Ocho años después de iniciarse los trabajos de redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Altea, el pleno de la Villa Blanca ha votado la aprobación provisional del documento, que ahora debe de recibir el visto bueno definitivo por parte de la Generalitat Valenciana.
El edil de Urbanismo, José Orozco, ha subrayado que el ahora aprobado “es un plan que suma distintas sensibilidades y recoge propuestas de todos aquellos que han pasado por el Ayuntamiento de Altea, entre ellos las del PP, que fueron los que presentaron la primera versión en el 2015, por lo que lamento su voto en contra”.
Sin acuerdo político
Todo ello, después de que la iniciativa haya salido adelante con los votos favorables del equipo de gobierno (Compromís y PSOE) y en contra del bloque de la oposición (PP y VOX). Por su parte, la portavoz de los ‘populares’ alteanos, Rocío Gómez, aseguró que “es cierto que este PGOU viene de muy atrás y tiene de todos los que han pasado por el ayuntamiento. En la esencia estamos absolutamente de acuerdo, pero han faltado las formas”.
Además, Gómez ha acusado a Compromís de “faltar a la verdad en determinadas cuestiones, de no facilitar información a la oposición y de falta de participación ciudadana”. En cuanto al voto en contra de Vox, su portavoz, Diego Coello, lo ha justificado diciendo que “este no es nuestro plan y por eso lo votamos en contra. No nos conformamos con el cortoplacismo que representa”.
Este nuevo documento queda ahora a la espera del visto bueno de la Generalitat Valenciana
PGOU obsoleto
Como ha recordado Orozco, el anterior PGOU data de 1982 y, además de estar obsoleto, “no responde a las necesidades actuales del municipio ni la ciudadanía, por lo que este Plan General pretende facilitar la implantación racional de actividades económicas en el territorio, como en el nuevo suelo industrial de Expoaltea y Montahud”.
El responsable del área de Urbanismo ha añadido que “el suelo de nuevo desarrollo responde a necesidades reales y objetivas, con un empleo racional y sostenible en el Pontet, Carbonera, Bellas Artes o Cap Blanch. Evita la urbanización difusa del territorio, fomentando un pueblo más compacto con dos núcleos urbanos tanto en Altea como en Altea la Vella”, añadiendo así mismo que “se mejora la calidad del medio urbano, fomentando la movilidad sostenible a través de la infraestructura propuesta y la red de corredores; y se mejora la conectividad externa e interna del municipio”.
«Pretende facilitar la implantación racional de actividades económicas en el territorio» J. Orozco
Desclasificados ocho millones de metros
En cuanto a los pormenores del plan, José Orozco ha subrayado que se desclasifican ocho millones de metros cuadrados, “la mayoría de ellos en la sierra de Bèrnia; pero también en nuestra fachada litoral, como en la isla de Altea, la urbanización Caralmar, Cap Negret o en el Río, en el polígono Industrial Mosmai-Sogai”.
“Por tanto, se resalta la importancia de proteger nuestros espacios naturales: el río, la sierra, los pueblos antiguos de Altea y Altea la Vella. Toda esa protección nos da una imagen de pueblo amable, sostenible, con cuidado de su patrimonio y su naturaleza”, ha manifestado Orozco, quien ha añadido que, “en definitiva, es un Plan General que responde a las necesidades del municipio y que permite establecer un nuevo modelo de crecimiento sostenible, equilibrado y adaptado a las nuevas demandas”.
«La aprobación del PGOU supone el cierre del modelo actual residencial de baja densidad» J. Orozco
Objetivos ambiciosos
En cuanto a los objetivos del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, el responsable municipal de Urbanismo ha citado algunos de ellos, como la protección del suelo de gran valor ambiental y paisajístico; por eso se descalifica suelo urbano, pasando a ser no urbanizable en la parte superior de la sierra de Bèrnia; urbanización Sierra Alta; parte superior Alhama de Candela; Alhama Springs; Caralmar; Marymontaña 4 y Cap Negret en el norte del río.
La dotación de una infraestructura verde que conecte los tres grandes espacios naturales: la sierra, el río y el mar; estableciendo una red de corredores que sirvan de itinerarios reales para democratizar el disfrute de los espacios naturales.
Cierre de un modelo
Además, la aprobación del PGOU supone, según Orozco, “el cierre del modelo actual residencial de baja densidad, sobre todo en la sierra, por un urbanismo de proximidad alrededor de los núcleos de Altea y Altea la Vella, de forma que las nuevas zonas verdes, parques y dotacionales estén totalmente accesibles al transporte no motorizado secundados por la red de caminos peatonales y ciclistas”.
“Por otra parte, es conveniente erradicar del núcleo urbano los usos de carácter industrial, ofreciendo alternativas de ubicación. Por eso, se plantea centralizar el uso industrial en el Montahud con la generación de un nuevo desarrollo industrial donde se podrán generar oportunidades de actividad económica ligada a la innovación”, ha especificado el edil.