Los fiordos noruegos son un viaje soñado para muchos, accesible para muy pocos por su elevado precio. Los afortunados que los visitan y llevan a cabo alguno de sus múltiples paseos acuáticos jamás los olvidan, especialmente el calificado como el Fiordo de los Sueños, el mayor del país.
Desde hace unos meses contamos con una versión propia, única en toda la comunidad autonómica, la que recorre el río Júcar entre los municipios de Cofrentes y Cortes de Pallás, una experiencia tan relajante como preciosa en la que podrás conectar con la naturaleza mediante los cinco sentidos.
Se trata, de hecho, de otro modo de conocer una parte de la Comunitat Valenciana, la de adentrarse en el corazón de uno de nuestros ríos más emblemáticos. El crucero tiene una duración de unos noventa minutos (ida y vuelta) e incluye vistas del Castillo de Chirel, la Muela de Cortes, una cascada o el Barranco de Sácaras.
La ruta
Esta ruta fluvial, que enamora a todos los que la realizan, resulta muy recomendable para hacerla en familia, con tu pareja o amigos. El recorrido permite atravesar catorce kilómetros por las aguas del embalse de Cortes de Pallás, para conocer desde un punto de vista privilegiado los atractivos de la zona, su historia y sus curiosidades.
El río Júcar, sin duda, esconde rincones maravillosos, en plena naturaleza salvaje, rodeado de cañones y montañas. Es un paseo para descubrir los tesoros de los llamados fiordos valencianos.
Uno de sus mayores reclamos son los parajes con los que nos iremos topando a lo largo del camino, pues la navegación transcurre por lugares recónditos donde únicamente se puede acceder mediante una embarcación.
En ida y vuelta el relajante recorrido une los municipios de Cofrentes con Cortes de Pallás
Oportunidad única
Es, por lo tanto, una oportunidad única para conocer de primera mano el rico ecosistema que alberga el interior de la Comunitat Valenciana, repleto de animales salvajes y una vegetación autóctona con gran valor medioambiental.
El barco, al adentrarse por los cañones del Júcar y la mencionada Muela de Cortes, pasa por enormes paredes de piedra -muchas de ellas superan los cuatrocientos metros- en el que uno casi siente cómo la naturaleza le abraza.
Asimismo, por estas aguas, que llegan a los cien metros de profundidad, hay un variado ecosistema animal, vegetal y geológico.
El crucero asombra por su belleza natural y las vistas al Castillo de Chirel y la Muela de Cortes
Qué ver desde el barco
En la propia Muela de Cortes se ubica la Reserva Nacional de Caza Mayor, hecho que nos permitirá divisar sin dificultad la presencia -al margen derecho del embalse- de cabras montesas o muflones, en las escarpadas peñas.
La visión del Castillo de Chirel, en Cortes de Pallás, en lo alto de una montaña, igualmente impacta en el viajero. Es una gran fortaleza que adquirió relevancia durante el siglo XVIII, cuando tuvieron allí lugar cruentas batallas que concluyeron con la derrota de los moriscos.
Desde el techo acristalado de la embarcación, con una visión más panorámica, también podemos observar la vegetación típica mediterránea, aquella que crece en los peñascos más inaccesibles.
Transcurre por lugares recónditos, donde únicamente se puede acceder con una embarcación
Cómo es el embalse
El embalse de Cofrentes fue inaugurado en 1983 para almacenar aguas del río Júcar y tiene una capacidad máxima de 117,76 hm3.
Una de las principales características de este gran lago artificial es la escasa variación del volumen de agua retenido, ya que su utilidad más importante es la producción de energía eléctrica.
Esto asegura que se puedan realizar itinerarios durante prácticamente todo el año, siempre siguiendo las condiciones de seguridad y respeto al medio ambiente que exige la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Otros atractivos de la zona
Finalizada la ruta fluvial, vale mucho la pena conocer otros destinos cercanos, como cuevas, nuevos ríos -el Cabriel-, rutas senderistas, poblaciones y un sinfín de atractivos naturales, sin olvidarnos de las singularidades culinarias de la zona, en las que sobresale el contundente gazpacho manchego.
Un acierto es visitar la misma localidad de Cofrentes, anexa a una central nuclear. En lo alto se sitúa su castillo, de planta rectangular y conservando gran parte de su estructura, de orígenes antiguos. Igualmente, digno de apreciar es la iglesia parroquial, dedicada a San José -construida sobre una antigua mezquita- y la ermita de la Virgen de la Soledad.
A apenas veinte minutos, la histórica Ayora cuenta también con un destacado castillo, palacio-fortaleza del duque del Infantado, del siglo XIII; la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción; la de Santa María La Mayor y numerosas ermitas. Finalmente, la Cueva de Don Juan, la mayor de toda la Comunitat Valenciana. Ubicada en el término de Jalance, la cueva ofrece formas kársticas que le dan un aspecto impactante, ya empleado por el hombre como lugar de refugio desde el Mesolítico.