Entrevista> Tòfol Cardona Bisquert / Batería del grupo de música Pinka (Xàbia, 13- mayo-1974)
A Tòfol Cardona desde pequeño le ha gustado la música. Estuvo a punto de entrar en la banda de Xàbia, pero la percusión ya no estaba disponible. Estudió dos años de solfeo en el conservatorio. Reconoce haber aprendido rodeándose de músicos con bagaje, como Julián Nemesio, o tocando con Seguridad Social.
A los dieciocho años conoció a Pinka, un grupo de rock en valenciano. Al poco se convirtió en el batería, formando equipo con Guillem Bolufer, el cantante; Joan Bolufer, guitarrista; Moixés Cruanyes, bajista; y posteriormente con Germán Núñez, guitarrista.
¿Cómo surgió el grupo de música Pinka?
Ellos eran amigos desde que iban a la escuela. Empezaron con el grupo a los dieciséis o diecisiete años. Comenzaron de manera autodidacta, excepto Guillem Bolufer, que es el cantante. Él sí tenía estudios superiores de música y de hecho es profesor en un colegio.
El grupo se formó por el año 1992 y yo entré casi un año más tarde. Los conocí por un amigo que me propuso ir a verlos tocar un día cualquiera. Ellos no tenían a un batería y así fue como entré; y hasta ahora.
«Por problemas personales en 2019 tuvimos que dejar de hacer conciertos»
Cuéntame cómo ha sido el crecimiento de la banda.
Cuando empezamos solo era ensayar y ensayar. Nuestro objetivo principal siempre ha sido pasárnoslo bien y disfrutar con la música. Alguna vez tocábamos en algún bajo cuando se hacía alguna fiesta. Al tiempo empezamos a grabar maquetas y la gente ya empezó a llamarnos de locales y fiestas.
Grabamos algún que otro disco y empezamos a tener contacto con la prensa. Poco a poco nos fuimos popularizando más y la gente cada vez nos pedía más canciones. En nuestros conciertos ha venido a vernos gente de muchos lugares y de todas las edades.
¿Fue complicado gestionar el volumen de trabajo que os llegaba?
Por eso decidimos entrar en la discográfica Música Global y firmamos por cinco años o tres discos. Pero al pasar ese tiempo, no hubo ningún disco; no llegamos a un acuerdo. Esto es algo muy común en los grupos, porque las discográficas, si el grupo triunfa, quieren acompañarlo, pero si no es así no quieren arriesgarse.
No es que en la que estuvimos nosotros fuese peor que otras, sino que todas funcionan igual. En esa empresa no había proyección. Cuando terminó el contrato decidimos sacar nuestras propias canciones autoeditadas y dos discos. Al igual que hemos estado con algunas empresas de representación, pero hemos realizado mucha autogestión.
«Queremos disfrutar de la música en vivo»
¿Qué reto ha supuesto para vosotros poder seguir tocando juntos?
Nosotros no somos profesionales. No vivimos de esto. Tenemos que trabajar en otras cosas y además tocar. Incluso en el trabajo a veces debes cogerte un día de tus vacaciones porque tienes que ir a tocar entre semana.
No hemos sido profesionales, porque no se puede vivir de esto en el nivel en el que estamos nosotros. Muchas veces hemos tenido que poner dinero. De hecho, nunca nos hemos repartido nada de lo que hemos ganado tocando. Siempre se ha invertido; por ejemplo, en alquilar alguna furgoneta si de pronto teníamos que ir a tocar.
¿Habéis tenido un punto álgido en el grupo que os haya hecho plantearos ciertas cosas?
Considero que no hemos llegado a ese punto. Aunque sí ha habido momentos en los que hemos tenido muchas entrevistas y muchos conciertos. Pero no hemos llegado a manejar dinero ni grandes estructuras como otros grupos más grandes.
Los años que recuerdo que estuvimos con más volumen de trabajo fueron en el 2006 y 2007. Fue cuando sacamos nuestro segundo disco ‘Els somnis’; nos dio un cierto renombre. El primero fue una mera de presentación de quienes éramos. En el tercer disco que sacamos, caímos en el error de hacer una mala promoción y la gente casi ni lo conoce.
«Muchas veces hemos tenido que poner dinero»
¿En algún momento habéis necesitado un descanso?
Sí, en el 2019 por problemas personales tuvimos que dejar de hacer conciertos. Nos seguíamos reuniendo de vez en cuando para ensayar, pero no de forma regular. Después vino la pandemia y en el 2021 decidimos volver a juntarnos para organizarnos y hacer horarios. Nos centramos mucho en reacondicionar el local, en mejorar el sonido y en hacer nuevas canciones.
A finales del 2023 pusimos la fecha de empezar una nueva etapa aprovechando que hacíamos treinta años. En ese entonces estábamos muy fuera de las redes sociales. Decidimos apostar por eso y nos está dando muy buenos resultados.
¿Cuál es el futuro os planteáis con Pinka?
No lo sé. Lo que sí puedo decirte es que estamos teniendo muy buena respuesta de la gente y no nos la esperábamos. Creíamos que ya no se acordarían de nosotros. Nos gusta disfrutar de la música en vivo y seguimos haciendo canciones nuevas. Queremos dejar claro que estamos empezando una nueva etapa y tenemos la agenda abierta para hacer conciertos. Iniciamos un nuevo proyecto.