La Policía Local de Orihuela actuó el pasado el lunes en un suceso que tuvo lugar el centro de Orihuela, tras recibir la llamada de que un hombre, que al parecer sufría esquizofrenia, había sufrido un brote psicótico.
Ante el aviso, los agentes se personaron en el lugar junto a una patrulla de Policía Nacional y observaron a un hombre encerrado dentro de un establecimiento. Intentaron en varias ocasiones que saliera de la tienda, frente a su negativa y amenazas a los agentes en caso de que entraran.
Al lugar acudió también un indicativo sanitario con una médico que conocía la trayectoria clínica del hombre y, a través de la cual, se consiguió entrar en el establecimiento y se observó al varón en actitud agresiva, blandiendo diferentes armas blancas y herramientas.
El hombre amenazó con quitarse la vida y con agredir a quien se le acercara. Seguidamente se apuntó en el pecho con un cuchillo de 29 centímetros con 17 de hoja dentada y mango de madera.
Ante esta situación y con la finalidad de evitar que el hombre se lesionara gravemente se decide usar el dispositivo electrónico de control (pistola táser), efectuando dos disparos para inmovilizarlo, momento en el que los agentes lo reducen y el servicio sanitario pasa a hacerse cargo del mismo para trasladarlo en ambulancia al hospital donde quedó ingresado.