Tener las sensaciones de un pájaro, una perspectiva totalmente diferente y disfrutar de una experiencia única es la que brinda la firma que gestiona Raúl Carbonell, piloto comercial de globos aerostáticos con más de un cuarto de siglo de experiencia.
Trabaja junto a su hermano Blai, campeón de España, miembro de la selección nacional y un habitual en las competiciones continentales y mundiales. “También hemos participado en festivales tan conocidos como los de Albuquerque (Estados Unidos)”, relata.
“Cada día miles de personas vuelan en globo”, apunta, al tiempo que recuerda con especial cariño la vivencia de personas mayores, que descubren a 1.500 metros de altura cómo se ve desde allí el mar o despiertan al niño que llevan dentro. “Asimismo, la mirada fresca de los niños o parejas que se piden matrimonio en las alturas”.
¿Volar es tan apasionante como parece?
Mucho más; nos dedicamos a hacer posible el sueño de volar. Aparte de emocionante es una actividad preciosa, en plena naturaleza, con un medio muy respetuoso como es el globo en el que no luchamos contra el viento, sino que fluimos.
Dentro del viento podemos subir o bajar, además de jugar con esas corrientes que nos llevan para gozar nuevos puntos de vista de un entorno tan bonito como es la sierra de Mariola, el Alto Vinalopó o Els Alforins, las zonas donde normalmente volamos.
«Es un medio muy respetuoso en el que no luchamos contra el viento, sino que fluimos»
¿Cuáles son los cursos que se tienen que completar?
Primero debes ser piloto de globo y después, en función del tamaño de las aeronaves, se precisan una serie de habilitaciones para poder realizar este trabajo con clientes.
No es lo mismo un vuelo privado que uno comercial, turístico, con personas.
Su vida, no en vano, está en tus manos.
Sí, pero la aerostación es una actividad muy segura, tranquila y relajada. Por ello, los estándares tanto en formación, verificación de competencias como en habilidades, son muy exigentes.
¿Cómo es un vuelo normal?
En función de las previsiones meteorológicas planificamos el vuelo, para hacerlo sobre los parajes antes mencionados. Elegimos entonces el lugar de despegue y desarrollar la actividad.
La sensación de volar en globo es muy suave, relajante, ver el mundo desde otro punto de vista, porque podemos no alzarnos excesivamente. Es, además, apto para todos los públicos, desde niños de cinco años hasta ancianos.
«Al estar libre, la sensación de vértigo en el globo no existe; te mueves dentro del viento»
¿Qué es el globo accesible?
Es una iniciativa que comenzó en 2019 Blai Carbonell, consistente en aquellas personas que teniendo una movilidad reducida -silla de ruedas, por ejemplo- pueden realizar esta actividad de la mano de profesionales.
Participan en este proyecto los Ayuntamientos de Bocairent y Fontanars dels Alforins, junto a València Turisme.
¿Cuánto dura un vuelo?
Generalmente volamos entre una hora y hora y cuarto, a primera hora de luz del día, porque durante el amanecer es cuando más estable está la atmósfera y ofrece unas condiciones meteorológicas óptimas.
A los que dudan si hacer o no esta actividad, ¿qué les dirías?
Es muy habitual tener cierto respeto por una actividad que no ha realizado nunca, pero en el globo, al estar libre, la sensación de vértigo no existe porque tú te mueves dentro del viento.
Estás dentro de una cesta que tiene una altura de un metro y veinte centímetros, por lo que la sensación de volcar es nula.
«Volar para mí es una forma de vivir, de mirar y de relacionarme con las personas»
¿El momento más tenso es el aterrizaje?
No, porque las condiciones en las que se realiza son estables, por lo que se puede decir que no hay momentos tensos en la aerostación.
Simplemente se tienen que contratar los servicios de una empresa profesional, con experiencia, autorizada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.
¿En qué consisten exactamente los concursos de globo?
Se pueden dividir en dos partes. Unos son festivales, como el de Albuquerque o Alentejo (Portugal), donde simplemente la parte visual de ver volar a cientos y cientos de globos es un espectáculo.
Por otro lado, las competiciones, donde la organización te marca unas dianas y el piloto -junto a su equipo- elige qué estrategia seguir para lograr la precisión en la navegación.
¿Tu trabajo es el más bonito del mundo?
Para mí sí, pero más que trabajo es el eje de mi vida; cualquier cosa que me ha pasado en los últimos veinticinco años ha sido cuando acababa de volar o estaba en el aire.
Tiene una parte filosófica: entender qué parte de tu vida es el viento, contra lo que no puedes luchar, transformando tu combustible para moverte en el eje vertical y tomar otros vientos. Volar, más que un trabajo, es una manera de vivir, de mirar y de relacionarme con las personas.