En el corazón de la Comunitat Valenciana, en el término de Yátova, se halla un tesoro subterráneo que bien merece ser descubierto. Nos referimos a la Cueva de las Palomas, una formación geológica que fascina por su belleza natural y su significado turístico y cultural.
El principal encanto de la cueva es su capacidad de transportarnos a través del tiempo -realizando un guiño al pasado-, desde su formación geológica hasta la influencia humana que tuvo durante siglos. Se trata, sin duda, de un lugar imprescindible para los amantes de la naturaleza y la aventura.
La Cueva de las Palomas, también próxima a Buñol, está en un lugar de fácil acceso, aunque es recomendable llevar calzado adecuado para caminar por rutas y senderos forestales. En este sentido, el área cuenta con una zona de acampada y otros servicios -mesas, paellero, basurero ignífugo y depósito de agua-, teniendo la opción de disfrutar tranquilamente del bello entorno natural.
Sus atractivos
Paraje de singular belleza y escarpado paisaje. Entre sus mayores atractivos, las pozas de agua y cascadas que se forman en periodos de lluvia. Sobresale una de unos veinte metros, en el mismo curso de río Juanes, cuyo nacimiento está a escasos kilómetros.
Así, entre caminos, senderos y pozas de agua -todos perfectamente indicados- avistaremos charcas de distintos tamaños, pero con una misma semejanza, la del agua limpia, azulada y cristalina: son auténticas piscinas naturales.
Otros acceden por medio de la ruta del agua que el propio río configura, uniendo la Cueva de las Palomas, la Cueva Turche (en Buñol) y la Ruta de los Molinos (en Alborache). Es una vía que les sugerimos, pues al transcurrir paralelo al río podremos contemplar cómo la acción del agua ha ido erosionando las rocas, dando origen a las más variadas formaciones.
Alberga pozas de agua y cascadas (una de veinte metros) que se crean en periodos de lluvias
Millones de años
El origen de la cueva se remonta a millones de años, siendo el resultado de numerosos procesos naturales que dieron forma a su diseño, tan intrincado. Fue empleada a lo largo de su historia por diferentes civilizaciones, que dejaron en ella su huella.
Su fascinante paisaje se debe a un complejo proceso geológico: se formó mediante la erosión de la roca caliza por el agua de la lluvia y los ríos subterráneos, dejando un legado de estalactitas y estalagmitas que es sencillamente espectacular.
La Cueva de las Palomas alberga, además, una amplísima biodiversidad que se extiende desde las especies que habitan en el interior hasta las que se encuentran en los alrededores. Dentro de la caverna se pueden observar varias especies de murciélagos, al tiempo que fuera admiramos flora y fauna autóctona.
Actividades
El sitio brinda al visitante una serie de actividades turísticas, todas ellas apasionantes. Comenzamos con guías y tours, que posibilitan su acceso y exploración de un modo seguro y educativo. Junto a la imagen de impresionantes formaciones geológicas podemos aprender sobre la historia y biodiversidad de la cueva.
En los meses de verano una alternativa -casi obligada- es la de darse un chapuzón en sus frías aguas, a ser posible equipados con zapatillas o escarpines. El agua helada aumentará la presión con la que fluye la sangre, estimulando la circulación: la sensación de bienestar es inmediata.
Seguidamente, desde las pozas se llega a la cascada y a la propia cueva por una especie de peldaños excavados en la roca, en la parte derecha.
Tiene millones de años y fue habitada por diversas civilizaciones, que dejaron huella
Conservación y sostenibilidad
La preservación de la Cueva de las Palomas es una de las grandes prioridades para la comunidad local. Por esa razón se han llevado a cabo medidas para garantizar su conservación, véase la limitación del número de visitantes y la implementación de políticas como ‘no dejar rastro’.
Como visitante debes contribuir a la sostenibilidad del lugar, respetando las normas y minimizando tu impacto durante la estancia. ¡Visita este tesoro subterráneo, descubre sus profundidades, pero hazlo con el máximo respeto!
Alrededores
Son muchísimos los rincones que se pueden conocer en los alrededores de la Cueva de las Palomas, entre ellos el mismo municipio de Buñol, popular por la Tomatina que se celebra todos los meses de agosto, pero con otros reclamos turísticos (castillo o iglesia de San Pedro Apóstol).
Igualmente, los Cucos, antiguos refugios de piedra en seco que en su día disponían pastores, carboneros y agricultores para protegerse. Fueron construidos mediante una técnica milenaria -piedra sobre piedra- y con el paso del tiempo ha cambiado de color, pasando de un tono pardo a uno más oscuro.
También un pozo de nieve, del siglo XVII, el Paraje Natural de Tabarla -un regalo de la naturaleza- y el embalse de Forata, inaugurado en 1969 en el cauce del río Magro.