Final de la cuenta atrás para el comienzo de uno de los proyectos más esperados, deseados e ilusionantes de los últimos tiempos en Petrer.
Después de décadas de abandono, estos días dan comienzo los trabajos de urbanización del solar de Luvi, que durante los próximos meses transformarán radicalmente el aspecto de uno de los principales enclaves estratégicos de nuestra ciudad, que se encuentra a caballo entre el centro histórico y la zona de desarrollo hacia el sur de la población.
A pesar de que la pasada primavera se anunció el “comienzo inminente” de los trabajos en el lugar sobre el que se levantaba la antigua fábrica de calzado, lo cierto es que ha habido que esperar unos cuantos meses más para que comience definitivamente la actividad en la zona.
Último escollo
La firma a finales del pasado noviembre del acta de replanteo por parte de los principales responsables del proyecto, el urbanizador, la empresa Elit Aliquam, S.L. y la empresa constructora, Hidráulicas La Foia, S.L., además de la dirección facultativa, así como los técnicos locales y el ayuntamiento de la localidad, es lo que ha terminado por desencallar el conocido como plan parcial de Luvi ‘UZI Los Pinos’.
El presupuesto que se maneja es de 1.357.883,33 euros, que permitirán disponer de 15.000 metros cuadrados de suelo edificable; 3.696 metros cuadrados para equipamiento público; 1.800 metros cuadrados en viales y 9.200 metros cuadrados de zonas verdes, en lo que es ya uno de los mayores proyectos urbanísticos en Petrer.
El presupuesto es de algo más de 1,3 millones de euros
Nueve meses de obras
La duración de los trabajos de urbanización que se van a desarrollar, es decir, dotar a la parcela donde se encuentran los terrenos de nuevas calles, viales, infraestructuras y suministros, y dejarlos listos para su edificación, está previsto que se alarguen por espacio de nueve meses.
Transcurrido este tiempo, allá por octubre o noviembre, siempre y cuando se cumplan los plazos previstos según nos indica el concejal de Urbanismo, David Morcillo, los constructores podrán disponer de un espacio preparado para comenzar a levantar viviendas.
Además, casi paralelamente a estos trabajos, se va a construir una conocida superficie comercial que se estima pueda abrir sus puertas antes de que finalice 2024.
Parte de la dirección de las obras está en manos de profesionales de Petrer
Profesionales locales
En el organigrama de la dirección de las obras figuran un significativo número de profesionales de Petrer, que Morcillo ha valorado muy positivamente porque “conocen perfectamente esta zona y otorga una garantía extra de cara a un proyecto por el que hemos trabajado desde hace años, y que va a dejar mucho dinero en el pueblo”.
Aunque ya se ha empezado a trabajar tímidamente en la parte interior de la parcela, será al término de las fiestas navideñas, concretamente el 9 de enero, según nos adelanta el edil, cuando comience la obra propiamente dicha.
En este sentido, y para que los trabajos afecten en la menor medida de lo posible el tráfico rodado y el normal desarrollo de la zona, tanto para comerciantes como para vecinos, Urbanismo y Policía Local se van a coordinar para organizar todo el operativo.
Los trabajos de envergadura comenzarán finalizadas las fiestas de Navidad
Ciudad rota
El proyecto, una vez finalizado, cambiará la fisonomía de nuestra ciudad. De este modo, destaca Morcillo, se podrá acabar de una vez por todas con una manzana que lleva décadas abandonada, y que ejercía de división entre el casco antiguo y la zona de expansión en una especie de “una mancha negra que cortaba el pueblo”.
Los últimos escollos legales, ya superados, llegaron el pasado verano por la aparición de ciertos problemas administrativos cuando todo estaba preparado para que las excavadoras entraran en los terrenos. El retraso en la inscripción en el registro de la propiedad de las distintas parcelas con los nuevos propietarios, a lo que hay que sumar el compás de espera estival, provocó que los plazos se demoraran “más de lo esperado”.
Ahora, como David Morcillo afirma, la espera ha llegado a su fin; y en el plazo de un año podremos ver “un Petrer muy diferente al actual”.
Un largo y tortuoso camino
El proyecto de urbanización de los terrenos, que ocupaba la desaparecida fábrica de calzado cerrada en 1986 y derribada finalmente en 2012, llevaba años encallado. Han tenido que pasar varias legislaturas y varios equipos de gobierno de diferente signo político por la casa consistorial para avanzar en un problema que parecía no acabar nunca, y que se había convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los responsables municipales.
De hecho, mucho antes del derribo del inmueble, ya se hablaba de la necesidad de poner en valor y darle una segunda vida a esta parte de la ciudad que debería convertirla en un punto de referencia urbanístico.
Su estratégico enclave, muy cerca de uno de los accesos por autovía al municipio y a un paso del casco histórico, hacía más que necesaria la actuación dada la mala impresión, el aspecto insalubre y el lamentable estado de abandono en el que se encontraba.