Elvira Cambrils Miralles / Escritora
Un apasionante viaje por la Magna Grecia, es decir el actual sur de Italia, fue la fuente de inspiración que necesitaba Elvira Cambrils (Pego, 6-febrero-1955), docente de profesión, para comenzar una más que brillante carrera literaria, “en la cual no he parado”.
Tanto es así que algunas de sus novelas han recibido diversos reconocimientos, especialmente la última -‘Argila i calç’-, premio Enric Valor por una historia íntima, de valentía, compañerismo y humanidad.
Nos atiende para hablar de ésta y de sus otras novelas, como ‘Aire’, también galardonada, sobre siete mujeres que se explican confidencias en una alocada peluquería; ‘A la platja de Camus’, en la que trata el complicado tema de los exiliados de Argelia, “muchos ubicados en Alicante”; y ‘Mare Lluna’, un relato corto que promociona la lectura en valenciano.
¿Cómo fueron tus inicios?
Formo parte de una generación que despertó dándonos cuenta que vivíamos en una sociedad caduca, pasada, con falta de libertad, en plena dictadura franquista.
Había infinidad de inquietudes entre los jóvenes y a los quince años me incorporé al grupo de teatro ‘La Castaña’, con aspiraciones artísticas y, sobre todo, ideológicas. Despertó entonces mi conciencia política y ética: fue una especie de escuela. Al mismo tiempo estudiaba filosofía en la Universidad de València.
Ejerces también la docencia en Pego.
Sí, durante muchos años fui profesora de filosofía en un instituto y me apunté al UPV, actual Compromís. Seguidamente, regidora de mi pueblo durante cuatro años, dos en Cultura y otros dos en Urbanismo.
¿Por qué empiezas a escribir?
Primero como un juego, en un viaje que hice por el sur de Italia hace más de veinte años, anotando lo que me va pasando, anécdotas. Al regresar a casa y querer rehacer el diario, se me ocurrió escribir un relato de cada uno de esos días, partiendo de una historieta.
A partir de ahí me enganché a la ficción, porque es cierto que me sedujo, encantó y maravilló.
«Busco la perfección del parágrafo y del capítulo, con un ritmo que suene bien en mi mente»
¿Cuál es tu estilo literario?
Busco siempre la perfección de la frase, del parágrafo y del capítulo, con un ritmo y una melodía que suene bien en mi mente, porque de este modo también lo hará en la del lector. Para ello primero necesitas inspiración.
¿De dónde procede esa inspiración?
Del trabajo y de tener alguna cosa que decir. Cuando quieres comunicar algo, buscas la forma de hacerlo, probando.
La escritura, para mí, tiene mucho de oficio, trabajo que realizo habitualmente por las mañanas, aunque cada vez tengo menos tiempo a raíz del éxito de ‘Argila i calç’.
Háblanos precisamente de tu última novela, premio Enric Valor.
‘Argila i calç’ es un relato collage, fragmentario, realizado a partir de muchos textos en los que he mezclado diferentes géneros: diario, cita intelectual, escena, recuerdo…
Se narran dos historias: la de una escritora valenciana de casi 90 años, Blanca Miralles, y la de Amina, una adolescente de Yibuti (África Oriental) que ha tenido que abandonar su país por un suceso muy traumático. Recorre medio África hasta llegar a la Marina Alta, donde conoce a la escritora.
¿Qué acogida ha tenido?
Muy buena, recibiendo continuos mensajes positivos -la mayoría por las redes sociales-, mucho más que en anteriores novelas. He presentado la obra en diferentes municipios y en muchas ocasiones los asistentes ya la han leído, algo que me satisface muchísimo.
«Una buena obra requiere un buen inicio y un buen final, pero también que no decaiga»
¿Es tu mejor obra?
No sabría decirlo, porque ¿qué significa mejor obra, que está bien escrita? Las anteriores también lo estaban. Una buena obra requiere de un buen inicio y un buen final, pero también que durante el desarrollo no decaiga, que haya puntos de inflexión en los que llames la atención del lector.
‘Argila i calç’ lo consigue, al igual como lo hicieron las anteriores, porque mi manera de escribir atrapa al que lo lee, por el interés de la trama.
‘Aire’ es otro de tus trabajos más notables.
Fue premio Carmelina Sánchez-Cutillas en 2021 y escribirla fue un gran divertimento, porque trata de una sesión de tres horas en un salón de belleza al que acuden siete mujeres -desconocidas entre sí- creando un clima de confidencias. La sesión acaba siendo terapéutica para todas ellas, con algunos fragmentos humorísticos.
¿Descartas escribir en castellano?
Sí, por varios motivos. Primero no tengo tiempo para escribir en dos lenguas y opto por hacerlo en la mía materna. Escribo en valenciano por principios éticos, demográficos y de humanidad. Sí me gustaría que se tradujeran mis novelas al castellano.
¿Cuál será tu próxima novela?
No puedo hablar mucho de ella, únicamente que ya la estoy elaborando y que será tan apasionante como las precedentes.