La ciudad de Alicante, a través de Aguas de Alicante como empresa gestora del ciclo integral del agua, lleva años aplicando una estrategia basada en la optimización de las inversiones destinadas a la renovación de redes de agua potable y de alcantarillado, una identificación de necesidades orientada en última instancia en avanzar en una gestión sostenible del recurso hídrico y en la protección del medioambiente. La compañía trabaja además desde 2022 en el marco de los objetivos que se fijó a sí misma hasta 2027 en su Plan Estratégico. Uno de ellos es el de avanzar e innovar para una “Gestión Eficiente de los Recursos”; frente a unos fenómenos con los que tenemos que convivir y que son cada vez más frecuentes especialmente en la zona mediterránea, como son las sequías y las inundaciones por lluvias torrenciales, una de las claves de esa gestión eficaz es la búsqueda de la mayor resiliencia posible, una robustez que permite a la compañía ser capaz de garantizar los servicios de abastecimiento frente a esos fenómenos climáticos tanto en cantidad de agua suministrada, como en su excelente calidad, aspectos ambos esenciales en la óptima prestación de su servicio.
En el periodo comprendido entre 2021 y 2023, los fondos asignados a renovación de redes de agua potable y alcantarillado en la ciudad de Alicante ascendieron 9 M€, unas inversiones que han repercutido de modo directo en la mejora de la infraestructura y, como consecuencia, en la calidad del servicio prestado por la compañía. Gracias a estos recursos económicos, junto a los que se asignen en los próximos años, es posible abordar los desafíos actuales e ir avanzando ya en los futuros, relacionados con la obsolescencia de las redes, el crecimiento de la ciudad de Alicante y los impactos ambientales.
Para lograr los objetivos de avanzar en gestión sostenible del agua y en el cuidado del medioambiente, la planificación de las renovaciones de redes prioriza aspectos como, por ejemplo, la utilización de materiales de calidad o el uso de prácticas constructivas respetuosas con el entorno; esto incluye también la minimización de los residuos, la reutilización, la reducción del consumo de energía o la implementación de tecnologías eficientes, entre otras prácticas.
Principales beneficios de la optimización de inversiones
Entre las principales ventajas de la estrategia implementada están la maximización de los beneficios técnicos asociados a la inversión, la optimización de la vida útil de las redes (tanto por evitar costosas reparaciones, como reemplazos excesivamente prematuros), la disminución de las averías y fugas, o la racionalización de las dotaciones presupuestarias requeridas para llevar a cabo estas mejoras.
También, la reducción de las molestias ocasionadas a la ciudadanía cuando se acometen obras fruto de averías frecuentes y/o trabajos de mantenimiento en infraestructuras esenciales como son las del agua potable y del saneamiento. Gracias al uso de nuevas tecnologías en toda esta labor de planificación y anticipación en renovaciones, así como el uso de materiales duraderos, más resistentes y menos propensos a sufrir daños (lo que reducirá la frecuencia de las filtraciones y pérdida de agua), se reduce considerablemente la necesidad de interrupciones en el suministro de agua y de cortes en las calles y avenidas de la ciudad, lo que beneficia directamente la calidad de vida ciudadana gracias a la garantía de continuidad de estos servicios esenciales.
En 2024, continuidad
La asignación de fondos para la renovación de las redes de alcantarillado y agua potable en el año 2024 representa un compromiso tanto para Aguas de Alicante como para el Ayuntamiento de Alicante, con la sostenibilidad, el cuidado del medioambiente y el bienestar de la ciudadanía como objetivos prioritarios. Gracias a la entrada en vigor de las nuevas tarifas, en 2024 es posible una mejora presupuestaria en la dotación, con unos importes para el fondo de renovación de agua potable que ascienden a 3.834.993,07€ y 4.067.294,19€ para el de alcantarillado.
Todo ello, con una continuidad en los criterios y estrategias de optimización y sostenibilidad, inversiones necesarias para asegurar la calidad y confiabilidad de los servicios, y la sostenibilidad a largo plazo. Junto a ello, se buscarán alianzas público-privadas y financiación externa para maximizar el impacto de los recursos disponibles de cara a disponer de un sistema más eficiente, más sostenible y más resiliente disponible para las futuras generaciones.