Entrevista > Roque Carlos Jiménez / Párroco (Villena, 30-junio-1978)
El joven párroco Roque Carlos Jiménez, titular de la iglesia San Juan Bautista de Sant Joan d’Alacant, será el encargado de ofrecer el pregón de Semana Santa en nuestra localidad, “a la que tengo un enorme cariño después de ejercer allí un total de diez años”. En 2022 ya dio el pregón, en este caso de su Villena natal.
Hombre de gran sapiencia, destaca por su cercanía y vitalidad, visible en todos los actos que oficializa. Trabaja asimismo como profesor en la Universidad Cor Christi de Orihuela, tras completar sus estudios de teología en Roma, donde pudo compartir numerosos momentos con el papa Francisco, “un ser campechano y sumamente agradable”.
Reconoce los graves problemas existentes en la sociedad actual, con gran poder de destrucción -hecho diferencial respecto a otros siglos- y pide que dialoguemos más entre nosotros, la mejor forma para solucionar cualquier problema.
¿Qué sentiste al ser el elegido para dar el pregón?
Muchísima ilusión, y me vinieron a la mente muy buenos recuerdos de un pueblo que es muy afectuoso y lleno de grandísimas personas. En Crevillent viví muy buenas experiencias y mis primeros años como sacerdote.
Es toda una evocación de recuerdos, emociones y sentimientos muy bonitos.
«Será un pregón no al uso, sino un anuncio de que Dios está vivo y tiene mucho que decir»
Ya diste el pregón en 2022, en tu municipio natal, Villena.
Debía haber sido en 2020, pero se retrasó a causa de la pandemia. Fue muy entrañable, porque lo llevé a cabo en la misma parroquia -la de Santiago- donde me bautizaron y celebré mi primera misa.
Fue extremadamente emocionante, porque me acordaba también de los jóvenes que formábamos parte de la parroquia, cómo celebrábamos misa o cantábamos en el coro.
¿Cuál fue el mensaje que quisiste lanzar?
Hice un recorrido por los grandes eventos de la Semana Santa de Villena, indicando la profundidad espiritual de cada una de las actividades.
¿Tienes en mente sobre qué hablarás en el pregón crevillentino?
Sí, quiero que sea un pregón no al uso, sino que sirva como anuncio de que Dios está vivo y tiene mucho que decir a la sociedad y al mundo de hoy. El ser humano encuentra en Él el sentido de su vida.
¿En qué consiste la Semana Santa crevillentina?
Es muy rica en actos y celebraciones, comenzando con toda la preparación del propio pregón, los Dolores -bellísimos-, el Domingo de Ramos y las numerosas procesiones que se van haciendo.
«El papa es una persona extraordinaria; no paraba de agradecernos la labor que hacíamos»
¿Qué te dicen los propios ciudadanos de Crevillent?
Me recuerdan por mi simpatía y cercanía. Creo que llegué a conocer prácticamente a casi todo el pueblo, que no son pocos.
De hecho, en Crevillent me nombraron diácono y, nueve meses después, me ordenaron como sacerdote.
Te formaste también como persona.
Sin duda, llegando asimismo a ser el párroco -el de San Cayetano- más joven de toda la diócesis a lo largo de seis o siete años. ¡Y somos más de trescientos!
¿Pasaste después a Roma?
Sí, me mandaron dos años-entre 2013 y 2015- a la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, aunque residía en el Colegio Español San José, especializado en la formación de sacerdotes. Ya era licenciado en Estudios Eclesiásticos y en la capital italiana me especialicé, para poder ejercer posteriormente como profesor universitario.
¿Pudiste conocer al Santo Padre?
Por supuesto, al papa Francisco acababan de elegirle en el cónclave. Tuve la oportunidad, algunos domingos, de bajar con él a repartir la comunión en la misa, en eventos como la Clausura del Año de la Fe o la Canonización de Juan Pablo II.
«La sociedad debemos verla con esperanza, aunque sin ignorar que nos hacemos daño»
¿De qué forma es en el trato cercano?
Maravilloso, no te lo puedes ni imaginar. Es muy entrañable y no paraba de darnos las gracias por todo lo que hacíamos.
Es muy campechano, nos hablaba obviamente en castellano y recuerdo que incluso aceptaba el mate que le daban ciudadanos de la calle. Se lo tomaba con tranquilidad; nos ve a todos como familia, hijos… Es un hombre extraordinario y muy activo, a pesar de su edad y de la operación de pulmón a la que se sometió hace ya bastantes años.
¿Es tan futbolero como dicen?
Sí, mucho; hincha del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, siempre llevando camisetas de su equipo. Yo no soy apenas futbolero.
¿Cómo ves la sociedad?
A lo largo de la historia siempre ha tenido sus puntos oscuros y en la actualidad, remarquemos, hay más de cuarenta conflictos bélicos activos. A la sociedad hay que verla con esperanza, aunque no podemos ser ilusos, pues hay heridas muy graves.
El mundo sufre y le hacemos sufrir, ahora con armas mucho más poderosas.
Si pudieras decir algo a todo el mundo, ¿qué sería?
Que hablen, que dialoguen.