Entrevista > Vicente Mir / Entrenador del Torrent CF (Meliana, València, 3-junio-1968)
El Grupo III de la Segunda Federación es, posiblemente, el más competitivo de todos, encuadrado por equipos catalanes y valencianos. El Torrent CF, ascendido esta misma temporada -después de 33 años-, lucha por mantener la categoría, sin descartar dar la sorpresa de colarse en las posiciones de promoción.
Vicente Mir, su entrenador, “comprometido y muy a gusto en el club”, cumple su segunda campaña al frente del equipo, tras tomar las riendas del mismo el pasado año y lograr un tan costoso como merecido ascenso. De hecho, el exjugador del València es un técnico experimentado en hacer subir a sus conjuntos; hasta en cuatro ocasiones lo ha conseguido.
Considera clave la fuerza de un bloque sin grandes figuras, que lucha todos los encuentros y gana el máximo de puntos posibles en el San Gregorio. Asimismo, confiesa tener una buena sintonía con la directiva y reclama un poco más de apoyo de la afición, “especialmente en los momentos más complicados de los partidos”.
«Seguimos mentalizados en conseguir el objetivo marcado al inicio de temporada: salvarse»
¿Cómo se afronta la parte final de la temporada?
Sabemos que somos un equipo recién ascendido, con humildad, y que tiene en mente lograr el objetivo que nos planteamos a principios de temporada, que no es otro que la salvación.
Pienso que con 44 o 45 puntos lo habremos logrado. Todo es muy complicado en una categoría en la que descienden cinco y promociona para bajar otro.
¿Ves opciones de promocionar para subir?
El sueño de la promoción está muy lejano. Solo lo volveríamos a reabrir si llegamos a los 45 puntos lo antes posible, pero no es nada fácil; todos los equipos estamos muy apretados, la categoría es dura y cuesta muchísimo ganar los partidos.
No miro arriba en la clasificación, más bien abajo. Me fijo más en los puntos que podemos hacer y los partidos que quedan.
¿El Grupo III es el más potente de todos?
Siempre he dicho que el grupo catalán-valenciano es el más complicado, junto con el de Andalucía. En el nuestro cualquier equipo te complica la vida y, por ejemplo, La Nucía, que está en la parte baja, cuenta con diez jugadores que eran de la Primera Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el año pasado.
Sí es cierto que los cinco equipos que están arriba son los mejores: Hércules, Lleida, Europa, Sant Andreu y Badalona. A partir de ahí estamos el resto, un poco por debajo.
«Todos los equipos estamos apretados; la competición es muy dura y cuesta ganar partidos»
¿Cuál es la fortaleza del bloque?
Somos un bloque sin grandes individualidades, un equipo que en casa es muy intenso, difícil de ganar. Mantenemos un juego bastante directo, sin arriesgar en el San Gregorio.
Ya en campo contrario, nos gusta jugar, presionando la salida del rival, para que se sienta incómodo.
¿Y a domicilio?
Intentamos salir igual, aunque es cierto que no estamos obteniendo muy buenos resultados. Sin embargo, sí hemos hecho buenos partidos, algunos mejores que los de casa.
Estoy muy contento con el equipo, los jugadores están muy comprometidos y eso hace que el Torrent esté donde está.
¿Cómo te defines como técnico?
Soy un entrenador que me gusta tener comprometida a toda la gente, sacar el máximo de los futbolistas y que su equipo sea trabajador, intenso.
La metodología de los entrenamientos es muy importante a la hora de los partidos; no hay entreno en el que el equipo esté parado. Suelen ser cortos, pero de mucho ritmo, y todo eso hace que en el campo seamos difíciles de batir. Soy dialogante con los jugadores, el haber jugado al fútbol hace que les entienda mejor. Pero sin quitarles exigencia.
«En el momento que pierdes la confianza de los futbolistas, el equipo deja de competir»
Cada equipo es un mundo, también.
Por supuesto. He estado en equipos en los que he podido salir jugando desde atrás, más limpio, teniendo mucha posesión; y otros en los que no.
A día de hoy, en el Torrent es complicado ofrecer un equipo que salga jugando. A todos nos gustaría ser un City o Guardiola, pero no. Debemos amoldarnos a los chicos y al campo que tenemos.
¿Por ser un exjugador de Primera se te escucha o respeta más?
Lo más importante para un entrenador es que el jugador te escuche y crea en lo que estás diciéndole. Si no creen en ti, es muy difícil que el equipo funcione.
Pienso que es una de mis principales virtudes: los chicos creen en mí y en mi trabajo. El día que pierdes eso, el equipo deja de competir.
¿Qué mensaje quieres dirigir a la afición?
Los necesitamos para salvar la categoría, siendo plenamente conscientes de dónde estamos, que es muy difícil ganar los encuentros y que hay equipos con presupuestos muy superiores al nuestro.