Entrevista > Saoro Nadal / Modelo internacional (L’Alcúdia de Crespins, 30-noviembre-1984)
Es guapo, mucho, pero lo que más llama la atención tras conversar agradablemente con Saoro Nadal es su naturalidad y humildad, aquella que ha ido agrandando con el paso de los años y el conocimiento de nuevas culturas, “las que me han hecho mejor persona”.
Son numerosas las vivencias que le han pasado, como no creerse que un chico de L’Alcúdia de Crespins estaba trabajando con Lady Gaga -en el lanzamiento de su perfume- frente al museo Guggenheim de Nueva York, o que la actriz Liv Tyler le atropellara, sin consecuencias, eso sí, en las propias calles de La Gran Manzana.
Nos desvelará cómo es un día como modelo, sumamente estresante, y por qué pasa largas temporadas lejos de casa -Estambul, São Paulo, NY, Milán…- codeándose con los mejores modelos del mundo. También qué es lo mejor de la profesión y lo peor, principalmente estar lejos de su familia y, por ejemplo, no ver crecer a su estimada sobrina.
¿Quién y cómo te descubren?
Me descubrió sobre el año 2007 el estilista Arturo Laso, quien me empujó a que hiciera mi primera sesión de fotos, el paso inicial para introducirte en el modelaje. Lo primero que hice fue algún catálogo o anuncio, principalmente en la Comunitat Valenciana.
¿Cuáles eran tus referentes?
Me fijaba mucho en Mark Vandeloo, entonces todavía en la cresta; Tyson Ballou, uno de mis modelos preferidos, y Will Chalker.
«Lo peor de ser modelo es que el tiempo no vuelve, dejando de estar con la familia, amigos…»
¿Cómo es un día de trabajo?
Por ejemplo, en una campaña, nos suelen citar muy pronto, lo que hace que tenga que levantarme sobre las cinco de la mañana.
Me recogen y me llevan al estudio o la localización y allí comienza el trabajo: maquillaje, peluquería… Intento hablar un poco con el fotógrafo, saber qué quiere de mí para sentirnos más cómodos. La sesión, de este modo, es mejor y más profesional. Esos días son muy estresantes, porque las sesiones se hacen una estación previa a la temporada.
Una sesión, ¿cuánto puede durar?
Algunas tres horas y otras diez. Luego, tras la ducha, cenas con el equipo o descansas. Hay fotógrafos que prefieren aprovechar la luz del sol cuando sale, dependiendo de las localizaciones, mientras otros trabajan a lo largo de toda la jornada.
¿Qué es lo mejor de ser modelo internacional?
Las culturas que descubres y la forma en la que te abre la mente y el corazón: viajar, conocer personas increíbles. Aparte del aspecto económico y las vivencias, me quedaré con los seres tan maravillosos que se han cruzado en mi camino.
«Uno de mis sueños siempre ha sido hacer la campaña del perfume Montblanc»
¿Y lo peor?
Saber que el tiempo que inviertes no vuelve nunca, dejando de estar con la familia, los padres se hacen mayores. Echo de menos a mi sobrina, a la que adoro, y a los amigos; todos maduran, tú maduras y te gustaría pasar más tiempo con ellos.
También es complicado formar una familia. Estuve casado con una dj internacional, una mujer que admiro mucho, pero era complicado el mantener una relación, vernos…
¿Cómo fue tu aparición en el videoclip con Edurne, ‘Amanecer’?
Un poco por casualidad, pues estaba de vacaciones en España. Conocía a los productores del videoclip, había trabajado con ellos, se pusieron en contacto conmigo y me hicieron un casting interno.
Se rodó en 3D, en un único día -pese a las complicaciones- y, a modo de anécdota, el tigre que aparece era de verdad, aunque afortunadamente estaba sedado.
¿Cuántos retos te quedan por cumplir en el modelaje?
Estoy sumamente contento de cómo me va ahora todo, pero siempre he tenido un sueño, que es hacer la campaña del perfume Montblanc.
«Soy consciente que el mío es un trabajo efímero que puede acabar en cualquier momento»
¿Tienes cierto temor a que dejen de llamarte con el paso de los años?
Por supuesto, soy consciente de ello, que lo mío es un trabajo efímero, desde hace cinco o seis años. Sin embargo, ahora es cuando mejor me va y no paro de trabajar.
De la noche a la mañana, y sin depender de mí, se puede acabar. Por eso me estoy cubriendo las espaldas, haciendo otras cosas, como una película que iniciaré en los próximos meses, ser actor de teatro… Ya he rodado dos cortometrajes, ambos en Brasil. Es un mundo que me gusta muchísimo, sabiendo que no es nada fácil, es muy sacrificado, hay mucha competencia y gente con gran talento.
¿Cuáles son las ciudades que más te apasionan?
Estambul y Nueva York me tienen el corazón robado. Ambas han significado mucho en mi vida y mi carrera profesional y me encantaría tener alguna propiedad en ellas.
Por curiosidad, ¿cuántos idiomas hablas?
Castellano, valenciano e inglés; me defiendo en portugués y algo de italiano.