están a la expectativa”, y sostiene que “Lim se irá cuando finalice la construcción del nuevo Mestalla y pueda vender a un alto precio los terrenos del viejo”.
«Tras pasar a ser una Sociedad Anónima Deportiva se comenzaron a comercializar con las acciones»
¿Qué es Libertad VCF?
Es una asociación sin ánimo de lucro que se constituye en septiembre de 2020 con el objetivo de salvaguardar los intereses del València CF. Contamos con una directiva de catorce miembros y somos un total de 1.800 socios.
Pagamos una pequeña cuota de doce euros al año, que nos permite sufragar principalmente a nuestros abogados y las diferentes acciones que hemos realizado, como una revista o el reparto de más de 500.000 carteles amarillos pidiendo la marcha de Peter Lim.
¿Comienza con Peter Lim el descalabro del València?
Mucho antes. El club ha llegado a esta situación por una serie de causas y decisiones mal tomadas. La primera fue la conversión en 1992, mediante una ley, en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), pretendiendo acabar con la deuda, circunstancia que a todos los efectos no ha sido así.
El club pasaba a ser de los socios, en teoría.
El València, a día de hoy, sigue siendo el club deportivo que más socios posee, a excepción del FC Barcelona, Real Madrid, Athletic Club y Osasuna, que no han tenido que convertirse en SAD.
Las acciones se dispersaron entre muchísimos socios y actualmente más de 50.000 contamos con alguna acción, pero es un porcentaje global ridículo.
¿Se comercializan las acciones?
Sí, cuando Paco Roig inició una campaña para ser presidente, ofreciendo 100.000 pesetas (600 euros de entonces) por acciones que habían costado 8.000 (48 euros).
Se empezó a comercializar con el sentimiento, el segundo punto del descalabro. Se hizo efectivo que somos una sociedad mercantil y no un club.
«Amadeo Salvo y Aurelio Martínez orquestaron la venta del club a Peter Lim, sin ser la mejor oferta»
¿Y el tercer punto?
Se produjo cuando las administraciones, abanderadas por Rita Barberá -alcaldesa de la ciudad- intervinieron para la construcción del Nuevo Mestalla, que en teoría albergaría grandes eventos, como una final de Champions.
Fomentaron entonces, junto a Alberto Fabra (presidente de la Generalitat Valenciana), la entrada de Juan Bautista Soler como presidente ché, forzando asimismo la venta de las acciones de Roig.
Es muy grave lo que me comentas.
Sí. Soler realizó una especie de Oferta Pública de Adquisición (OPA), ofreciendo también mucho dinero por las acciones. Se impulsó la creación del nuevo estadio bajo el amparo del negocio del ladrillo -en aquel momento en auge-, pero llegó la crisis de 2008.
El campo quedó abandonado, Soler y su padre se arruinaron y se completó una ayuda financiera por parte de la Generalitat a la fundación del València CF.
¿Eso es legal?
No, de hecho, fue demandada por unos socios del club y la Unión Europea señaló que esa asistencia financiera era ilegal.
Fue el momento en el que las administraciones y Bankia, máximo accionista, comenzaron a idear la posible venta del València CF.
Y Lim entra en escena.
Primero colocaron a Manuel Llorente, quien se negó a reanudar las obras del estadio porque quería sanear la SAD. Barberá, por su parte, quería inaugurar el nuevo campo y lo fulminó, para poner al ínclito Amadeo Salvo, que fue el que gestionó la posterior venta.
«Peter Lim y Jorge Mendes tienen un negocio establecido a partir de las plusvalías de los jugadores»
¿Salvo hizo una venta transparente?
En absoluto. Buscó un comprador que le garantizara que iba a seguir como presidente y al que supuestamente le comisionaba. Además, orquestó, con Aurelio Martínez -presidente de la fundación- la venta del València, dirigido a que el comprador fuera Peter Lim, que ni siquiera era la mejor oferta.
Se produjeron incluso amenazas a otros posibles compradores (locales) y permitieron a Lim ser el único que auditara las cuentas.
¿De todo esto hay pruebas?
Por supuesto; que Lim tuviera las cuentas antes que ninguno es otro es público y notorio. También emplearon las redes sociales para favorecer la venta al singapurense, engañando a la afición.
Le pidieron, por ejemplo, un informe al presidente del Colegio de Abogados de València, Mariano Durán, sobre el contrato de compraventa. La respuesta fue que ese contrato no tenía las garantías suficientes y recomendaba la no venta, pero Aurelio Martínez escondió el informe en un cajón.
¿Pero a Lim le interesaba realmente comprar un club de fútbol?
Lim posee empresas en paraísos fiscales y una de ellas, Mind Capital, la comparte con Jorge Mendes, famoso representante de jugadores.
Este tipo de compañías se dedican a comprar los derechos económicos de jugadores para venderlos a clubes de fútbol, con sus correspondientes plusvalías. Es decir, mercadean con jugadores, pero no como un representante -que gana una comisión-, sino teniendo las titularidades de los futbolistas.
¿La FIFA lo permitía?
FIFA sacó una normativa en 2014, en vigor un año más tarde, en la que prohibía que los derechos económicos de los jugadores figuren a nombre de terceros (las TPI).
A partir de entonces, los que jueguen en torneos que organice la FIFA únicamente podrán estar en clubes de fútbol. Desbarataba, por lo tanto, el negocio que tenían Lim y Mendes.
«Lim fue recibido como un héroe, pero porque nos mintieron diciendo que haría un equipo de Champions»
¿Qué jugadores tenían en ese momento en propiedad?
Rodrigo Moreno, André Gomes y Joâo Cancelo, que casualmente habían llegado al València -con un contrato bajo mano- antes de la llegada de Lim. Lo hicieron con sus plusvalías correspondientes que, también casualmente, sumaban veinte millones de euros, que fue lo que Peter Lim puso sobre la mesa para comprar el València.
¿Entonces cuánto le costó la compra?
Cero, haciendo una operación muy parecida a la realizada en su momento por Jesús Gil para quedarse con el Atlético de Madrid.
Estos veinte millones realmente los sacaron de las plusvalías que había generado el València CF. Lim compró el club por 94 millones de euros, pero los otros 74 se los adelantó Bankia.
¿Ha devuelto este crédito?
Pensamos que sí, pero ya dentro del València y generando las mencionadas plusvalías con la venta de jugadores.
Por eso, cuando dicen que Peter Lim ha puesto mucho dinero, nuestra respuesta es un contundente no. Lo que realmente ha hecho han sido negocios en los que ha sacado dinero y ha podido comprar las acciones. El València le ha salido barato.
Recordemos, sin embargo, que Lim llegó como un héroe.
Se le adoró, por supuesto, porque a la afición se nos engañó. Dijeron que le gustaba el fútbol, en concreto el València, que quería tener un equipo campeón.
El gran culpable, el que mintió, fue Amadeo Salvo. De hecho, Lim jamás dijo que iba a acabar el estadio o hacer un buen equipo, básicamente porque nunca ha dicho nada; lo dijeron otros en su nombre.
«Nos aseguraron que el empresario de Singapur puso mucho dinero, pero en realidad el València le salió barato»
¿El negocio está vinculado al rendimiento del equipo?
No, porque lo que necesita Lim es comprar y vender jugadores. Que al equipo le vaya mejor o peor en realidad le da lo mismo. Tampoco le importa lo que se diga de él en España ni lo que piense la sociedad valenciana.
Además, el entramado de Jorge Mendes incluye a muchos clubes de Europa y no necesita que el València sea un club nivel Champions. Indicar, en ese sentido, que en los últimos años se han contratado jugadores que ni siquiera han debutado en Portugal, como el caso de Thierry Correia.
¿Cuánto costó este jugador?
Doce millones de euros, una barbaridad. El problema es pagar un sobrecoste por los jugadores cuando los compras y después venderlos a precios muy inferiores.
Según un análisis que hemos realizado, el València desde la compra de Lim ha movido unos 1.200 millones de euros. Sin embargo, la deuda del club no ha bajado, sino que se ha incrementado, de 280 a 350 millones.
Entonces, ¿consideras que ha desmantelado el equipo?
Sin duda. La primera venta fue Paco Alcàsser al Barcelona, pero ha habido muchas otras más: Dani Parejo, Francis Coquelin, Carlos Soler, Gonçalo Guedes, Geoffrey Kondogbia…
Uno de los ejemplos más escandalosos fue la venta de Soler, titular de la Selección Española en ese momento, al PSG por apenas dieciocho millones.
¿Cuál sería la necesidad del empresario asiático?
Tener un equipo estable, con los mínimos gastos. Por eso el equipo actual es prácticamente un filial, con jugadores extremadamente jóvenes.
«El club podría desaparecer, porque depende de una persona que no le tiene ningún apego»
¿Incluso si baja a Segunda División?
Tampoco sería un quebradero de cabeza muy grande para él. Evidentemente no tendría el mismo escaparate, aunque el València es importante por su historia.
Su mayor problema sería que bajarían muchos los ingresos, sobre todo a partir del segundo año, y tendría que reducir más aún los gastos.
¿Qué acciones protesta estáis haciendo?
Varias; entre ellas, vaciar Mestalla, reuniendo a 25.000 personas el último partido de la campaña 2021-22, frente al Celta.
El valencianismo ha protestado esta situación en la calle, pero también en el propio estadio, con el minuto 19, mostrando los carteles amarillos que piden la marcha de Lim (conmemorando la fundación del club en 1919). Nuestro objetivo es fiscalizar la gestión de Peter Lim en el València y para ello hemos promovido la figura del consejero independiente en la nueva Ley del Deporte.
¿Podría desaparecer el club?
Claro, básicamente porque la decisión final depende de una persona que no le tiene ningún apego al club.