La crisis de la covid ha quedado definitivamente atrás para el sector turístico alicantino y del conjunto de la Comunitat. Tras tres años (incluido el errático 2022) en los que las diferentes olas y variantes pandémicas asfixiaron a la principal industria de la región, el recién terminado 2023 ha supuesto un resurgir total para una actividad que no sólo respira ya a pleno pulmón, sino que vislumbra un 2024 muy positivo según el análisis realizado por la patronal hotelera Hosbec.
En lo que a la Costa Blanca se refiere, Benidorm representa, a la vez, las dos caras de la moneda de la recuperación de los viajeros ya que, si bien vuelve a liderar todos los índices de ocupación de la provincia, su balance anual, con un 80,4% de camas ocupadas, se queda todavía a casi cuatro puntos básicos (3,8%) de lo logrado en 2019, el último año previo a la crisis sanitaria.
En cualquier caso, y teniendo en cuenta que la ciudad cuenta con una oferta alojativa de 41.000 plazas (a las que hay que sumar los apartamentos turísticos), el dato de la ciudad de los rascacielos coloca a Benidorm como clara locomotora del negocio en la provincia de Alicante ya que, como se ha apuntado desde Hosbec, ese ligero retroceso tiene un único responsable: el retraso en la puesta en marcha de las vacaciones sociales del Imserso que, llegados a este mes de enero, ya está operando con plena normalidad.
En lo que a la procedencia de los viajeros se refiere y en el caso de la capital turística, el visitante internacional ha vuelto a ser el más numeroso, representando un 57,8% sobre el total, lo que ha supuesto un incremento de casi tres puntos respecto a aquel año previo a la pandemia.
Destaca, además, que el Brexit (inexistente en 2019) no ha mermado en absoluto el interés de los británicos por disfrutar de ese destino y, por lo tanto, Reino Unido ha vuelto a liderar la lista de países emisores de visitantes con un 41,5% del total y suponiendo un 78,9% de la cuota de internacionales que reciben los hoteles del destino. A larga distancia le siguen Bélgica (3,2%), Países Bajos (2,9%), Portugal (2,7%) e Irlanda (2%).
En lo que respecta al conjunto de la Costa Blanca habiendo eliminado a Benidorm de la ecuación, el año 2023 ha dejado una clara mejoría en términos comparativos con el ya lejano 2019, alcanzado ahora una ocupación media del 72,9%, un incremento de algo más de cuatro puntos básicos.
Así mismo, desde Hosbec se destacan los avances conseguidos en términos de desestacionalización ya que ese aumento no se ha circunscrito únicamente al verano u otros momentos considerados como temporada alta, sino que se ha dejado notar en todos los meses del año.
En la provincia de Alicante los turistas internacionales han crecido en un 3,5% respecto a 2019 alcanzando ahora el 48,4%. En ese sentido, el turista británico es el predominante con un 12,8% del total, seguido del belga con un 5,5% y el noruego con un 4,7%.
Con todos estos datos ya cuantificados, la secretaria general de Hosbec, Mayte García, ha concluido que «2023 ha finalizado dando la fortaleza que el sector necesita para encarar un nuevo año con muy buenas previsiones».
Así, ha subrayado que «el año 2023 tenía puesto el objetivo en recuperar los datos prepandemia, y con estos resultados se muestra que se ha conseguido. Aportando una consolidación a esos datos que ya eran de récord, una planta hotelera más cualificada en la Comunidad Valenciana, y la imagen de un destino menos estacionalizado y con mayor proyección internacional».