Entrevista > Luis Fernando Ortiz ‘Sama’ / Entrenador de baloncesto (Villena, 10-mayo-1980)
El villenense Luis Fernando Ortiz, más conocido en el mundo del básquet como ‘Sama’ toma las riendas en LEB Plata del Almansa CB, equipo en el que llevaba ocho años como ayudante en el banquillo. El reto es mayúsculo para mantener al equipo en la categoría, y la pasión que derrocha, como buen amante del baloncesto, la transmite a una plantilla entregada a la causa.
¿Tu afición por el baloncesto te ha acompañado desde siempre?
Prácticamente desde que tengo uso de razón. Comencé jugando en el Colegio Salesianos de la mano de Paco Marco, pero muy pronto, estando todavía en el colegio, empecé a tener contacto con la faceta de entrenador. Le echaba una mano a Paco con los grupos de menor edad.
¿Cómo fue esa etapa deportiva antes de aterrizar en los banquillos?
Mi etapa como jugador ha estado ligada siempre al club de mi ciudad, el V-74. Pasé por todas las categorías del club hasta que mi físico me lo permitió (ríe). Esta etapa estuvo ligada también a la dirección en los banquillos, compaginando ambas facetas.
En 2010 decidí dejar el primer equipo para centrarme en mi faceta de técnico y matando el gusanillo en el equipo de veteranos.
«Ahora las decisiones las tomo yo, y si algo sale mal la responsabilidad es totalmente mía»
¿Mantienes vinculación con el baloncesto local de Villena?
Pues no toda la que me gustaría, ya que paso poco tiempo en Villena y el que paso, es trabajando o desconectando un poco del básquet. Pero sí tengo contacto con muchas personas vinculadas al club y siempre que han requerido algo de mí, intento echarles una mano en lo que necesiten.
También, siempre que puedo, que no es muy habitualmente, intento ir a ver jugar a mis sobrinos, Lucía y Alberto. Ambos practican este deporte y lo hacen bastante bien.
¿Colaboras en algún evento?
En verano, siempre intento hacer cosas de básquet aquí. Colaboro con el Campus de Verano del V-74 y el año pasado inicié un proyecto junto con el Colegio Salesianos, organizando unas semanas de tecnificación que fueron un éxito de participación. Me gusta mucho compartir con mis paisanos todo lo que he ido aprendiendo durante estos años.
¿Qué le falta a nuestro V-74 para dar el salto y poder competir en categorías nacionales como lo hace el Almansa CB?
Buff, es tan difícil… Si hubiera una fórmula mágica, muchos más clubes ya la habrían utilizado. Para cualquier proyecto que quieras emprender hace falta apoyo social y económico, tesón para trabajar muy duro sin decaer ante las adversidades y, por supuesto, el factor suerte.
Se necesita para estar en el lugar oportuno y en el momento adecuado. Es importante estar preparado cuando ese momento llegue y ser valiente para aprovecharlo.
«Colaboro con el Campus de Verano del V-74 y el año pasado inicié un proyecto con el Colegio Salesianos»
Ese momento llegó para ti como primer entrenador, tras ocho temporadas en el club, ¿qué ha cambiado con tu nuevo rol?
Los roles son totalmente distintos. Pasas de una posición más cercana a los jugadores, a otra con mayor responsabilidad en la que, a veces, tienes que ponerte más serio.
No ha sido nada costoso. El incondicional apoyo de mi ‘staff’ y la predisposición y colaboración de los jugadores han hecho que sea todo muy fácil.
¿Es diferente la presión que se siente como entrenador ayudante?
Sí, por supuesto. Antes dabas tus opiniones en cualquier tema, ya sea organizativo, técnico o táctico, pero era otro el que tomaba las decisiones. Ahora las decisiones las tomo yo, consensuadas con mi ‘staff’, por supuesto, y la responsabilidad si algo sale mal es totalmente mía.
¿Qué tipo de entrenador eres? ¿Qué te caracteriza?
Podría destacar tres características que siempre me han acompañado: la energía o pasión, la responsabilidad y la organización. Me gusta tener todo muy planificado, con la mayor antelación posible y eso puede sacar de quicio a los que te rodean.
«En los banquillos me gusta la energía de Pablo Laso, la templanza de Sergio Scariolo o la astucia de Xavi Pascual»
¿Con qué referentes de los banquillos te identificas más? ¿Por qué?
Me gustan características puntuales de muchos entrenadores, como la energía de Pablo Laso, la templanza de Sergio Scariolo, o la astucia de Xavi Pascual.
Como aficionado, ¿eres más de Euroliga o de NBA?
Prácticamente no puedo ver nada de baloncesto que no sea el de nuestra liga, las labores de ‘scouting’ me ocupan prácticamente todo el tiempo que no estoy en la cancha o preparando los entrenos. Pero si puedo ver algo, sin ninguna duda, me decanto por la Euroliga.
Si tuvieses una varita mágica, ¿a qué jugador de la ACB te llevarías a Almansa para ayudar al equipo en la permanencia?
Qué difícil… Por decirte alguno, a Facundo Campazzo, por su capacidad de dirección y por lo fácil que lo hace todo. Y me voy a permitir el lujo de nombrarte a otro, Chumi Ortega, del Zunder Palencia, jugador yeclano al que tuve la suerte de poder entrenar en su etapa de formación. Un crack, sin ninguna duda.
No todo es baloncesto en la vida, ¿qué otras aficiones te gustan practicar?
La verdad es que no tengo muchas; posiblemente la gastronomía. Me gusta comer bien y probar cosas nuevas, y también me gusta mucho el cine.