Entrevista> Juan Ramón Adsuara / Alcalde de Alfafar (Vilavella, Castellón, 19-julio-1974)
Transcripción: David Rubio / Fotos: Adrián Cedillo
Desde nuestra última entrevista en profundidad con el alcalde, en marzo de 2023, han pasado muchas cosas. Aunque a algunos les moleste y viertan información con el objetivo de confundir, lo cierto es que este es el cuarto mandato consecutivo con Juan Ramón Adsuara al frente, y además obteniendo una confianza de los vecinos transformada en mayoría absoluta.
«Tener una mayoría absoluta es una gran responsabilidad y compromiso con los ciudadanos»
Los últimos resultados electorales significan que el pueblo ha confiado mayoritariamente en la gestión del alcalde y de su equipo de gobierno…
Sí. Además entre la sociedad había un cierto suspense sobre cómo iba a ser el comportamiento de Vox en el área metropolitana. Ya hemos visto que han condicionado muchos gobiernos. Yo creo que un gobierno debe ser con mayoría absoluta porque cuando hay muchos partidos y cesiones, no es dinámico ni ágil.
Nosotros obtuvimos los mejores resultados de estas cuatro legislaturas, y nos quedamos a solo cinco votos de sacar un concejal más. Aún así Vox sacó representación, pero no nos hizo falta ningún apoyo para formar gobierno. Tenemos mayoría absoluta, y esto es una gran responsabilidad. El centro-derecha nunca había recibido tanto voto en unas municipales. Es evidente que los ciudadanos de Alfafar han depositado en mí muchísimas expectativas para seguir la misma línea que estábamos tomando hasta ahora.
Estos años pasados ha habido problemas por la subida de costes que hizo tener que ajustar presupuestos y que ciertas cosas no se realizaran, como los vestuarios del campo de fútbol. ¿Se ha conseguido poner todo esto en orden o seguimos padeciendo las consecuencias?
Todos los ayuntamientos seguimos padeciendo la Ley de Contratación. Desde que la cambiaron se da toda la libertad a las empresas, pero se ata de pies y manos a la Administración Pública. Hemos muerto de éxito, porque lo que se ha conseguido es ralentizar mucho más.
Con la subida de costes muchas obras se quedaban desiertas, y es cierto que ahora ya no ocurre esto. Sin embargo, esta ley da pie a que cualquier empresa, tenga los antecedentes que tenga, entre a una baja temeraria o gane un concurso y luego quiera dejar la obra. Creo que desde la Federación Española de Municipios y Provincias se debería pedir al ministerio que se revise la ley. Tal y como está planteada sufrimos el abuso de empresas que no son del todo profesionales.
«Con la Ley de Contratación se promueve que las empresas puedan abusar de los ayuntamientos»
Si una administración anula un contrato unilateralmente con una empresa la tiene que dar algún tipo de indemnización… pero no al revés.
Efectivamente. Lo que pasa con las empresas es que ganan un contrato sin haber revisado el proyecto, y entonces es cuando te dicen que no pueden hacer la obra. Oiga, su obligación era haberlo leído antes de presentarse… ¡no me lo puede decir ahora!
Así que nos toca, de alguna forma, impedir que haga la obra porque sabemos que no la va a realizar en condiciones, pero también indemnizarles. Esto le cuesta dinero al ayuntamiento, y es algo que está pasando tanto para hacer un parque valorado en 20.000 euros como con una obra de seis millones.
Y no es ideología. A todos los alcaldes y concejales de Urbanismo nos tiemblan las piernas cuando vemos que empresas sin una cierta credibilidad demostrada anteriormente ganan los concursos públicos. Más aún teniendo en cuenta que nuestro trabajo es asegurar que aquello que se construya sea durable y sostenible. Los caudales públicos deben estar bien invertidos, y no se los puedes dar a cualquier pirata que se aprovecha de los concursos públicos para hacer negocio. Son los impuestos de los ciudadanos de Alfafar y debemos velar porque se inviertan en obras de calidad.
Año tras año habéis conseguido superávit. Siempre dices que no se hacen mal los presupuestos, sino que los gastos se ponen bien y los ingresos a la baja por si acaso. Estos se han ido utilizando especialmente en servicios sociales. ¿Cómo están las cuentas este año?
Tenemos también superávit, pero va a ir destinado a pagar sentencias judiciales de expropiaciones. Cuando un ayuntamiento expropia por un cierto precio, normalmente el propietario quiere más. Así que es el tribunal quien marca el justiprecio. Aquí arrastramos problemas desde hace quince años con algunos terrenos que hemos puesto a disposición de la Generalitat para construir diversos tipos de residencias. Por fin ha habido ahora sentencia, y tenemos que incrementar un millón de euros más intereses para este tema. Por políticas anteriores, pagamos nosotros ahora las consecuencias.
Aún así esto no va a afectar los presupuestos dado que el nivel de endeudamiento en Alfafar es muy bajo. Podemos utilizar otras herramientas para que el gasto corriente y los servicios sean los mismos. De hecho estamos tratando de mejorar todos los contratos del ayuntamiento como la recogida de residuos, la limpieza urbana y de la zona comercial que tanto debemos mimar porque es nuestra fuente de ingresos, los temas sociales, la situación de las personas y la cultura.
«El pago de indemnizaciones por expropiaciones no afectará a los servicios municipales»
Los ayuntamientos también estáis muy perjudicados con la limitación de uso de los remanentes. Ahora no sabemos que norma va a aplicar el Gobierno central para este año. ¿En qué afectará esto a Alfafar?
Esto nos limita. Tú puedes tener una buena gestión y poco endeudamiento, pero hay un techo de gasto que te impide gastar un tanto por cierto más que en el ejercicio anterior, la única consecuencia es que al final salen ganando los bancos. Nos vemos abocados a dedicar parte de nuestros ahorros a pagar deuda, a pesar de que la nuestra está bien estructurada y hemos negociado para que apenas nos cueste intereses.
Por eso creo que se debería flexibilizar mucho más, como se ha hecho en años anteriores. Todavía no estamos a niveles prepandemia. Con los precios a los que están los materiales ahora, deberían eximirnos de estas reglas fiscales para seguir utilizando y aumentando el gasto corriente en el día a día.
El gran proyecto de la residencia y el centro de día, con 20 millones de inversión, estaba previsto acabarlo a finales de este año o principios de 2025. ¿Esto ha sufrido algún tipo de retraso?
Ha sufrido lo mismo que casi todas las obras. Ha habido recursos entre las empresas. Es decir, cuando a una empresa no le gusta la oferta que ha presentado la otra va al tribunal, y los perjudicados son el ayuntamiento y la sociedad. Porque esto te puede paralizar la obra unos seis meses. De hecho la residencia va a costar 20 meses de construcción y 24 de burocracia.
Esto es una locura, muy difícil de explicar a un ciudadano. Para construir una residencia, auditorio o polideportivo tienes 2-3 años de papeleo. Es algo que desespera y a veces te quita las ganas de luchar. De igual forma las empresas tienen que pedir permisos de obra, de actividad, de movimiento, medioambiental… y al final es que se les quitan las ganas de invertir en el territorio. Esto no pasa en otro país de la Comunidad Económica Europea.
«Construir la residencia son 20 meses, pero para ello hay 24 de burocracia»
Y a pesar de esto, ¿cómo se consigue en Alfafar atraer a los inversores?
Ya lo dice el presidente Mazón, necesitamos cambiar el sistema para hacerlo más ágil. Por eso creo que ha sido una buena idea lo de hacer una oficina única para grandes proyectos. En Alfafar intentamos que todo inversor entre directamente por alcaldía, para que solo tenga un interlocutor y desde aquí tutelar todas las áreas. Así tratamos de facilitarles la vida y no marearles demasiado.
Entiendo que las empresas tengan miedo de entrar en una entidad pública para hacer gestiones, porque supone meterse en un laberinto de documentos y áreas. Ellos se juegan su capital. Vienen a invertir, crear empleo y dinamizar la economía, así que deberíamos de ponerles una alfombra roja. Por eso creo que parte del éxito de nuestra zona comercial radica precisamente en esto. Cada empresa que quiere venir aquí tiene las puertas abiertas, y solo una oficina a la que acudir.
De todas formas, si ya por fin se ha superado la fase burocrática… ¿entiendo que la residencia podría estar hacia finales de 2025?
El proyecto de obra está adjudicado a una constructora valenciana y aprobado en junta de gobierno. Falta firmar el contrato, pero no ha habido ningún recurso. Mi previsión es que a 1 de junio de 2026 esté ya construida, recepcionada y justificada en Europa.
«Queremos que quede todo preparado en esta legislatura para construir el auditorio»
Recientemente se han aprobado otras expropiaciones para proyectos tan importantes como el centro especializado de enfermedades mentales y el centro de rehabilitación e integración social.
En un principio nosotros tenemos ahora el terreno para el centro especializado. Sin embargo esto no entra en los Fondos Next Generation, así que estamos esperando instrucciones de la Generalitat Valenciana. Las plazas hacen falta, somos conscientes de que hay que apostar por la salud mental. Ahora la conselleria tiene aquí 6.000 m2 para construir un centro de día y residencia. Sé que esto no será inmediato, ya que la Generalitat ahora mismo está reestructurando la herencia que ha recibido.
Además tenemos otros terrenos para un equipamiento que necesitamos como es un auditorio o sala polivalente. La población de Alfafar va creciendo y necesita sitios donde realizar conciertos, conferencias, seminiarios, congresos, obras de teatro, etc. Todavía no tenemos esta infraestructura y queremos apostar para que al menos se quede todo preparado en esta legislatura, y si se puede empezar ya con su construcción pues mucho mejor.
El caso es que a Alfafar le queda ya poco terreno utilizable, ¿no?
Sí, pero lo bueno es que este poco terreno se divide entre un ecobarrio y suelo dotacional. Es decir, estos 300.000 m2 que nos quedan tendrán una expansión verde, deportiva o cultural.
Actualmente estamos trabajando con la memoria valorada. Ahora comienza el Marco Plurianual de la Unión Europea, y dentro de nuestra estrategia de desarrollo urbano sostenible entran dos edificios que son el auditorio en el centro de Alfafar y otro en la zona Parque Alcosa del barrio Orba. Son dos ejes fundamentales para la expansión de Alfafar que entrarán en el EDUSI.
«Vamos a apostar por hacer calles más verdes que sean refugios climáticos en verano»
Para este mandato uno de los proyectos también era pacificar el entorno de los colegios.
Efectivamente. Hemos hecho diez actuaciones, en las entradas y salidas de los colegios, que finalizaron el pasado octubre. Se ha conseguido una pacificación y reducción del tráfico, y ahora hay espacios más amables alrededor de los centros, con verde, mobiliario urbano, aceras más anchas y papeleras.
Este mismo proceder lo vamos a continuar con otras calles y plazas de la población. De hecho acabamos de concurrir a una subvención de Fondos Europeos, para financiar el 50% de un proyecto de 925.000 euros y hacer un calmado de tráfico en de las principales vías recogidas en nuestro Plan de Movilidad. De esta forma no habrá solamente asfalto y acera, sino también árboles, jardineras y bancos. Queremos que sean espacios que en verano se conviertan en refugios climáticos. Estamos apostando por estas políticas.
La zona comercial tuvo importantes llegadas de nuevas empresas el año pasado. ¿Hay alguna otra prevista?
Estamos teniendo conversaciones con dos empresas importantes europeas de gama media-alta en el mundo de la cocina y baño. Además tenemos capital extranjero para ampliar instalaciones deportivas. Ahora mismo, gracias a la fluidez y accesibilidad que tiene Alfafar desde la ciudad de València, disponemos ya de seis gimnasios referentes en la provincia que están especializados en el deporte de familia, el fitness, el pádel y un centro llamado ‘de las estrellas’ para youtubers e influencers.
Independientemente del deporte, estamos posicionándonos como un lugar de oferta gastronómica y familiar para pasar el día. Según los estudios de marketing que estamos haciendo, Alfafar se está convirtiendo en la capital del mueble y la decoración, ya no solo en la Comunidad Valenciana, sino también con gente que viene de Murcia, Albacete o Aragón.
«Buscamos convertirnos en una gran ciudad, pero con espíritu de pueblo»
Últimamente también se han ampliado las calles de la zona comercial para evitar atascos…
Esto lo hemos hecho en colaboración con las empresas, para que nos dieran también sus puntos de vista. Si el visitante ve una zona videovigilada, con seguridad, sin atascos, bien cuidada, limpia y con todos los servicios… eso le hace volver. Por eso no vamos a dejar de invertir en la zona comercial asfaltándola, limpiándola, iluminándola y señalizándola. Tiene que ser un atractivo para todos los ciudadanos del área metropolitana.
La idea es que el día de mañana, cuando ya tengamos la ampliación del ecobarrio, consolidarnos como una ciudad para venir a vivir.
Lo que falta es la sinergia de que todo lo que hay en la zona comercial pueda repercutir también en compradores en el comercio local.
Cierto. Precisamente con este ecobarrio, que quedará en medio, vamos a impermeabilizar generando así que todo sea como una pastilla. Es decir, será una zona comercial dentro de una población, con todo unido.
Este nuevo barrio está integrado para que quien quiera pueda acercarse a la zona comercial para hacer deporte, y al mismo tiempo acercarse al comercio tradicional del municipio para comprar en la panadería y carnicería de toda la vida. Buscamos una gran ciudad, pero con un espíritu de pueblo.
«Utilizaremos más la tecnología para conectar con los mayores que viven solos»
¿Cómo está el proceso de poner en funcionamiento el edificio Tauleta y su entorno?
Estamos ya con la mudanza. Este mismo marzo debe entrar en funcionamiento, a la espera de que venga la vicepresidenta, Susana Camarero, para ver las instalaciones. Aquí estarán los servicios sociales, con sesenta trabajadores, y también la Escuela de Adultos.
En total ha sido una inversión de cinco millones de euros, parte de ella financiada por Fondos Europeos. En realidad debería haberse acabado hace dos años, pero hemos sufrido los problemas de los que antes hablábamos. Han subido los precios de los materiales y luego surgió un conflicto entre dos empresas que ganaron el concurso y dejaron tirado al ayuntamiento. Por eso hubo que volver a licitar la obra y por fin entró una empresa con solvencia.
Vamos a hacer una campaña de comunicación a los ciudadanos para contar lo que ha costado el edificio, lo que ha puesto Europa y, sobre todo, los servicios que vamos a prestar. El área de Bienestar Social no es simplemente un sitio donde se dé una paga a familias necesitadas. Desde aquí se trabaja el envejecimiento activo, la igualdad, la infancia, la educación, la salud mental, cuidados para los mayores que están solos, etc.
De hecho, desde el ayuntamiento se controla qué mayores necesitan acompañamiento constante o ayudas periódicas. ¿Cómo se está trabajando este servicio?
Estamos invirtiendo más para seguir mejorándolo. Nosotros creemos mucho en la colaboración público-privada y lo tenemos externalizado con una empresa de capital social valenciano. Hemos ampliado los servicios para tener a domicilio fisioterapeutas, podólogos o peluquería. También hemos incrementado la teleasistencia y las llamadas a personas que están solas.
De igual forma estamos trabajando para utilizar la tecnología en el control de aquellos que viven en soledad no deseada. Hemos visto que los conceptos de Inteligencia Artificial y Smart City están entrando para ayudar en este tema.
Por ejemplo, hay diputaciones que están digitalizando los contadores de agua, porque si tienes monitorizados los de mayores de 80 años que viven solos… el día que dejen de contar puedes saber que algo está pasando y actuar enseguida. A fin de cuentas una persona que reside sola en un pueblo está más acompañada que en un área metropolitana donde cada cual hace su vida.
Hablemos de otro tema que preocupa mucho a la población. Ya ha habido 77 muertos en las vías ferroviarias. ¿Cuál es la situación en estos momentos?
En este momento no tenemos noticias por parte de Adif, ocho meses después de que firmáramos con ellos un protocolo sobre estudios. Tampoco por parte de la Subdelegación del Gobierno ni del ministerio.
Nosotros hemos presentado una Propuesta No de Ley (PNL) en el Congreso, hemos preparado una enmienda para cuando se presenten los presupuestos generales del Estado y hemos aprobado una declaración institucional en la Diputación de València para que cada grupo eleve a sus compañeros diputados el apoyo a esta enmienda. Además el presidente Mazón y la consellera Salomé Pradas han elevado una petición al ministerio.
El Consell se ha involucrado y en muy poco tiempo ha presentado un estudio de 130 millones para soterrar las vías y construir una nueva estación. ¿Esto acabaría con la idea de los pasos elevados o subterráneos?
Sí, esperemos que este proyecto de 130 millones entre en los presupuestos del Estado desde el principio. Y si no es así, espero que los diputados del PP, PSOE y Compromís voten a favor de la enmienda.
Es más, nuestra idea es que nos transfieran las competencias del soterramiento, como han hecho con los planes Edificant o Convivint, para que lo ejecute la Generalitat Valenciana. Hay precedentes creados con otros municipios que tienen el mismo problema que Alfafar. Por ejemplo a Sant Feliu de Llobregat se le ha dotado con 83 millones de euros, a Moncada y Reixach con 540 millones, y al Hospitalet con 1.000 millones. Todos ellos han tenido las competencias para ejecutar las obras.
Compartimos que todo lo que no sea un soterramiento son parches y siguen dejando problemas como los de salud mental, paso de mercancías peligrosas, etc. Por lo tanto es poner más barreras y, además, cuando se ponen estos parches, acaban quedándose. Nosotros nos oponemos a todo lo que no sea el soterramiento.