Entrevista > María José Rodríguez / Exjugadora del Club Balonmano Elche (Elche, 16-julio-1973)
María José Rodríguez fue todo un icono del balonmano en Elche gracias a su brillante trayectoria. En los noventa logró junto a otras jugadoras situar al balonmano ilicitano en lo más alto. Lugar que ha perdurado, y que ha sido inspiración para las generaciones que han ido llegando después a su equipo.
Cuando empezó en el 87, el balonmano profesional femenino en Elche prácticamente ni existía ni se les tomaba en serio, pero en poco tiempo demostraron sobradamente con su esfuerzo que iban a llegar a lo más alto.
Época dorada en el balonmano
En 1989, solo dos años después de sus comienzos, ya fueron terceras en el campeonato de España con la selección cadete valenciana; en el 92 ascendieron a primera nacional, y en el 93 llegó la gloria ascendiendo a división de honor. A partir de ahí no dejaron de subir y de cosechar éxitos uno tras otro. María José jugó durante años en la selección española, y a pesar de recibir ofertas de grandes equipos para ficharla, nunca quiso abandonar el suyo ni a su tierra.
Una pista lleva su nombre en el polideportivo del Toscar como recuerdo de todos sus valores deportivos, que van más allá de los trofeos. De esa forma el ayuntamiento quiso rendirle homenaje como una de las deportistas importantes de la historia de la ciudad, y un ejemplo para los jóvenes que empiezan en el deporte.
Veinticinco años de su retirada
Tiene todo lo necesario para encarnar la esencia del deporte: pasión, sacrificio, superación, y perseverancia. Esos valores, así como la disciplina y el trabajo en equipo, son los pilares que ahora inculca a sus hijos sobre los que se erige su trayectoria.
Su influencia perdura, recordándonos que el verdadero triunfo no reside solo en la victoria. Se cumplen veinticinco años de su retirada, y es de justicia recordarla.
«Sigo ligada al deporte porque no entiendo la vida de otra manera»
¿Sigues ligada al deporte?
Sigo ligada al deporte porque no entiendo la vida de otra manera, y sigo practicándolo a nivel personal, pero sobre todo por mis hijos. Siempre he intentado inculcarles la pasión por el deporte, y hacerles entender lo importante que es y lo que conlleva para su futuro, y por el momento lo he conseguido.
Ahora me ocupo los fines de semana en desplazarme para apoyarles. Mi hija juega al voleibol en Superliga 1, y mi hijo es el portero del Valencia CF Juvenil y vive allí en la residencia de futbolistas. En cuanto al balonmano, sigo quedando con mis antiguas compañeras, de quienes guardo grandes recuerdos, y por supuesto sigo de cerca la evolución de todo lo que concierne a mi club.
El ejemplo y los hábitos en casa está claro que lo consideras fundamental para que un niño ame el deporte.
Está claro que sí. En casa no solo yo soy deportista, mi marido es nadador, y desde que nacieron han vivido en un ambiente de deporte, y todo lo que en cuanto a buenos hábitos conlleva. Les hemos animado y apoyado al máximo.
Es que ni se plantearon nunca dejar al margen el deporte, porque han crecido con él. Además, el espíritu deportivo suele ir ligado a ser buenos estudiantes, porque están acostumbrados al esfuerzo y al sacrificio que supone lograr una meta.
«Teníamos que organizar fiestas o vender lotería para poder comprarnos la equipación y pagar el autobús»
¿Qué recuerdos guardas de tus inicios?
Nos remontamos a 1987. Entonces el club estaba empezando, porque hasta entonces el balonmano femenino prácticamente no existía en Elche, y nadie daba un duro por nosotras.
Cada día éramos mejores y los logros comenzaron a llegar muy deprisa. En el noventa ya fuimos terceras en el campeonato de España de la selección cadete valenciana, y a partir de ahí fue un logro detrás de otro hasta que en el 93 el sueño de llegar a la liga de división de honor se cumplió.
¿Entonces las cosas eran mucho más complicadas?
Sí. Fue a base de muchísimo esfuerzo y el de nuestro entrenador el ir creciendo y demostrando que estábamos ahí para ganar, y así fue.
Fue muy duro, pero la ilusión con la que lo hacíamos todo, el esfuerzo que suponía entonces desplazarnos para jugar en otras ciudades, y llevar a cabo nuestros sueños, tuvo su recompensa. Conseguimos abrir un camino que hoy por hoy sigue avanzando y llevando el nombre del Club Balonmano Elche con orgullo y éxito.
«Ahora mi mayor logro es que mis hijos son grandes deportistas»
¿Siguen sin ponerle las cosas fáciles a gran parte de los deportistas de élite?
Ahora afortunadamente los jóvenes lo tienen mucho más fácil, porque cuando llegan los equipos están ya estructurados; pagas tu cuota y ya tienes tu equipación y tu autobús para los desplazamientos. Antes no era así. Teníamos que hacer fiestas o vender lotería para poder comprarnos una camiseta y pagar el autobús.
Pero a pesar de que las cosas en ese sentido han cambiado, sigue habiendo muchas injusticias entre unos y otros deportes. A mi hija le he tenido que pagar el desplazamiento y el alojamiento para poder jugar a nivel nacional en el campeonato de España de voleibol. Siguen sin ponerle las cosas fáciles a muchos deportistas de élite.