En la Navidad de 1223 a San Francisco de Asís se le ocurrió la feliz idea de recrear por primera vez el nacimiento de Jesús, basándose en las muy escasas descripciones que ofrece la Biblia al respecto. Fue en la localidad italiana de Greccio, y la representación consistió en colocar a un bebé del pueblo sobre un pesebre dentro de una cueva, acompañado de un buey y una mula. Dicen que ni siquiera hubo otros actores interpretando los papeles de María, José, los Reyes Magos, etc.
A partir de esta ocurrencia de San Francisco nació toda una tradición de representar el nacimiento de Jesús y otros episodios bíblicos por Navidad, que este año cumple su octavo centenario. Para celebrar esta efeméride la Asociación de Artistas Belenistas de Alicante han echado el resto realizando un total de dieciséis escenas de belenes que se pueden contemplar gratuitamente en diferentes puntos de la ciudad. Nosotros nos hemos fijado especialmente en uno de ellos, porque está inspirado en un lugar bastante cercano.
Tabarca como escenario
El belén que se puede visitar en la planta baja del Ayuntamiento de Alicante es una recreación de Tabarca. Por regla general los artistas beleneros suelen realizar creaciones muy alicantinas para este emplazamiento. Valga el ejemplo de las Navidades pasadas, cuando optaron por recrear la ciudad de Alicante de principios del siglo XIX como escenario del nacimiento de Jesús. Y este año han puesto sus ojos en esta bella isla del mar Mediterráneo.
“El nacimiento de Jesús ocurrió en Belén de Judá, como así lo habían anunciado los profetas, pero en realidad no tiene sitio. Él vino a salvar a la humanidad y a dar paz en toda la Tierra. Así que hemos considerado que en vez de la clásica casa o cueva, perfectamente podría ocurrir también en un chiringuito de playa con algas en lugar de pajas, y pescadores en lugar de pastores” nos explica Alejandro Cánovas, uno de los autores y presidente de la Asociación de Belenistas de Alicante.
Esta obra se titula ‘Nacimiento al otro lado del mar’ y está firmada por seis artistas que son Vicente Ramírez, Balta González, Julio Lillo, José Luis Mesa, Antonio Alonso y el citado Cánovas.
Ubicado en la playa, dentro de una especie de chiringuito, está el portal
El portal
La perspectiva del público que visita este belén tabarquino parte desde el lado noroeste de la isla, es decir, el más cercano al cabo de Santa Pola. Por ello vemos el pueblo y las antiguas murallas en primer plano. Es como si estuviéramos sobrevolando el mar o arribando en barco a la isla.
En el costado derecho (desde la visión del visitante) observamos el nacimiento de Jesús junto al mar y la Puerta de la Trencada o San Gabriel. Algunos vecinos se han acercado al lugar para acompañar a José y María, mientras que la mula y el buey están fuera del improvisado portal.
La iglesia y demás construcciones emblemáticas de Tarbarca están recreadas
El pueblo y la isla
Ya en el interior del pueblo observamos a diferentes tabarquinos realizando tareas cotidianas como secar el pescado o reparar las redes de pesca. Entre ellos los Reyes Magos irrumpen montados en sus camellos en dirección hacia la pequeña playa donde se encuentra la Sagrada Familia.
En el costado izquierdo reconocemos la iglesia de San Pablo y San Pedro. Un poco al fondo percibimos la Puerta de Levante o San Rafael que comunica el pueblo con la zona campestre, y todavía más lejos el puerto, el faro y la torre de San José. Estos elementos se han realizado en tamaño pequeño para así dar una sensación de mayor profundidad a la escena.
Aunque afortunadamente la isla de Tabarca mantiene todavía una gran parte de su esencia histórica, este belén no se trata de una recreación exacta de la actualidad sino más bien de los inicios de cuando fue poblada hace tres siglos. “Evidentemente no hemos puesto los bungalows o las casas que son de más reciente creación. Nos hemos inspirado en el pueblo antiguo de pescadores” nos explica Cánovas.
Por supuesto en la escena no faltan los dos animales más emblemáticos de Tabarca, es decir, las gaviotas y los gatos. Cerca de la iglesia también vemos alzadas varias palmeras.
Hay un ángel que anuncia a los pescadores, mientras faenan, la venida de Cristo
Anuncio a los pescadores
La tradicional anunciación del ángel a los pastores acerca de que ya ha nacido el hijo de Dios también está representada en este belén, pero con otros protagonistas. En esta ocasión el ser divino aparece en medio del mar flotando sobre una nube, sorprendiendo a los pescadores tabarquinos mientras éstos faenaban con sus modestas barcas.
Sobre el agua, en la parte más cercana a la iglesia, destaca una mejillonera de pesca. Se trata de una infraestructura antiguamente muy utilizada y que todavía se podía encontrar con frecuencia en nuestras costas hasta mediados del pasado siglo.
Materiales utilizados
Según nos cuenta Cánovas, para realizar el mar se ha extendido una capa de escayola sobre poliespan pintada con tonos azules verdosos más toques de pintura blanca para así crear la espuma de las olas. Sobre ello se ha colocado un plástico muy arrugado pegado con silicona. Por otra parte, las casas y las murallas están construidas con yeso.
Por lo que a nosotros respecta, solo nos queda felicitar a los artistas belenistas por esta curiosa a la par que tan bonita obra que está recibiendo numerosísimas visitas durante estas fechas navideñas.