En 1934 Enrique Santos Discépolo escribió el tango titulado ‘Cambalache’, que muchos años después cobró mayor visibilidad en España al ser cantado por Joan Manuel Serrat.
Dedicado al siglo XX, y como casi todo ya que no hay forma de que evolucionemos, su letra sigue de actualidad. Parte de ella dice: “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor; ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor. No hay aplazaos, ni escalafón, los inmorales nos han iguala’o. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición… da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón”.
Para los fanáticos
Y es que se puede entender que los partidos a veces hablan para los suyos, para los más ‘fanáticos’ a los que les vale cualquier mensaje con tal de tener alguno que poder repetir y así atacar al que opine distinto.
Parece que hemos perdido la objetividad para pasar a una pelea de gallos sin más sentido que el de despellejarse. Cierto es que al final sí se consigue algo, y es que entre tanto alboroto y lío gran parte de los ciudadanos pasen y no quieran saber nada.
El Procès español
Si algo es cierto es que antes se decía que en Cataluña el tema del Procés lo abarcaba todo, y que había una gran desgobernanza sobre el resto de temas realmente importantes para el conjunto de los catalanes.
Ahora eso se ha trasladado a todo el país, inmersos como estamos en seguir el ‘juego’ con las normas que nos van imponiendo. Y queda evidenciado en la ley más importante de todas: la de los Presupuestos Generales del Estado. Sin estos es imposible gobernar, tal y como dijo el propio Pedro Sánchez en 2018: “Un gobierno que no tiene Presupuestos es un gobierno que no puede gobernar, que no puede hacer nada”.
Presupuestos y Constitución
Eso al margen de ser una de las obligaciones que impone la Constitución, a la que tanto se hace referencia cuando interesa. Su artículo 134.3 dice: “el Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior”.
Tan solo dos veces no se han presentado aunque estuvieran fuera de ese plazo, y ambas ha sido con Sánchez como presidente. La primera fue en 2020 y tenía como explicación la alteración que supuso la pandemia. La segunda es este 2023 y la explicación es que el Gobierno considera que no va a tener los apoyos suficientes. Así, y ya.
Esto perjudica especialmente a nuestra comunidad autónoma, que seguiremos acumulando desfase entre lo que aportamos al Estado y lo que este nos devuelve en inversiones. Somos la comunidad más perjudicada de España en ese sentido, por encima de Cataluña, y ya ni que decir tiene en concreto con la provincia de Alicante, que quedará la última en inversiones del Estado por tercer año consecutivo.
No, pero sí
Tras las últimas elecciones nacionales, y la necesidad de contar con un amplio grupo de apoyo en el que se tornó como indispensable Carles Puigdemont, hemos pasado de tener un sector independentista a la baja (hay que recordar que en las elecciones de 2023 pasaron de tener 23 diputados a 14), a depender de ellos la gestión de España.
Se ha dado todo aquello que no se podía, dicho por los mismos que luego se lo han dado: indultos, eliminar el delito de sedición, amnistía… e imagino que ese referéndum del que ya presume ERC de tenerlo atado.
Al respecto de su seguridad los independentistas recuerdan que ya Pedro Sánchez negó la posibilidad de dar todo lo que al final les ha dado. En la campaña de las elecciones nacionales del año pasado Sánchez decía, y todo su entorno repetía con contundencia, “que la amnistía no es posible porque no entra en la legislación ni en la Constitución española”. Luego… pues se la hace entrar, sin sonrojo.
El ‘día de la marmota’
Ahora, como si del día de la marmota se tratara, volvemos y estamos de nuevo en 2017. Los independistas catalanes se vuelven a sentir fuertes por todo lo conseguido, sin más esfuerzo que dar un voto para nombrar presidente; ni siquiera mayor compromiso, como queda demostrado en lo anteriormente mencionado de los Presupuestos Generales del estado.
De nuevo volvemos a estar permanentemente con el tema del referéndum, con la amenaza de ERC y Puigdemont de hacerlo con o sin el acompañamiento del Estado, de todos pendientes de lo que allí pasa y de incertidumbre para muchos catalanes.
Embarrarlo todo
Mientras, en el Estado, en lugar de hablar de las verdaderas investigaciones policiales como el caso Koldo, con imputados, detenidos y nombres relevantes en el sumario; el Gobierno usa el Congreso para atacar a una presidenta autonómica por lo que ha hecho su novio, y la oposición escarba para ver si saca algo de la mujer del Presidente. Todo un cambalache.